Chepelco, considerada como una de las estaciones de esquí mas pintorescas de la Patagonia, dista 430km de la capital de la provincia de Neuquén, 1600km de Buenos Aires, y poco menos de 250km del famoso Bariloche.
Como si fuera una tierra mágica, Chapelco seduce con paisajes de ensueño, la calidez de de cada uno de sus rincones y de su gente y por supuesto sus pistas, cada una con “personalidad” propia, y que se entrañan como venas en un frondoso y milenario bosque de Lengas, lo que lo hace único en Sudamérica.
Niños, jóvenes y grandes, sea cual sea la condición de esquiador, esta estación propone opciones para todos. Sus 31 pistas, con diferentes longitudes y pendientes, no dejan de satisfacer desde el aprendiz hasta el más audaz sobre tablas. Los amantes de snowboard, además de deslizarse por las pistas de Chepelco, poseen su propio Terrain Park.
Pero como el esquí o el snowboard no es cosa de todos, Chapelco ha diseñado un abanico de posibilidades que buscan un contacto muy personal con la naturaleza, en su forma más pura y con vivencias inmejorables. Un viaje en husky atravesando campos de nieve polvo entre el bosque de Lengas y al mando de un trineo, paseos en motos de nieve y extensas caminatas con raquetas de nieve, entre otras posibilidades.
Caminos, atajos angostos y desafiantes, pistas anchas y extensas, conexiones, numerosas combinaciones, espectaculares fuera de pistas y nieve polvo la mayor parte de la temporada, hacen de Chapelco una estación muy particular, emocionante, muy entretenida y excelente para toda la familia.
Descenso hacia la base, Lago Lacar de fondo y telecabinas encima
Típico camino de Chapelco
Para aprendices:
Yo tuve la oportunidad de aprender a esquiar aquí hace unos años atrás. El plantel de instructores, tanto en esquí como en snowboard, es numeroso y altamente capacitado. Las condiciones del terreno, la experiencia de los profesionales, y la infraestructura en general hacen de la escuela de esquí y snowboard de Chapelco no solo la más prestigiosa de Sudamérica, sino una de las más seguras y confiables del mundo.
Pista 63. El clásico de los recién empezados.
Las pistas de Chapelco, juegan un rol fundamental en el aprendizaje del deporte. A diferencia de otras estaciones, consta de pistas verdes especialmente adaptadas y con pendientes variables. La más destacada y de lo que disfrutan todos los visitantes de Chapelco, es el maravilloso Camino, que parte de la zona media del complejo uniendo la base, con un recorrido total de 4km. Los famosos “atajos”, son caminitos muy angostos que se ramifican, conectando distintas pistas entre si. Estos se introducen en el bosque y constituyen más que un atajo, un mero divertimento. Algunos son extensos, con pendientes interesantes y terreno sinuoso y hondonado. Yo particularmente, no me terminé de hacer muy amigo de estos atajos, pese a que todos los disfrutaban jajajaja.
Muy cerca de la base. Vista a pista roja Balcones en sus dos trayectos posibles. Al costado, telecabinas de Chapelco.
Grupo de aprendices.
Subiendo por la ex silla Doble, este año reemplazada por una cuádruple.
Subida por telesilla cuádruple Del Bosque. Lago Lacar de fondo.
Espectacular descenso y un marco paisajístico de ensueño.
Telecabinas de Chapelco.
Tras intensa nevada
Los avanzados:
Pasando de pistas verdes, y por una numerosa propuesta de pistas azules excelentes y cambiantes (personalmente “Pioneros” y “Del Bosque” fueron las que más me gustaron en esta dificultad), llegamos a las pistas rojas, por cierto con pendientes de hasta 45º. Uno de los “personajes”, por llamárselo de una forma, es el Cerro “Teta”. Su nombre ya nos dice todo. Y es que efectivamente tiene una forma perfecta a la de un pecho femenino (foto), dicho con delicadeza. Esto me causó mucha gracia. Subiendo por este cerro (telesilla que se observa al fondo), en la silla Cuádruple, hasta su “pezón” helado a casi 2000mts de altura, se accede a la mayoría de las pistas más desafiantes de Chapelco. Este cerro ofrece un terreno medianamente lizo, por lo que deslizarse por sus laderas es una experiencia más placentera. Y sobre todo, el paisaje a esas alturas es descomunal. Desde aquí se tiene acceso a algunos fuera de pistas muy atractivos, al menos a la vista, puesto que mi nivel de esquiador me condiciona su descenso. Sin embargo, el punto más alto de Chapelco, a escasa diferencia del “Teta” se encuentra en la ladera del Co. Escalonado, al cual se accede por un medio de tipo arrastre, permitiendo acceso a 2 de las pistas rojas más atractivas del complejo: “Filo” y “Slalom”, y al fuera de pista más desafiante de todos.
