Guenas noshes de nuevo. Continuamos con la narrasión de las desventuras de la mega y der resto de sacos de patata veldes que nos dimos sita en las suisas er mes pasao.
Er caso é que er trausma de no habé podío pasá a las italias se iba jasiendo argo duro de sobreshevá, y de nuesvo en la sena de la tersera noshe empesaron a jaserse plane par dia siguiente. Er cuarto dia desquí paresió amanesé con mejores notisias sobre er tiempo, y paresía que iba a jasé un buen dia con su solesito y tó, así que despué de desashuná y jasé los bocatas, pusimo rumbo ar paí vesino. La Caro se pidió essedensia pa descansá las rodisha, así que nos la dejamo en er hoté tan pansha, buscandose un espás y un shulaso que la jisiera unos masajes por tó su cuerpo de varquiria inverná.
Er retto salimo a las nueve de la mañana der hoté, y ese día paresía que las desgrasias y los malentendido se iban a susedé sin resmisión. Pishamo er esquibú con su cosrrespondiente ó de sobac, y shegamo ar assensó pa subí ar guevo de Furi. Al abrirse er assensó resurta que basjaban tré personas, y cuando sabrieron las puertas a los dó laos los posbres sencontraron de pronto con dó fila denergúsmenos armaos con cascos, esquises y palos y arrempujando a toa hostia pa pishá sitio y sin dejá ni un solo resquisio pa que los pobres pudieran salí. Se arrebujaron como pudieron metiendo codo y ar finá consiguieron salí con vida der lanse, pero con caras mú asustás. Vamo que pisha aquesho en hora punta y te tira dó hora sin podé salí der assensó dishoso.
Sha en la cola der guevo Furi, empesamo a oí un run run pol los guarkis, y argo de que er Rafaskí tenía argún problema con los pantalone o argo. Mu raro é etto, me dije shon, a ve si ete guén hombre savenío tódormío y satraido er pantalón der pijama en vé derdesquiá. Pero no, er prosblema era que sabía metio er flosflais en un borsisho der pantalón junto con la visa, y se jasían interferensia mutuasmente y las máquinas pos no leian bien el forsfais. Y como se labía roto las cresmashera der borsisho y no lo podía de abrí, no había forma de desfasé er entuerto. Má bien lo que ocurría é que ettábamo en suisa, y claro, a una máquina lestoratrí de cosa elestrósnica le dá tú a elesgí entre un folfái questá shá pagao y una visa con tó su potensiá, y qué te creé que va a cogé la másquina. Que ashín lo arquistestos y los topósgrafos mu guenos no son, pero los banquero son de lo mejón der mundo. La visa der Rafa se shevaría má shupetone quer duque en una despedía de sorteras.
Er caso é que como er Rafa no podía de arresglá aquesho sin destrosarse los pantalone, ostó pol tiralse pol los suelos y colalse pol debajo dun par de tornos mientra conseguía sacá er dishoso forfái. Ar shegá al intelmedio der Furi, que nos bajamo, er Mashine shegó con sus dedos robotisados y le jiso cuatro mosvimiento de taichí a la cresmashera que sabrió toa comunasandía, y se terminaron los susfrimiento der Rafa.
Pero en ese mosmento fue cuando er Angel-elite se dio cuenta de que, o bien había sufrío una mutasión gesnética aquesha noshe y no sabía dao cuenta y labía cresía una pienna má que otra, o bien sabía jesho la pisha un lio en er guardaskí y sabía pishao un bastón medio metro má largo que otro. Asín que se separó der grupo y se vorvió ar hoté pa intentá desfasé er segundontuerto.
Er siguiente guevo, er 02, tenía sha una cola considerable, y ashí questuvimos jasiendo piennas un rato, y luego entramo a presión en er guevo, como puede apresiarse en la lindainstantánea:
Cuando shegamo arriba, yastábamo ante la duda de tós los días ¿otro superguevo o los putos telesquis? Despué de dudá un rasto, nos pusimo en la cola der supelguevo, que empesaba en el carté de 40 minutos despera.
Mientra esperábamo me salí un momentisho a la lú pa eshá arguna fotisho dedde esa sona, que había unas vittas mú potitas.
Jutto antes de cogé ar fin er superguevo final 03, er que sube má arto y má arriba y mas tó, nos dimo cuenta de a donde shevaba er guevo en cuettión: a una abertura en un picacho ashí arribota der tó. La verdá é que acojona
Las vittas desder superguevo, si tiene suerte y consigue quedá colocao con la cara aplastá contra arguno de los cristale, sobre tó de lapartisquierda, son acosjonante. Er glasiá planito planito que queda jutto debajo, donde se ve a la gente jasiendo esqui de fondo como si fueran cagás demosca, y esas peasos de grietas capases de tragarse un transanlantico y no jeshá ni un erusto. Una subida mú rescomendable, si no fuera pol er coñaso de la cola y la incomodidá de ni siquiera podé sacá lacásmarafotos, der mimmo aplattamiento.
