Tras el largo trayecto de la tarde-noche anterior amanecimos en el pueblo de Revelstoke, una de las zonas con la fama de tener el mayor número de precipitaciones en todo el país, aunque a nosotros solo nos trajo un par de cms de nieve nueva (sniff!). De todas formas, la experiencia de esquiar en Revelstoke ha sido increible, una estación a medio hacer, donde los remontes aún huelen a nuevos y donde cada año abren nuevas zonas donde antes únicamente se accedía a través de helicóptero o de Cat-ski.
Nada más salir del hotel nos encontramos unas pick-ups cargadas con unas motos de nieve, algo muy habitual por estas tierras.
El pueblo se encuentra a unos 4 kms de distancia de la estación
Detalle del pueblo de Revelstoke
Detalle de la cafetería donde desayunamos (chula eh?)
Y aquí el grupo desayunando
El cartel nos anuncia que la estación está próxima
Creo que merece la pena que echemos un vistazo al mapa de pistas de esta estación
Como veis son únicamente dos sillas desembragables y una cabina, fijaos el desnivel que tiene: 1800 metros y la verticalidad y variedad de terreno que ofrece la estación.
Nos dirigimos a la cabina de la base de la estación, si os fijais, toda la zona se encuentra en obras!!!!
La cabina sube y sube y sube...
Y nos deja en las alturas, con vistas como estas
Curiosa zona de pruebas para aludes, donde cualquier visitante puede poner a prueba su Arva, detectando objetivos bajo la nieve, muy útil y didáctico en una estación conocida por sus aludes y su verticalidad.
Detalle de retrack en la cima
Detalle de zona de descanso y comidas, con una alfombra que te da acceso a la cabina, estos candienses están en todo!!!
Es una estación con una verticalidad tremenda, no apta para esquiadores principiantes
Dispone de zonas amplias y salvajes listos para ser descubiertos
Desniveles y tubos de vértigo
Y bosques donde perdernos
El grupo recogiendo los esquís tras la jornada de esqui
En resumen, una estación realmente alucinante y divertida, donde con los habituales 2 metros de nieve polvo que suele tener en estas fechas puede ser el paraiso del freeride, eso sin contar con sus empinadas y larguísimas pistas que no se acaban nunca, 1800 metros de desnivel dan para mucho esquí!!
El apre-ski en Revelstoke también es una delicia, aprovechamos para visitar un restaurante muy majo a las afueras del pueblo.
Como veis, aquí no todo es comida basura
El grupo en la puerta del restaurante
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