La Grave, realmente Grave
Llevo varios meses mordiéndome las uñas por no publicar este repor de la esquiada que nos dimos Gustavo y yo en Abril de 2008, pero estaba esperando que llegasen fechas cercanas a Noviembre para colgarlo, ahora que estamos todos con el ansia pre-temporada. Me troncho imaginándome el careto de mas de uno que yo se me cuando lo lea y sólo por eso la espera valió la pena J. Si sois de los que el mono no os deja dormir pensando en la primera nevada, tened la nevera a mano por si tuvieseis que meter la cabeza dentro. Es un remedio brusco pero eficaz J.
Localización y Cómo llegar:
http://www.skikamel.com/estaciones/grave_a.htm
Lo ideal sería aeropuerto a Lyon y luego alquilar un coche e ir dirección Grenoble, una vez atravesada toda la población por la autovía indica las salidas de Alpe Duez y Les 2 Alpes. Seguimos por la carretera general hasta que encontramos el cruce que deja les 2 alpes a la derecha y nos vamos a la izquierda, enseguida veremos el de alpe Duez que vuelve como hacia atrás y nosotros seguimos de frente en dirección Serre Chevallier. No hay pérdida.
Si os lo queréis personalizar, elegid vuestra ciudad de origen y como destino La Grave o La Meije: www.guiacampsa.com/gcampsa/ruta/calcular/itinerario.aspx
Protagonistas:
Gustavo, Le Reblochón
Mario, Le Jazzman
Comienzo:
Después de una temporada digamos estresante, tardía en su comienzo y truncada al final por la escasez de nieve (nevó cuando muchas estaciones estaban cerradas) las ganas acumuladas salir de aquí a esquiar a donde fuera junto con los continuos rumores de paquetón en Alpes me incitaron a comenzar una campaña de reclutamiento de adeptos a la causa que finalizó con el fichaje estelar de mi amigo Gustavo, profesor de la escuela de esquí de la Covatilla, poderoso esquiador en pista y el mejor freestyler que haya visto. Después de escasos 10 minutos de incitarle con palabrerío obsceno sobre polvos vírgenes, profundidades insondables y otros placeres no tardó en sucumbir a la evidencia: La Grave era nuestro destino, una oportunidad al alcance de nuestros bolsillos con un fin de temporada increíble en Alpes. Otros no pudieron por diversos motivos, como el Yeti, una lástima, para otra será (cuando vea las fotos se va a tirar de los pelos).
Para no hacerlo demasiado pesado comienzo:
La primera parada del viaje fue en La Junquera. Estábamos muertos de hambre y nos apetecía comer bien. Vimos un cartel de restaurante con vistas con menú y fuimos a verlo. Os lo recomiendo encarecidamente. El menú no era barato, unos 16 €, pero la ensalada de rape y el entrecot con guarnición estaban superiores, todo ello en un entorno inmejorable y con un trato excelente. “Els Fogons de Canadal”
Dejamos España a unos 29 grados de temperatura, una temperatura que nos acompañó durante la mayoría de viaje. Increíblemente las previsiones eran de nieve a nuestra llegada y al día siguiente, a partir de ahí mejoraría, así que cruzábamos los dedos para que sólo se nos estropease un día de esquí y que no fuese agua.
Por fin llegamos a La Grave. Es un pueblo estrecho y alargado, asentado a ambos lados de la carretera, muy pequeño y con inmejorables vistas a La Meije. Nos alojamos en el Hotel Castillán. La Llave es de éstas tipo horreo anudada a un pedazo de madera, convenientemente incómoda para que la dejes en la recepción de hotel y no la pierdas. En la habitación había dos camas con un armario tipo Reto, con una tele pequeña que ocupaba el único enchufe de la sala además del de la maquinilla de afeitar en el baño. Éste último estaba equipado con una ducha tipo hidromasaje de la que el agua se fugaba por el suelo en igual proporción que la que salía por los aspersores, pero hidromasaje al fin y al cabo. Al principio te dejas llevar por el pijo que casi todos llevamos dentro y todo te parece bastante cutre y viejo, sin embargo son esos detalles de añejo lo que te hacen sentir en Alpes todo el peso de la historia del esquí, la grandiosidad de sus paisajes y lo cotidiano de sus gentes. Puede que sea viejo, pero no es rancio ni cutre.
