Para el día siguiente teníamos un dilema. Todos los grupos (2 argentinos, 1 vasco) tenían guía menos nosotros. Así que, qué hacer? Pues había que arrimarse a alguno. El primer grupo argentino eran muy lentos y tenían intención de levantarse a las 3 para salir como muy tarde a las 4 de la mañana. El segundo grupo argentino era muy numeroso y tenían intención de salir a las 4:30 y el tercer grupo, el vasco, él muy decidido quería hacer cumbre pero ella no tan decidida no lo tenía nada claro y también partían 4:30 – 5:00 de la mañana.
Ummmm, no lo teníamos nada claro. Levantarnos a las 4 para hacer 1500 m de desnivel, comenzar a andar de noche....., acoplarnos a un grupo (no money = no guía).
Estaba decidido saldríamos solos con las primeras luces del amanecer.
Y las luces llegaron.....
Y el sol también....
Eran las algo menos de las 6:30 para cuando comenzamos andar...
Nuestros cuerpos recibían con gran agrado los primeros rayos de sol....
La nieve estaba perfecta para caminar.
Y el paisaje ayudaba mucho... el volcán Quetrupillan y el Villarrica.
Enseguida dimos con el primer grupo. La chica de Bilbo con su guía. Ella no lo veía nada claro así que él se había unido al numeroso grupo argentino.
Rebasamos el refugio del Club Andino Junín de los Andes o CAJA (capacidad max. 10 pers.)
Un poco mas tarde dimos caza al segundo grupo, los argentinos que salieron en primer lugar. El guía no veía nada claro una zona, decía que la nieve no era muy estable en esa zona así que deciden no seguir.
Veo que el grupo no tira por donde parece la nieve más inestable así que decido darles caza. Mi padre decide que para él ya es suficiente y me dice que tire solo.
La nieve comienza a ser mas venteada, escarchada y de peor calidad.
Me temo que no subiré hasta arriba con la tabla.
Con el zoom veo una posible zona por donde descender, pero coincide con la zona de nieve inestable.
Pero cuando llego a la zona por encima de donde va el grupo (marcado con una X) decido dejar mi tabla. La nieve esta muy escarchada y dura como para poder manejar bien la tabla, la pendiente se endurece de forma muy brusca y el viento comienza a soplar de forma más intensa haciendo poco seguro el llevar la tabla en la espalda.
Doy caza al grupo y me uno a ellos.
Que pena que la nieve no este en condiciones, porque aunque siendo una pala bastante pronunciada, invita a deslizarse por ella.
Algunos compañeros del grupo se han quedado abajo, pero en la mitad de la pendiente tenemos otra baja. A uno de los chicos le entra una importante pájara que le imposibilita en proseguir. Así que el guía saca un saco de plumas, una botella de agua y una barra de chocolate, le mete dentro del saco bien anclado con un piolet, le da instrucciones de beber agua en tragos pequeños y de comer un poco de chocolate. Impresionante!
Eso si que es profesionalidad en los que uno se da cuenta del valor de ir con un guía sino se esta muy familiarizado con el medio.
Solo había que verle la cara de despreocupación de nuestro compañero.
Enseguida entramos en un laberinto de hielo. Imposible para mí poder maniobrar y disfrutar con la tabla en esta zona.
Pero con un ultimo esfuerzo...., llega la recompensa.
Cumbre!!!!
Joder, que cara de demacrado que tengo. Las montañas que llevamos a nuestras espaldas pasan factura, y unas cuantas mas que nos quedan todavía. Menos mal que no estoy con mi madre, sino tengo bronca fijo.... je-je....
Una foto de “full equip”.
Y como no unas panorámicas.....
- Volcán Puntiagudo y Ososrno.
- Volcán Tronador....
- Y como no... el Villarrica.....
El descenso comenzaríamos con mucha precaución.
Hasta que pasamos el laberinto de hielo y nos metemos directamente en la “zona de nieve inestable”
No hay mas que ver que con que cara de acojonaus que bajamos. Una nieve que aunque a la hora de la ascensión parecía muy dura y acartonada, la dureza de sol primaveral la ha transformado a mucho más manejable.
Ah! Y de zona inestable.... na de na! La nieve estaba muy bien asentada, si es que hay mucho enteradillo por ahí....
Una pena no tener la tabla desde este punto, porque la nieve se dejaba deslizar.
Una vez llegado al punto que había dejado la tabla, comienzo el descenso en solitario. Una pena que no haya nadie conmigo y así poder inmortalizar el descenso con algunas fotos...
Pero como siempre os lo marco en la foto...
En el descenso no tengo ninguna huella como referencia de lo dura que estaba la nieve a primera hora, así que me dejo guiar por la intuición y por las palas mas apetecibles.
Por momentos dejo de ver el cráter.....
El altímetro me marca ya la altura del refugio y no hay ni rastro de él.
Sigo descendiendo 200 m. mas y ni rastro del refugio.
Me oriento por el cráter, las montañas y los lagos....
Y me doy cuenta de que me he desviado un poco hacia la izquierda según bajaba, así que toca rectificar.
Tabla a la chepa y en busca del refugio perdido.
Paso un par de barreras rocosas y enseguida lo diviso, pero como me temía he bajado de altitud y me toca una pequeña subida hasta el refugio.
Subida que como no contaba con ella se me hace un poco pesada por la calidad de la nieve, por el calor, por el cansancio.... en fin, gajes del oficio.
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