Y cuando shegamo arriba der tó der pichaso y er superguevo aparcó en su guequesito que labían preparao tan mono, y nos bajamo, ¿que sus creéi que nos encontramo? Venga, assensó o túsnel, assensó o túsnel, sus lo pongo fásir. Ea, pos tocó túsnel, pero un peaso de túsnel que te cagas toa, que atraviesa er picasho de donde te deja er guevo hattalotro lao. Como sería er túne, que en medio había un assensó (que nos íbamo a librá der puto assensó) pa subí a un miradó, y ni le eshamo cuentas, de las gana que teníamos sha de quitalnos las botas o ponelnos los esquises o morilnos de asco y tiralnos montañaabajo jeshos una crosqueta y que los dioses arpinos sapiadaran de nuettra alma, sha que los diseñadore de la putastasión no lo ettaban jasiendo. Cagontólaleshencanmamao, queran las onse y media de la mañana, que shevábamo dó hora y media de pie y en un cola y en un guevo y en un túne y en un assensó y en otra cola y en otro guevo, dió der sielo qué suplisio má grande. Que la mega nunca ha sio de pié delicao y se tuvo que tirá pol los suelo y quitalse las bota polque los deos gordos de los dos pieses ettaban cantanto la traviata con dó ostava de desafine. Coño ya qué torstura.
Y en ese momento, cuando tós los sacos veldes estaban sha pal arrastre, se prosdujo la tersera insidensia desastrosa de la mañana. Ruy sabía equivocao de botas en er guardasquís, y había cogío unas iguá que las suyas pero un pelín má grande, y claro, como hatta ese momento no había tenío que intentá meterla en las fijasiones, pos no sabía dao cuenta. Horró, a mi se casheron dó lagrimone de desepperasión questuve a punto de irme a botancaso limpio pal glasiá y jaserme un iglú ashí mimmo y orvidarme der mundo. Meno má que er Sersedilla tim shevaba má shismes ensima que Masgíver, y shevaban un destornishadó y le pudieron ajustá la fijasión. Otra cosa sería er pobre que se hubiera encontrao en er hoté con unas botas má pequeñas, pero en ese momento desidimo no preoscuparnos deso, polque a tós se nos jasía que er hoté etaba tan lejos como, pongamo un desí, australia, y no era plan de vorverse pa pedí discurpas.
Mientras sarreglaba la cuettión, argunos aproveshamo pa eshá argunas fotishos dedde ashín arribota.
Er caso é que una vé resuerta la crisi, pol fin ettábamo en disposisión de crusá la línea pshicoslógica que separaba Sermatt de Servinia, y pol fin empesamo a bajá por unas peasos de pittas espestaculare. Tós le teníamo unas ganas tremenda a la supelpista de diesiséi kislósmetro que baja desde er grasiar de Sermatt hasta Valturnenche. Pa los que vashai, é la pitta má arriba a la derecha del plano de Servinia. Etta pitta tiene un trusco visuá, y é que si tú mira er plano, te parese que é toa resta y seguida dedde arriba der tó hatta abajo der tó. Pero hay una minisisha, la "g", que rompe er heshiso. Pero ar meno é un detashe, pa subí un troso de minicuesta. Si hubiera sido en Sermatt, te la subes con la escalerita y te joes. O te ponen un superguevo.
Las pittas eran anshas y con la nieve perfesta, una gosada. Ibamos tós en medio dunorgasmo colestivo.
Como dijo David, "coño, una estasión con sentido común". E disí, que había pittas, y cuando éstas sacababan, había sishas esperando a los esquiadore, como debe de sé en tós los sitios sivilisao.
Fuimo basjando y basjando un rato mú largo y mú agradable, durante er cuá David nos ossequió con su reperstorio de ostiones fuera de pitta con medio cuerpoenterrao, ostiones dentro de pitta esquiando patrá, ostiones pol subirse a un monstículo... vamo, lo de tós los dias. Ette mushaso nó e que tuviera mal esquilibrio ni ná deso, ni quesquiara mal, qué va. E que saburría desquiá normá, y entonses se ponía a jasé cosa rara como darse la vuerta sin mirá si venía arguien detrá y de pronto, tú que iba siguiendo sus gueshas, casi que te lo comes polque te lo ves defrente. Aunque ná comparao con er superevento que co-protagonisaría ar dia siguiente en aqueshas mimmas pittas junto con la mega.
