Esquiando en el Camino de Santiago
En su paso por el Tirol atraviesa la estación de esquí de Arlberg Sankt Antón.
Esta estación es uno de los mayores dominios esquiables de Austria, cuenta con unos 260 km de pistas y 180 km de recorridos señalizados sin pisar, además de diversos recorridos esquiables sin señalizar. Su situación y climatología le permiten contar con abundante nieve durante la temporada de esquí, de modo que tras 2 semanas de febrero de fuerte sol con temperaturas positivas prácticamente todas las pistas estaban abiertas.
Los pueblos del dominio, Sankt Antón, Lech, Stuben y Klösterle-Danöfen destacan por la armonía de la típica arquitectura tirolesa, las iglesias con el campanario abombado, mezcla de gótico y oriental, y no existe absolutamente ningún edificio que desentone, ni bloques de apartamentos como en otras estaciones de esquí.
Aunque no tiene gran altura comparada con otras estaciones de Alpes, se pueden esquiar desniveles de 1.000 a 1.300 m en varias zonas, pues su cota máxima es 2.615 m, y los pueblos de la base están entre 1.000 y 1.400 m. y es posible hacer recorridos de hasta 10 km.
Sus remontes cuentan con la última tecnología, las telecabinas son de un espectacular diseño, las sillas tienen burbuja protectora y calefacción en el asiento y hay una curiosa pasarela protegida.
Las pistas son largas, amplias y diversas, muchas tienen numerosos badenes y curvas lo que las hacen muy entretenidas, la mayoría rojas y ninguna verde, aparte de que muchas rojas en otras estaciones estarían catalogadas como negras, y muchas azules como rojas.
Una referencia del nivel de las pistas es que el retorno a S. Antón se puede hacer por 2 pistas negras, una roja y una azul.
Pero lo mejor son los circuitos señalizados sin pisar, en los que se puede descender por innumerables recorridos de las amplias laderas repletas de nieve.
Además se pueden hacer diversos itinerarios sin señalizar; de los que unos tienen recorridos bastante claros y seguros, otros entrañan ciertos riesgos de alud o de ir a parar a un lugar de complicada salida, por lo que se recomienda ir acompañados por guía.
Un interesante, espectacular y divertido circuito que se puede hacer es el Anillo Blanco (que en verano se convierte en el Anillo Verde) que rodeando el monte Kriegerhorn consiste en un itinerario de unos 22 km y cuenta con un desnivel acumulado de 5.500 m. En 1.940 se instaló en Zurs el primer remonte de Austria y tras la instalación de sucesivos remontes, hace unos 50 años quedó completado el anillo.
A lo largo de todo su recorrido se pueden observar numerosas esculturas de hombres de tamaño natural colocados a una altura de 2.039 metros. Se denominan el “campo horizontal” y se compone de 100 estatuas metálicas que simbolizan al unión de arte y deporte. Su situación indica que alguna vez el ser humano alcanzó ese lugar, bien llegando a esa posición cómodamente por rutas fáciles, o alcanzando sitios difícilmente asequibles con necesidad de de ayudas técnicas.
Todos los días a las 1630 un desfile de máquinas pisa pistas que salen de sus garajes se distribuyen por todos los rincones de la estación; con sus luces y sirenas sorprenden a los esquiadores que apuran hasta el último minuto.con un peculiar e impresionante espectáculo.
Al acercarse la hora del retorno la juerga está asegurada: en los bares próximos a las pistas se organizan fabulosas fiestas musicales, algunos con animadísimas actuaciones en vivo, por lo que la gente se quede enganchada tomando cervezas hasta bien entrada la noche.
Es normal ver a las 10 de la noche la gente que llega a la base esquiando después de hacer la ronda por los bares de las pistas, y continúa en los numerosos bares musicales con actuaciones en vivo como uno que se llama Cuba, y otro que se llama Tapas y tiene el nombre enmarcado en una bandera de España.
Al finalizar la jornada, de regreso al alojamiento se pueden observar las flechas indicativas del Camino de Santiago. Al peregrino todavía le quedan 2.200 km para llegar a su destino.