El personal del hotel era encantador pese que el pueblo rezumaba a cansancio de fin de temporada y muchos de sus negocios ya habían cerrado. Por cierto, había una sala acondicionada con un pequeño gimnasio y una sauna, todo gratuito, siendo el único requisito el reservar hora.
Pero lo mejor del hotel era esta vista desde la ventana de nuestro apartamento:
Nos fuimos a buscar algo para cenar en plan ligero y nos encontramos este Púb. a mitad de la carretera donde también daban de comer en plan pizzas y tal. La de quesos está de la muerte, si bien creo que los saboyardos ponen queso de cabra hasta en el café J.
Se llamaba “Le bois des Fées”, nada que ver con “el bosque de las feas” como alguno está pensando..
Fijaros en la tabla de snow con cola de golondrina que hay detrás de la barra. Bienvenidos al paraíso!!.
Día 1.- Tal y como habían predicho amanece con mal tiempo, un aguanieve que nos augura lo peor. Decidimos no subir a La Grave a causa de la poca visibilidad e ir a Les 2 Alpes, que está como a media hora. El espectáculo no era muy alentador, pero ya que estamos aquí…
Las calvas eran abundantes, las llegadas a la zona baja estrechas y con nieve enganchona a causa del agua, un desastre.
Pero llegamos a la cota alta de la estación y, SORPRESA:
Así se puso Le Reblochón en los 10 minutos que duró la subida en la silla que nos llevaba más alto. Vale, es húmeda, pero es nieve fresca. Esto sobre una pista bien pisada nos alegró las cinco bajadas que nos dejaron hacer antes de que cerrasen la estación por mal tiempo, todo un ejemplo de cómo en Alpes también se tima al personal ya que no hacía ni gota de aire ni ninguna otra causa que pudiese justificar el cierre salvo la falta de visibilidad y una nieve peligrosa a la llegada, algo que ya sabían y tenían desde primera hora de la mañana.
Nos pusimos como una sopa a la legada, pero no todo es esquiar con sol y nieve polvo, ¿no?.
El mojao soy yo.
Comentario sobre la vestimenta: Chaqueta nueva Tresspass, columna 5.000, pantalones dos temporadas Santoyo columna 20.000 si no me equivoco. Tresspass SI se nota y SI traspasa más que la compresa de la Silke y como prueba os mando la foto. Menos de 15.000 de columna es traje de novato o para que la membrana te aguante un año. Digo.
Día 2.- Nos acostamos con el cielo cubierto y nevando y amanece un día claro y fresco que nos hace presagiar una jornada espectacular.
Para aquellos que no lo sepan ya, La Grave es una de las estaciones míticas de este planeta, paraíso de freeride más puro y auténtico, no se pisa y te puedes tirar por donde quieras sin restricciones de ningún tipo más que las que dicta el sentido común, para los que lo tengan, y el respeto por el glaciar y el entorno. Sólo hay un telecabina compuesto por cinco huevos con capacidad para unas 6 personas cada uno y una parada intermedia a mitad de camino por si no hubiese nieve para llegar hasta abajo).
Nos tiramos de la cama, desayunamos como tiros y nos vamos a la caseta de los forfaits donde ya se veía gente montando guardia desde temprano para aprovechar las primeras bajadas. Este el panorama:
Fijaros en las tablas de snow de freeride, que bonitas.
Y en los tablones que gastan algunos, así flota cualquiera!!
Dos “despistaos” con esquís de pista y los Rossi del Reblochón, unos que le tuve que montar en el momento porque en casa del herrero…
Y llegamos al plano de la estación, os ruego que os toméis un momento para verlo ampliado porque merece la pena y os daréis una idea de la magnitud de lo que estamos hablando.