Cerro Teta de fondo y telesilla cuádruple “escalándolo”
Preparando el descenso por la pista roja “Filo”
Descenso por camino de travesía, bordeando el Teta sobre las nubes.
Soga de arrastre hacia “El Filito” sepultada bajo la nieve.
Izq. Pista “Filito”, en la parte central, arrastre hacia “El Filo” y “Slalom”, derecha, se asoma la cima del Cerro Escalonado.
Volcán Lanín majestuoso, visto desde las pistas de Chapelco.
Subiendo por pista cuádruple. Hacia abajo, inicio de pista azul “Del Bosque”, hacia el fondo, pista “Filito”, “Filo” y “Slalom”
Ascenso por silla cuádruple, hacia la cima del Teta. Debajo, las pistas “Directa” y “Norte”. Hacia el fondo – izquierda, el paraje Graeff e inicio de pista “Italianos”, una de las más extensas y atractivas (opi. personal) de Chapelco.
Después de esquiar, sigue lo bueno.
La estación consta de una serie de paradores, tanto en la base como en el sector intermedio. Apenas arribamos a Chapelco, es decir en su base y cerca de las boleterías, nos encontramos con un restaurante muy coqueto (foto), donde cada uno se sirve a su gusto, tanto comidas frescas como calientes. Los platos más elaborados, se sirven aparte. Mi experiencia en este paraje no me hace basilar al decir que su comida es muy buena, y la calidez del lugar inmejorable. Además, comparado con Antulauquen (paraje en la parte media de la estación y el más popular), ofrece más espacio, exclusividad y por sobre toda las cosas, paz.
En referencia a este último, Antulauquen ofrece un ambiente más alterado, tanto juvenil como familiar, ubicado estratégicamente para que quede al paso de casi la mayoría de los esquiadores. Aquí se puede escoger entre una variada propuesta de menú. Las media tardes en este paraje, son de lo más reconfortable. Los platos más solicitados, particularmente por una cuestión de precios, son los calientes y de cocina rápida, como panchos (hot dogs), hamburguesas y lomos, o pizza. La comida está muy bien, los precios, para un argentino, algo zafados y el movimiento de gente es muy importante.
El paraje está dispuesto en forma de L, repleto de ventanales que le otorgan más amplitud de la que tiene y con una vista al valle y al bosque de lengas. Pero no cabe duda que la meca de los bocados de repostería, se luce en su máxima expresión en el sin igual “Abuela Goye”. Ya es sabido que los chocolates de la Patagonia Argentina, se los considera como uno de los mas calificados del mundo, y tanto en San Martín de Los Andes como en Chapelco, ningún lugar más pintoresco como Abuela Goye. Eso si, mejor consultar los precios antes de dejarse seducir por lo que se expone en los estantes!! La Casita del Bosque, el Rancho y Los Techos, entre otros, completan la serie de pintorescos parajes de montaña.
(Reitero esta imagen) Paraje “Casita del Bosque”, en el sector Pradera del Puma, uno de los más bellos de Chapelco y el más apartado. De aquí, acceso a pistas “De la Pradera” y “Del T-Bar”.
Paraje “Antulauquen”
Antulauquen sucumbido en nieve.
Y a punto de desaparecer…
Tiendas en la base de Chapelco muy nevadas... un paisaje no muy habitual en los sectores bajos de la montaña.
Vista al centro de alquiler de equipos e informes. Foto reciente de Chapelco… Nótese que las telecabinas cambiaron a un aspecto más alegórico.
Algunos datos técnicos en resumen:
Mapa general de Chapelco.
Chapelco consta de 31 pistas, verdes en su minoría, y azules y rojas en casi igual número. La longitud máxima posible de descenso ininterrumpido, además del Camino de 4km de extensión, se logra mediante la combinación de algunas pistas que unen la cima con la base de la estación, completando un tramo de 5,4km. Hay un total de 10 medios, no de lo más modernos, de los cuales, el más extenso y antiguo, será remplazado esta temporada por una silla cuádruple de última generación. Esto era algo indispensable. El complejo es uno de los pocos en Sudamérica que constan de un telecabina, que en alrededor de 12 minutos nos traslada desde la base hasta el sector intermedio. Desde mi punto de vista, al menos el 80% de la estación se halla dominada por el bosque de Lengas, tan denso como bello, mientras que el resto es nieve desprovista de vegetación, producto de la altura. El punto más alto está a 1980mts de altura, pero el más concurrido es el Cerro Teta, a 1970mts.
