Pero además, es posible conocer en tiempo real las condiciones del lugar gracias a las cuatro cámaras que emiten en tiempo real y que podemos consultar en su página web. Así vemos si hay nieve, y si la carretera está transitable, unas ventajas muy interesantes a la hora de planear cualquier actividad en la sierra.
Pues bueno, esta semana pasada nevó:
Y la máquina quitanieve trabajó:
Y un servidor, consideró que, a la vista de la previsión, era un buen momento para hacer una excursión. Una excursión express, puesto que es dia laborable y sólo tenemos la tarde libre. Así que con todo perfectamente planificado, a las 3 de la tarde salí de El Parador (junto al mar) y me dirigí hacia Calar Alto, a donde llegué en algo más de una hora. Hay unos 60 km de autovía y luego unos 27 km de carretera de montaña.
Al pasar por el Desierto de Tabernas vemos al fondo la sierra de los Filabres. La nevada es importante:
Ya han comenzado a florecer los almendros:
Había nieve desde unos 1400 m de altitud. A la altura del km 23 la carretera está así:
Justo aquí hay un desvío hacia un refugio llamado Arroyo Berruga, situado a 1800 m, en la vertiente norte:
Y a partir de aquí entramos en la "Laponia almeriense". Algunas fotos desde la carretera, y ya arriba, llegando al observatorio:
Doy la vuelta, aparco a un lado de la carretera y hago una primera toma de contacto en un llano junto a la carretera:
Y luego ya me dirijo a la “zona de reserva”, al otro lado de la carretera:
La idea es descender por el cortafuegos hacia el norte, llegando hasta un camino situado a 1700 m. Luego la excursión se quedó un poco más corta (sólo descendí hasta 1900m), como se ve en el mapa:
A partir de aquí entramos en un mundo de paz, tranquilidad, soledad.... y nieve, mucha nieve, y belleza, mucha belleza:
Hay poca pendiente y la nieve está muy fresca; apenas se pueden hacer giros:
En un momento dado, decido salirme del cortafuegos y entrar un poco en el bosque, y..... ¡madre mía, qué bonito!
¿Qué mejor lugar que éste para dejar la firma?
Luego vuelvo al cortafuegos, y un poco más abajo encuentro un lugar desde donde se ven los edificios de los telescopios. Me hago un autoretrato:
Y sigo bajando y encuentro por fin una pala con algo más de pendiente. En estos momentos ya atardecía y estaba pensando en volverme, así que me dije: “bajo esta pala y regreso”. Y eso hice, bajé la pala. Al quitarme los esquís, la bota se hunde entera en la nieve:
Cambio los aparejos, comienzo la subida, y..... una de las pieles se despega. Intento arreglarla, pero no pega; supongo que la puse con el esquí mojado, y ya no pegaba, por más que lo intentara.
Dije, bueno, se está haciendo de noche, y estoy aquí, en la más absoluta soledad.... qué tranquilo, qué bonito está todo..... ¡qué frío! ¡que se hace de noche! ¿qué hago?
Rebusco en la mochila; encuentro esparadrapo. ¡Ya está! Tras varios intentos, y gastar todo el rollo, consigo que la piel se quede en su sitio y progresar cuesta arriba por esa pala; una vez superado este tramo, ya es bastante llano el regreso hasta el coche.
Aquí unas fotos de la pala:
Y se me hace de noche; llego al coche a las siete en estas condiciones:
Y emprendo el camino de vuelta a casa. A lo lejos, unos destellos me guían; es el faro de Cabo de Gata, que se ve desde estas alturas. Llego a casa a las 8:15. Pienso: “buena tarde”. ¿Podría haber hecho algo mejor? Yo creo que no.