La primera parte de viaje la pasamos en la bonita cuidad de EStocolmo,
Una ciudad realmente preciosa de la que quedamos, tanto Raquel como yo, maravillados
Posteriormente nos trasladamos al norte de Suecia, en concreto a la ciudad de lulea, donde nos esperaba Fredy.
Alquilamos un coche y cruzamos la frontera de Finlandia hasta llegar a la que se considera la capital de la Laponia finlandesa, Rovaniemi. Pequeña ciudad norfinlandesa que vive de las actividades de deporte de invierno y famosa por ser la casa de Papá Noel, ilustre personaje que habita en esta ciudad. Al que fuimos a visitar a su casa en el mismo Círculo Polar Artico.
Pero nuestra verdadera intención no era ver a Papá Noel sino realizar una excursión por la Laponia en moto de nieve.
Otra forma de disfrutar de la nive,
primero conduces sobre un río helado para posteriormente introducirte en un frondoso bosque, donde no te puedes salir de la pista ya que no hay sitio entre los arboles
Luego continuas la excursión por un lago helado y otra ladera del bosque mas bonita aún si cabe que la anterior. Una de las pocas formas de conocer algo de la espectacular naturaleza que hay por esas latitudes
Tras nuetro periplo por tierras Finlandesas volvimos a Suecia, a lulea, ciudad costera que por estos meses tiene el mar congelado y sobre el que han habilitado una carretera de hielo
Y por supuesto, no podía volverme de Suecia sin esquiar, aunque sólo fuera un día.
La pena fue que no hay ninguna estación que merezca la pena cerca de Lulea y tuvimos que conformarnos con unas pistas que hay cerca de la ciudad. Mattsundsgarden una ladera de tres pista que sólo abre 3 horas al día de 18:00 a 21:00.
Pero bueno algo es algo y allí que nos fuimos
Esta es la caseta de la cafetería y venta de forfait
Una de las pista con Fernado y Fredy
Aquí estoy yo con Fredy
Una vista panorámica de lo que podría ser la "estación" donde se ven las otras dos pista, con la zona de bumps y saltos
Desde lo alto,con la planicie sueca que nos rodea. Todo arboles y algún rio y lago helados
Para Fernando este era unos de los primeros días de esquí, Aquí le vemos practicando.
Entre bajada y bajada se nos llego la noche y encendieron los focos, una experiencia nueva esta de esquiar con luz artificial.
Pues esto es todo lo que dio esa tarde de esquí,
unas cuantas bajadas y unas risas con las caídas de Fernando, yo también me traje una pequeña afección de garganta que hizo que no pudiera disfrutar de las últimas nevada caídas en nuestra querida piel de toro.
No se trataba de un viaje de esquí, como ya dije al comienzo, pero no podía dejar pasar la ocasión de esquiar, aunque sólo fuera en una pequeña estacioncilla, en Suecia.
Un saludo a todos.