El paisaje, aparte de Lengas, lo completan un verdadero retrato de montañas y lagos infartantes. El lago que se destaca es el Lacar, mientras que la cumbre que sobresale es el Volcán Lanín (inactivo), de unos 3500mts de altura y que forma parte del Parque Nacional Lanín, en las proximidades de San Martín de Los Andes.
Clima:
Chapelco se halla dominado por las cuantiosas precipitaciones características de los Andes patagónicos. Gracias a ellas, hoy se puede apreciar un paisaje verde, completamente repleto de bosques, y lleno de lagos de deshielo. El clima en verano es agradable, y es la época “seca”. El invierno, llega descargando mucha humedad. Es así, que las nevadas en Chapelco suelen producirse cada cierto lapso de días con sol. Al sucederse, pueden permanecer durante algunos días pero rara vez son intensas. Aún así, Chapelco se maneja con buenas cantidades de nieve, que permanece en buen estado gracias a la poca variabilidad térmica durante del invierno, que suele mantenerse fría, entre 0 y 7 grados aproximadamente. En días de mal tiempo, las temperaturas suelen descender a -5 grados o mucho menos. Por todos estos factores, la estación fría suele ser muy extensa, llegando a dar nieve por una temporada de 120 días (junio a octubre). Chapelco no consta de un sistema de fabricación de nieve artificial. Por ende está subordinado a los caprichos de la naturaleza.
En verano…
Chapelco funciona durante todo el año, en tanto que el verano no se queda atrás. Es durante la época estival que la estación se convierte en un paraíso de montañas verdes, pastizales y flores, que conjugan todo tipo de tonalidades, y hacia abajo, siempre visible el Lago Lacar, el espejo de agua más cercano a la estación, de muy grandes proporciones y que se encarga de bañar las costas del poblado San Martín de los Andes, a tan solo 20km de Chapelco y uno de los más lindos y desarrollados espacios urbanos de la Patagonia Argentina. Además, mountain bike, golf en el exclusivo club de Chapelco, trekking y andinismo, se suman a la oferta de turismo aventura. Para los que buscan un toque de diversión, el principal atractivo es un muy extenso y sinuoso tobogán, que desciende por algunas de las pistas de la estación y los que se atreven se lanzan en carros.
Majestuoso Lanín.
Y dónde dormimos?
Chapelco no tiene alojamiento propio, pero esto hace aún más interesante la estadía, puesto que nos exige alojarnos en el maravilloso San Martín de Los Andes. Como ya dije, es un muy atractivo pueblo de montaña. Muy bien dotado de todo tipo de servicios y con alojamiento de cierta gama de costos. Este paraje asombra por sus paisajes, estando entre los más bellos de Los Andes. Tiene como costanera el Lago Lacar, en el que se hace navegación tanto turística como deportiva. Tiene acceso a todo tipo de actividades de aventura. La oferta de hospedajes va desde hoteles de lujo, hasta cabañas en complejos con servicios de primer nivel. Yo tuve un tiempo compartido en uno de ellos, y son excelentes. Como se encuentran en las laderas de los cerros aledaños, ofrecen una paradisíaca vista. La gastronomía, se halla dominada por platos tradicionalmente patagónicos, y por supuesto, el infaltable chocolate. Los precios de las consumiciones no son una locura, aunque cueste creerlo. Todo lo que sea repostería, incluido los helados artesanales y algunos servicios como telefónicas e Internet, es lo más costoso.
Atractivos hospedajes en San Martín de Los Andes:
Típica calle del pueblo.
Otra forma de contemplar:
Vista general al pueblo. Lago Lacar de fondo.
Típico paisaje en los alrededores.
Disfrutando del paisaje a bordo. Volcán Lanín de fondo.
Ver para creer…
Esto no es una pintura…
Y de despedida, uno de los anfitriones de este paraíso: el Lenga.
Hasta aquí llego con mi reportaje. Fui yo testigo de la belleza de este lugar y realmente no veo el día de volver a deslizarme por la frescura de Chapelco. Lo recomiendo mucho. Naturaleza, calidez, buena nieve, pistas increíbles y todas distintas, y un paisaje que deja sin palabras. Me resta aclarar, que Chapelco no es una estación muy costosa, en lo que se refiera a pases de medios y escuelas de esquí.
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Espero que os haya gustado. Es un lugar que deja mucho para hablar y quería compartirlo con ustedes en estas páginas.
Salu2!!
