Un dia en la bella Belalp
06h30m, me despierto, no es fácil, para mi son las 05h30m, pero solo me cuesta el tiempo que tardo en recordar que voy a esquiar y que voy solo, es algo que siempre he querido probar y el hecho de tener un domingo libre en un viaje de trabajo me permite hacer todo, cuando, como y donde quiero, es una oportunidad única y hay que aprovecharla.
Sobre las 07h15m llego a Iselle, donde voy a meter el coche en el tren para pasar el túnel del Simplon hasta Brig, ya en Suiza.
El túnel del Simplon tiene 19.800m, su construcción empezó en 1898 y fue inaugurado en 1906, el recorrido dura unos 20 minutos y es algo claustrofóbico, uno va en el coche, solo se ven algunas luces del ten y la galería solo tiene un poco mas de espacio que el suficiente para el paso del tren, además me es imposible dormir un rato ya que el tren se mueve por todos lados.
En esta imagen se tiene una buena idea del recorrido del tren y uno no puede dejar de pensar como ha sido posible hacer una obra como esta hace mas de 100 años.
Una vez llegado a Brig me dirijo a mi destino: Belalp, una estación que me ha parecido tranquila, que espero no tenga demasiada gente al ser domingo y que con sus 55km de pistas (descontando la bajada al valle, que es una carretera para bajar mas que una pista, tendrá unos 45 km) me parece perfecta para un día de esquí.
Llego antes de las 09h00, el teleférico que sube hasta las pistas ya esta funcionando pero antes debo de alquilar el material, puesto que para un día no me he traído el mío, no resisto a pasear un rato por la parte vieja del pueblo de Blatten bei Natters, que se encuentra a 1.320m, justo al lado de la base del teleférico.
El esquí puede esperar un poco. Blatten bien merece el paseo... es un pueblo absolutamente encantador muy bien conservado, sus orígenes agrícolas son bien evidentes en las construcciones tradicionales del Valais. Saco unas cuantas fotos y me imagino pasando unos días en una de esas casitas, perdiendo la noción del tiempo... y finalmente me voy a esquiar.
El teleférico me deja en la verdadera base de las pistas, a poco mas de 2.000m, las pistas suben hasta los 3.112m, es un buen desnivel y hay mucha nieve, poca gente y todo tiene una pinta magnifica. Se debe de estar de maravilla en los chalets que hay aquí arriba en medio de la parte baja de las pistas, donde los esquiadores se cruzan con gente que pasea a pié con toda tranquilad sin que se adivine el mas mínimo problema entre unos y otros.
Las pistas están casi vacías, se puede esquiar a gusto y con espacio.., solo un único pero y es que se nota que va hacer calor y la orientación de las pistas es Sur. Hay que aprovechar bien la mañana porque las condiciones van a ser primaverales.
Pero cuando digo que hay que aprovechar no significa que se esquié a saco y nada mas, es un lugar que invita a la tranquilidad y no me resisto a parar a menudo para sacar fotos o simplemente para contemplar las vistas…y sacar unas cuantas fotos mas.
De repente, veo una forma que me es familiar, es el Matterhorn al fondo, con el Weisshorn, que pasa de los 4.500m, a su derecha.
Subo un poco mas, saco unas fotos de las pistas, son buenas y sin apenas gente, y el Matterhorn esta siempre presente.
Bajo por la negra numero 9, se llama Gletscher (glaciar) y debe su nombre a la vista que tiene sobre el Aletsch, el mayor glaciar de los Alpes y me quedo un rato contemplando el escenario que es sencillamente majestuoso.
Recupero el aliento en la terraza del Hotel Belalp, también parece muy acogedor para pasar un par de días, pero de momento me limito a tomar un chocolate caliente mientras disfruto del paisaje y del sol.
Estamos en Suiza, los suizos son buenos negociantes y no es raro encontrar una tienda de souvenirs al lado de una pista, me resisto a comprarme un queso aunque me apetezca.
Son las 11h30, es hora de subir a la parte superior de la estación, para eso hay que coger el Hohstock, el telesquí mas largo que he visto, con 1.520m de largo y con vistas a un circo de rocas y nieve absolutamente increíble.
Desde arriba, se puede volver hacia atras bajando por un par de negras o pasar por el túnel construido en 1984 que da haceos a la mejor pista de la estación: la numero 1, Túnel Westseite, donde la nieve ya debe de estar en buenas condiciones, ya que según me han dicho por la mañana estaba demasiado helada y con este tiempo suele cerrar sobre las 13h00 ya que el sol le pega fuerte.
El túnel desde dentro.
La pista es buenisima, es larga, larga, con unas vistas inmejorables, la pendiente no es demasiada pero mis piernas se resienten, la nieve empieza a estar un poco pesada ya que el sol le pega directamente... debería haberla bajado un poco antes y imagino como será esta bajada con nieve polvo…
De nuevo en la parte baja y todo sigue con la misma tranquilidad, la gente pasea entre los chalets.
Pero todavía no es hora de descansar, hay que aprovechar un poco mas antes que la nieve se transforme demasiado, subo de nuevo hasta la cota superior y bajo por las negras a las que se accede mediante el telesquí Hohstock, saco unas cuantas fotos mas de los paisajes.
13h30m: ahora si es tiempo de buscar una terraza para comer, bajo hasta Kuhmatte, la zona para los niños, me resisto a la idea de la fondue de queso pero un gulasch y una weisse bier me sientan de maravilla.
Esquio un par de pistas mas y decido marcharme, la nieve esta cada vez mas “papa”, estoy cansado y me esperan para cenar en Milan, me despido de los chalets y bajo en el teleférico.
Devuelvo el material y me doy un ultimo paseo por Blatten, imposible marcharme sin sacar unas fotos mas, no me canso de este pueblecito de fabula.
Por fin cojo el coche y en vez de volver por el tunel decido gastar un poco mas de tiempo y subo por la carretera del puerto del Simplon, construida en su primera versión entre 1801 y 1805 bajo las ordenes de Napoleón Bonaparte, otro hecho increíble ya que la subida hasta los 2.005m del puerto en esas fechas y con los medios de la época no debió ser nada fácil.
Unas ultimas fotos del antiguo hospicio y sigo mi camino, ha sido un día único en el que disfruté cada minuto, seguro que si puedo repetiré el programa, un mini-viaje para esquiar solo.