Sha shegando al Valturneshe, se veía que er pueblo era mono
Pero claro, ar shegá abajo der tó, vorvimo a la realidá. Niña, questamo en Italia, que aquí lo que no se shevan son los puentes. Y en efesto, esa peaso de pitta de disiséi quilósmetro, presiosa, larga, impresionante, de pronto sacaba y tescupe en mitádunparking. Sin ningún glamú y sin conteplasione. ¿Y er remonte pa salí dashí? Pos te jeshas los esquises ar jombro, te atraviesa er parking, y ar fondo a la derecha ettá er guevo que te sube otra vé. Si te digo sho que ná é perfesto, pa qué cogno habré ido sho a los tré vashes antes que a tó etto, luego sacostumbra una y pasa lo que pasa.
Er caso é que debajo der guevo había una espesie de tienda-casfeteria con mesitas, y ashín que nos sentamo. Pishamo una mesita fuera, y la gente empesó como poseso a pedí comida a un pobre ansiano questaba detrá de la barra y que tenía toa la pinta de que susijos loacababan de dejá ashín un momentito mientra recosgían los papele de la clísnica dalseimer de donde nunca debía habé salío. Dio mio qué suplisio de jombre. Tenía solo tré cosa en er mostradó: pissa, piadine y panini. No te puede tú jasé una idea, Maricrú, de la cantidá de combinasione de malentendío que ese jombre pudo de jasé con solasmente eso tré elemento. Shegaba uno y le pedía un troso de pissa, en la caja marcaba piadine y metía un panini en er horno. Pedías un piadine, te cobraba un panini y metía una pissa. Sho shá no podía má, despué de shevá ashí media hora y habé vitto con mis propiosojos cómo habían salio siete pedaso de pissa pa otra gente y a mi questaba ashí con er tíke en la mano ni notaba mi presensia, le metí un gristo con subguofer ar viejo quer pobre Oscar questaba con la mano puetta pa recogé er siguiente troso de pissa sacojonó y me lo sedió amasblemente. Coño sha, si shega a tené un resturante con entrante, sopa, carne, pescaos y postre ashí hay varios asesinato esa mañana.
En los arrededore der bareto había vittas mú monas, así que na má desglutí la pissa que tanto trasbajo mabía costao de conseguí, saqué la másquina y a dispará.
Despué de comé, desidimo bajá a Servinia a Plan Maison, y dedde ashí sha í vorviendo pa no quedalnos tiraos en las italias. Ettas fotishos son de argunas pistas de lasona de Plan Maison.
Y a partí de ahí, a corré comolaslocas polque eran las tres y arguien había disho que serraban los enlases a las tré y media, y no shegábamo. Pa vorvé a Sermatt dedde Servinia hay dó camino: o coje tré sishas seguías, o coges dó guenos. Grabároslo en la memoria, lestoratrises, las sishas, siempre las sishas. Los guevos tardan má y son má coñaso. Pos ná, ar finá tiramos pa los guevos, y con la lengua fuera y er corasón en un puño, que pensábamos que nos quedábamo a dormí en italia. Pero cuando shegamo a la base der guevo F vimo que no, que la úrtima subida era a las cuatro y cuarto, y ya pudimo relajá los esfíntere y demá musculatura contracturá, y tirá parriba con totá tranquilidá.
Dese dia, solo queda por relatá que sha en er hoté, despué de dusharme, abrí la puelta de labitasión pa bajá a sená, y me atacó un oló fuelte y pesnetrante, como cuando mi madre se queda dormía de pie planshando y se le quema la ropa. Qué mielda é etta, se dijo la mega. Y la sensasión asquerosa subía dintensidá a medida que bajabas lascalera. La resersión y la sala de televisión derhoté sha eran una cásmara de gá con un oló a pie escandaloso. Daba la impresión de que en er comedó debía de habé un pie der tamaño de un trastó, con costra verde por ensima y gusano y descomposisiones varias, polque aquesho no era normá lo má que jedía.
Y al entrá en er comedó quedó tó aclarao. Era la noshe de la Raclette. Pero vamo, que sho he comio Raclete otras veses y no mabían entrao ganas de potá antes dempesá y no hubo nesisidá de demolé er edifisio despué de comé polque no hay forma de quitá er oló. Estábamos tós con una carita de asco que sho pensaba que me iba ar masdónal de la cashe prinsipá. Pero ar finá aguantamo como jabato y nos metimo entre pesho y esparda vario plato de queso derretío con papas, y a la pitra.
No sin antes, habé jesho plane pa que er desastre der dìa pa shegá a istalia no se repitiera. A dia siguiente quedamos a las siete y cuarto pa desashuná. Qué bonito é de desirlo, y cómo quisiera habette metio la lengua en la raclette a la mañana siguiente cuando suena er despertadó.
Pero eso sha os lo cuento mañana que se mestán serrando tós los ojos y entonses voy a empesá a desvariá má de lo normá.
Guenas noshes!!