El pueblo de La Grave está a 1400 y la cima que se ve desde la ventana del hotel es la base de la estación, marcada en el plano como P1, a 1800. Fijaros de ahí para arriba todo lo que falta; otra parada intermedia a 2400, la llegada del huevo a 3900 y dos remontes de unos 300 mts cada uno que te comunican con la cima y Les 2 Alpes a 3550. Ahí es nada.
Básicamente son dos valles inmensos, uno a la izquierda del huevo y otro a la derecha. Una vez dentro de ellos veréis en las fotos que cada uno de divide en otros dos o tres más pequeños. Luego está el glaciar du Rateau para los expertos por lo expuesto de su acceso, que veréis luego como plato fuerte del repor.
Flipamos en la cola de los forfaits porque en vez de megafonía, uno de los guías de la estación salió con un papel en la mano y se puso a cantarnos las condiciones y advertencias para la jornada en plan pregonero, y es que para ciertas cosas el toque humano mola…
Otro detalle que revela lo singular de la estación. Uso más que recomendable de Arva, pala y sonda y para que pruebes si tu Arva funciona:
Kickass me advirtió que no haríamos más de dos o tres bajadas al día, pues bien, las condiciones eran tan buenas y las ganas tan grandes que sacamos fuerzas de flaqueza e hicimos tres bajadas completas y tres a la parada intermedia, parando lo estricto para mear y dando cera lo que podíamos.
Fotos:
Primer cigarrito de maría del día de uno de los que nos tocó en el huevo, el cabrón me dejo con una revoltura de estómago que no veas… como el famoso “olor de la sierra” cuando vas a esquiar a “Graná”. Viva el aire puro.
Llegada a la cima de la silla. Los dos remontes estaban cerrados, había caído un paquetón brutal y aun los estaban preparando.
Los madrugadores, si no los ves amplía la imagen, es que esto es muuuuuy grande:
El Reblochón que vio un Rolex, raro en el porque a la velocidad que baja no te da tiempo a ver mucho…
Fresco…
Profundo…
Y con rocas cubiertas de nieve dispuestas a que las saltes…
La entrada al glaciar de La Rateau es por la parte alta de esa “V” que se forma a la derecha de los esquís. No es coña.
Llegada a la cima del huevo. Al fondo se ve el remonte que une La Grave con Les 2 Alpes.
Todavía no estaba en marcha, pero el espectáculo blanco que había detrás bien merecía un pateo de unos 30 minutos, así que nos dispusimos a ello esquís al hombro y sin mas demora. Nuestra sorpresa fue que una horda de “powder hounds” nos comenzó a seguir. Pusimos la directa y la suerte con acompañó. Llegamos sudando como pollos a la base y el remonte comienza a andar como si estuviese esperándonos. Gustavo se pone a chillar como un loco, yo aprieto los dientes dando el último esfuerzo y la peña revienta a esprintar en plan “maricón el último” (sin ánimo de ofender). Esto es lo que se ve y así lo esquiamos. Vídeos:
Tened paciencia con estos dos, merecen la pena
Para que os deis cuenta de lo empinado que estaba en algunos pasos, aunque en muchas fotos no se aprecie, fijaros en como están de canteados mis esquís para poder quedarme en el muro:
Video y fotos de la parada intermedia:
Esta con el glaciar de La Rateau al fondo a la izquierda:
Las cinco cabinas del huevo a pleno rendimiento…
Foto del Glaciar de La Meije:
Y así es como quedó cuando llegamos arriba otra vez, en lo que tardamos en hacer una bajada hasta la parada intermedia…
Fotos del valle de “Les Vallons du Chancel”
En algunas bajadas con pendiente y orientadas al sur pegabas con los esquís abajo a pesar del paquetón que había en otras zonas:
Saliendo por piernas…
El espesor en algunas zonas….
