La primera de las estaciones que visitamos fue Fernie (ver plano de pistas), nos alojamos en el Raging Elk Hostel un hotal normalito aunque muy divertido, donde mientras duermes hasta te puede entrar a la habitación algún australiano despistado buscando alguna litera libre. El albergue dispone de duchas comunitarias y zona común para comidas, desayunos, televisión, etc... un alojamiento económico y muy céntrico.
Fachada del Raging Elk en Fernie
Dicen que en el pueblo de Fernie, cuando cae un paquetón las tiendas cierran para subirse todos a esquiar, es un pueblo muy auténtico y destartalado, nada que ver con los pueblos tan cuidados de Colorado, pero no por ello deja de tener mucho encanto, debo reconocer que me encanta el aspecto tan minimalista de los pueblos americanos, sobretodo comparados con el barroquismo y la cursilería de las casitas apinas
Fotos de Fernie pueblo, al fondo las pistas de la estación
A unos 5 minutos en coche se llega a la base de la estación, con coquetas instalaciones de madera
Aquí parte del equipo posando para nuestra primera estación a estrenar en el viaje
Recogida de forfaits y a conocer la estación, nada mejor que empezar subiendo para quitarnos el frío, jeje
y venga, no todo iba a ser sufrimiento y paisajes
Bonita cresta eh Jairo?
Pista en Fernie con el pueblo al fondo
Más vistas
Como es habitual en Canadá, los telesillas son de le época de mariacastaña, viejos pero funcionales y sobretodo muy bien planificados para que con tres remontes des acceso a una cantidad inmensa de territorio esquiable, son unos genios en esto
Alguien se ha dejado unas escaleras ahí arriba ¿eh primo?
Y en estas otras matamalos vigilando por si aparece el "hombre blanco"
A pesar de no encontrar Fernie en las mejores condiciones de nieve y no poder catar su "Legendary Powder", fueron dos días con muy buenas bajadas, ha sido una de las estaciones más grandes que hemos visitado, con muy buenos desniveles, bosques divertidos y con mucha variedad de terreno, una estación muy recomendable.
Y tras las dos jornadas de sufrimiento no podíamos evitar darnos a la bebida de cerveza local.
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