Este año, y todavía con las buenas vibraciones de nuestra última escapada a Alpes en nuestras neuronas, decidimos volver a Tres Valles.
El viaje cansado -1300 km son muchos kilómetros- pero con la emoción de calzarnos los esquís y empezar a disfrutar de la nieve se nos pasó enseguida.
El sábado 5 Les Menuires nos recibió con una importante nevada y, después de cenarnos una deliciosa raclette en Le Chalet du Capricorne, paseamos hasta el apartamento disfrutando del paisaje y deseando que los Reyes Magos nos dejasen una buena capa de nieve recién caída para nuestras primeras bajadas de la temporada:

A la mañana siguiente, el día amaneció muy gris, pero poco a poco fue mejorando y a media mañana pudimos por fin mitigar nuestra ansiedad y calzarnos los esquís para hacernos algunas bajadas en el sector Menuires:



En esa zona había bastante gente, así que decidimos ir al sector Masse. La nieve estaba espectacular, y las pistas eran de lo más divertido, así que hicimos un par de fotitos y… ¡¡¡a esquiarrrrr como locosssss!!


Por la noche, otra nevadita para ir acumulando centímetros:

El lunes amaneció nuevamente gris y nevando de forma intermitente. El tiempo era de lo más desapacible y la visibilidad cero pelotero, pero aún así nos pertrechamos con nuestros equipos y pusimos rumbo a Val Thorens. Allí nos encontramos con que las condiciones eran mucho peores y regresamos a Les Menuires:



El martes ¡¡¡por fin!!! pudimos ver el sol y, ante las nefastas previsiones climatológicas que teníamos para los días siguientes, decidimos aprovechar y nos fuimos a Meribel y Courchevel. Fotos las justas porque había que aprovechar el solecito para esquiar. Aquí os dejo algunas que hicimos desde el telecabina Lac du Lou:



El miércoles pusimos rumbo nuevamente a Val Thorens. El día fue muy frío pero las pistas estaban muy bien y pusimos disfrutar de unas cuantas buenas bajadas tanto dentro como fuera de pista (aunque la pista negra Arolles dio algún que otro quebradero de cabeza al personal):



El jueves otro respiro climatológico y otra jornada de sol, así que decidimos repetir en la zona de Val Thorens. Desde el telesilla Boismint pudimos disfrutar de esta espectacular vistas del valle de la Tarentaise (con Les Menuires en el centro de la imagen):

Y este era el aspecto de Val Thorens desde la pista Blanchot:

Después subimos a Cime de Caron, desde donde dicen los lugareños que se ven más de 1.000 picos de Los Alpes:
El viernes sopló un viento infernal durante todo el día, así que optamos por el “turismo alternativo”, jejeje:
El sábado, y cumpliéndose todas las previsiones, nos cayó un buen nevadón, así que hizo falta tirar de pala y cadenas para sacar el coche y decir adiós a una parte del grupo que regresaba ya a España:

Así amaneció nuestro coche:
Y un detalle que no puede faltar en todo reportaje que se precie… ¡¡¡la dedicatoria para toda la familia Nevasport!!!

Y por supuesto… ¡¡¡la dedicatoria para nuestros amigos del otro hemisferio!!!

La verdad es que estas nevadas dejan unos paisajes preciosos:


El domingo lo razonable habría sido emprender viaje prontito para llegar pronto a casa, pero ¿cómo resistirse a este día tan bonito y a esta nieve tan apetecible?






Y aquí termina nuestro viaje a Tres Valles… y comienza la cuenta atrás para ¡¡¡St. Anton!!!