El mar… Si no ves los esquiadores en peregrinación, amplia la foto, esto es muuuuuuy grande.
Impresionante esquiar al lado del glaciar en la zona alta de la estación:
Llegando al bosque por el valle de “Les Vallons de la Meije” al final de la tarde. Ya se ve como la nieve se transforma debido a la menor altitud y al calor.
Le Reblochón va tan “follao” que no ve el corte, en el salto las gafas se le quedan atrás, pero el muy perro no se cayó, impresionante.
Aquí le vemos señalando por donde salió volando…literalmente. Fijaros por donde le llega la nieve:
Día 3.- Nada más acabar de esquiar el día anterior nos metimos en la cama y nos pegamos una siesta de tres horas, casi no nos levantamos ni para cenar de la paliza que traíamos encima. Luego resulta que en el bar de al lado que se llamaba Le Pub, reivindicando lo simple, había musiquilla en directo para despedir el último día de apertura de la temporada. Allí se juntaron todos los guías y los locales amenizaron la fiesta rindiendo culto a los Rolling a Bob Marley, algo de Nirvana y de los Who…. No eran Hendrix a la guitarra pero el ruido se dejaba querer. Poca niña mona, pero ninguna sola, luces de colores… bla, bla, bla.
EMPIEZA LO BUENO; NO TE PIERDAS ESTO
Visto que la calidad de la nieve en las cotas media y baja no era buena, decidimos alquilar unos esquís de travesía para foquear un poco la zona alta que sí que tenía calidad. Yo alquilé en un sitio cercano a los pubs de cuyo nombre no quiero acordarme. Los esquís no tenían nada de canto, necesario en algunas zonas de umbría del bosque (sí, también hay una zona de bosque y baches), y la suela, blanquecina y llena de agujeros, no había visto la cera en su vida. De poco me hubiese servido pedir otros porque estaban todos por un estilo. Estos eran unos dynastar, no recuerdo el modelo. Por si fuera poco, con lo pesada que estaba la nieve y diciéndole al tío que esquío fuerte, va y me pone las fijaciones al 6, ni puta idea.
Gustavo viendo el percal, se fue a otra que se llamaba Patrick Sports un poco más arriba y cruzando la calle. Eran unos Rossi Bandit de la temporada pero con el mismo mantenimiento que los míos, un desastre. Si optáis por alquilar, probad cerca de la caseta de los guías, en Snow Legend a ver que tal.
En fin, legamos arriba otra vez con otro día espectacular. Detalle del remonte, si se sale el cable de la polea, no sería yo el que subiese a meterlo… (ampliad la foto y veréis porqué)
Peregrinando a coger el primer remonte:
Llegamos, nuestro objetivo está al fondo a la izquierda, la entrada al glaciar de La Rateau:
Aquí está Gus indicándolo:
Plató glaciar que se abre a nuestra derecha:
Se ve el camino de ascensión a la entrada del Glaciar que es por la pared de piedra que se ve al fondo. Empinadillo, no?
Justo en la primera vaguada que hay abajo a la izquierda en la foto anterior, Gus se para para descansar. Un anticipo de lo que se nos avecina:
Seguimos ascendiendo…
En el tramo final decidimos quitarnos los esquís porque la nieve estaba demasiado humeda y pesada. Eso unido a la pendiente hacía que dieses un paso para adelante y dos para atrás. La pala era solana y la nieve se estaba poniendo super papa.
Si ampliáis esta foto se ve el saque que hay al plató glaciar al fondo
…que es este….
Esta foto que viene es una pasada, pero no se ve nada si no se explica. La huella que se ve es la correspondiente al paso de los esquís y no cabe nada más. Como es normal, es una huella plana y horizontal. Partiendo de esa base se puede uno imaginar el desnivel de lo que hay debajo, y al fondo la primera curva de entrada al muro. Aquí el corazón me iba como a 160 y la sensación de mareo a causa de lo expuesto de la bajada y la magnitud de la montaña empezó a preocuparme seriamente.
Por si la cosa fuese poco seria, Gus empotró una bota en el saliente que se ve abajo en el centro y estuvo a punto de caerse. Yo me estaba poniendo cada vez peor, así que le pedí que tirase hasta la curva y que me dijese como estaba el tema, en una pala anterior había pegado abajo en roca por falta de nieve y esta tenía una pinta muy parecida. Efectivamente, en el primer giro que hizo afloró un montón de piedra. Me aconsejó que no bajase porque apenas si quedaba sitio con nieve sin tocar y el riesgo de engancharse y caer era muy alto. No puedo decir que no me alegrase de recibir su aviso e inmediatamente comencé a recular puesto que ni de coña se podía dar la vuelta y quitarse los esquís era una locura. Me llevó casi 10 minutos deshacer un trecho de apenas 10 metros y os aseguro que me parecieron 20. Para colmo, al bajar esquiando por donde había subido rompí una loncha de nieve primavera de medio metro de grosor que me llevó arrastrando unos 20 metros como si me hubiesen amarrado los pies. La nieve se desplazaba lenta así que enseguida me di cuenta de que me pararía en el primer cambio de rasante, era cuestión de dejarse llevar. Una risilla nerviosa me salió cuando pensaba la vergüenza de tener que contarlo algún día tal y como os lo cuento ahora, pero no fue nada mas que una anécdota, por suerte.
Si os fijáis en la siguiente se ve a Gus o menos en el centro de la foto intentando medir con los bastones la pendiente. No supo o no pudo hacerlo. Lo de la parte inferior es la huella de dos esquís en paralelo, plano y horizontal para que toméis referencias, la bajada cae tanto que apenas se ve. Ampliad la foto, merece la pena.
Esta es una foto ampliada de la bajada vista desde la cara opuesta, desde la parada intermedia. En la vaguada es donde saqué a Gus con los pies colgando y un poco mas arriba y a la izquierda se ve la huella del primer viraje hacia abajo:
Y esta otra sin ampliar tanto.
Os acordáis de esta, ampliad la foto y mirad al fondo en la parte superior izquierda, sorpresa!!!!
Día 4.- No os lo vais a creer, pero amaneció así…
Después de preguntar a los locales, decidimos ir a Serre Chevalier, otra de esas estaciones “pequeñitas” relativamente cerca de aquí.
El camino se nos hizo corto porque el paisaje era sorprendente, especialmente en esta época del año:
La estación tenía la base a 1500 y estaba formada por la unión de otras 4 estaciones haciendo un dominio esquiable del copón bendito, os dejo con algunas fotos. Por cierto, el día mejoró bastante como vais a apreciar.
La Meije al fondo:
Nos dolían hasta las orejas, las agujetas eran como para reírte…
Chalets en medio de las pistas…
Los puntos de encuentro de la escuela de esquí ocupaban toda una plaza…
Y con esta foto final de la pandilla aventurilla cierro este repor que espero haya sido de vuestro agrado. Por mi parte os aseguro que es un viaje que nunca olvidaré a una estación a la que hay que ir si realmente te gusta el freeride. Apuesto que no desmerece en absoluto al heli esquí y el coste es como de risa. Ojala pueda volver en febrero…
Gracias a Kickass por sus consejos, a dos foreros por sendos reportajes que me incitaron, Jet Ski y otro cuyo nombre y reportaje no encuentro por ningún lado; a Pepe por hacer posible esta página, al resto del grupo de Vail del año pasado porque no pude escaparme a Kicking, pero se que a esta os hubiese gustado venir; al Yeti por no haber podido venir, al Animal por no haber querido venir ( se que quieres mucho a tu mujer, la decisión fue difícil) y, por supuesto, a Gustavo porque a pesar de su estatura es un tipo de altura como persona y como esquiador.
Próximos viajes:
Alagna
Chamonix – Argentiere.
Para Canadá y Argentina todavía no me llega
VAAAAAMOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSS !!!!!!!!!!!!!!!