Semana desastrosa en Val Thorens.
Os cuento en pocas palabras la semana de esqui que mi novio (ya no puedo llamarle “marío” hasta que no lo sea de verdad, lo que son las leyes ein?) y yo hemos pasado en Val Thorens, del 24 de febrero al 2 de marzo.
En resumen: vaya mieeeeeerda de semana, la peor con diferencia de las veces que hemos ido a los alpes. Para quitarle a uno las ganas de volver, la verdad. Y nadie tiene la culpa, es simplemente el tiempo, que es así de jodido. Yo quería asegurarme que hubiera nieve, y vaya si la ha habido. Nos hemos jartao de nieve.
La semana ha sido nieve, nieve y más nieve, niebla, viento, visibilidad nula, y en los escasos momentos en que ha asomado el sol, cágate lorito, porque entonces te das cuenta de que estás en los alpes franceses en TEMPORADA ALTA. Y yo que creía que eso solo era que los apartamentos están más caros. ¡Ja ja! Qué iluso. Jamás en mi vida he visto colas como esas, ni en Sierra Nevada, que ya es decir. Tonto de mi, acostumbrado a ir en la semana de después de reyes que no hay ni un cristo, no veas la alegría que me he llevao. Lo dicho, para no volver. Es decir, que no vuelvo vamos, al menos en estas fechas, y me estoy pensando muy mucho lo de montar estas historias con tanta antelación sin tener un mínimo de seguridad de cómo estará el tiempo, porque se deja uno la pasta y las vacaciones y vuelve con un cabreo de mil pares de narices, y una cara de gilipoyas que ni te cuento... Con este ya van cuatro chascos que me llevo, pero este desde luego, el más gordo de todos.
Aun así, hemos hecho fotillos. Ya que no se podía hacer gran cosa...
El domingo 25 a las 9 de la mañana, la cosa pintaba tal que así:
Aun así, con un par de narices, nos tiramos a la calle y con toda nuestra ilusión nos dispusimos a disfrutar lo que se pudiera. Fue poco.
En vista de que los enlaces con los 3 valles estaban cerrados y de que en Val Thorens había poco que rascar y no se veía un pimiento, nos dejamos caer por el Bulevard Cumin ese, que baja al lado del rio hasta Les Menuires. Nunca entenderé por qué esa pista es roja, si tienes que remar como un condenao tol rato, y encima me habían dado unos esquis defectuosos en la tienda de alquiler, que en vez de cera debían haberle puesto papel de lija o algo, porque aquello no resbalaba ni patrás. Los cambié esa misma tarde sin problemas, pero el dia me lo dieron.
De este dia no tengo más fotos porque no merecían la pena (todo blanco) así que pa qué. En Les Menuires tampoco había mucho (nevada brutal, visibilidad cero, pistas sin pisar...), y además no se podía volver a Val Thorens. Después de bajar a preguntar a la oficina de información, nos dicen que hay un telesqui, el Montaulvert o algo así, que es lo único para volver a Val Thorens. Para allí que nos fuimos, y os podéis imaginar la cola del telesquí, con toda la peña de Val Thorens despistaos como nosotros, queriendo volver a casa y meternos en la cama con siete mantas. Más de 40 minutos de cola en la tempestad, y luego para coger un teleski de esos que te lanzan parriba varias veces y te suben y te bajan por pendientes de más del 50% (eso ponía el cartelito).
Total, que cuando conseguimos llegar al apartamento, yo me supuse que mucho tenía que arreglarse la cosa pa que mi marío volviera a salir de casa con los esquís puestos, porque la cara le llegaba....
Y encima, tócate las narices, ese dia, ESE, y no otro, era el dia elegido por mi marío, desde hacía ya varios meses, PARA DEJAR DE FUMAR. En fin... quien haya pasado por esto, me entenderá, y a él también...
Segundo dia, lunes 26. Me levanto con más miedo que vergüenza y me asomo al balcón casi sin querer mirar.... fijaros, fijaros... se nota perfectamente la capita que había caido durante la noche:
La maquinita quitanieves del restaurante de enfrente nos ha dado información puntual del grosor acumulado. Qué majos estos chicos del restaurante, eslomaos deben estar de la nieve que han quitao.
De este dia, pues tampoco hay fotos. Salí yo solo, y me volví a la hora y pico con las orejas gachas. Todo cerrado y cuatro pistas azulitas de los alrededores de Val Thorens llenas a rebosar de regueros de hormigas atómicas de medio metro de alto con profe a la cabeza. Diossss cuanto p**o niño haciendo cursitos...
Dia 27. Ya sin ninguna esperanza, abro el ojo a las 8 de la mañana, me asomo al balcón, y.... ¡AAAAAAGGGGHHHHH!
La emoción nos embargó a los dos, nos abrazamos, nos besamos, en fin... pues eso, desayunamos los crispis rápidamente, hicimos los bocatas de atún con tomate más rápido aún y nos tiramos como locas a las pistas nevadas bajo ese sol radiante, dispuestos a hacernos al menos uno de nuestros míticos recorridos por los 3 valles. El plan: cafelito con crepes en San Martín, bajadita a Meribel por nuestra negra preferida después de disfrutar varias veces la Jesuralem, luego subida a la Saulire para hacer la pista roja que lleva a Courchevel, luego bajadita a La Tania, luego... luego a la mieeeeerda tó otra vez porque el Bouquetín está cerrao y no se puede pasar ni a Meribel ni a Les Menuires ni a San Martín por encima de la montaña. Así que a joderse y a bajar a Les Menuires por el caminito dichoso del rio que, como no, iba lleno de hordas de hormigas atómicas y muchos miles de franceses que pasaban por allí.
Cuando llegamos a Les Menuires, yo ya me imaginé que el dia, por mucho sol que hiciera, no iba a ser nada positivo. Nada más llegar a la zona de donde sale el huevo de La Masse, las colas eran impresionantes. Allí aguantamos la primera. La segunda cola (y definitiva), fue la del telesilla del Mont de la Chambre, para llegar arriba y poder tirar para San Martín. Fijaros qué cola...
En vista de cómo estaba el patio, decidimos acortar el recorrido y suprimir la parada en San Martín. Al llegar al Mont de la Chambre, decidimos bajar a Meribel directamente. Peeeero la pista del mismo nombre que baja a Meribel estaba sin pisar, echa un cristo y hasta arriba de miles y miles de muñequitos de colores que se perdían en la inmensidad... así que mi marío se negó a continuar, y decidió volverse al apartamento. En el camino de vuelta, hicimos un poco de práctica en nieve virgen. Nos salió bien, aunque con algún contratiempo:
Total, que me quedé yo solo, y me decidí a hacer un recorrido por Val Thorens, en vista de que los enlaces con las demás estaciones estaban en tan penoso estado. Me planteé el típico recorrido desde el funitel de Peclet hasta el funitel Grand Fond, subiendo en cada “bicho” que me encontrara en el camino.
Aquí una vista de la zona de La Masse, de Les Menuires
Una vista de la zona de Carón y Grand Fond, en Val Thorens
Pista tete ronde
Típica vista de Val Thorens desde la tete ronde, arriba del Funitel de Peclet. Ya se que no soy nada original, ya. Es que yo veo un cartelito de esos de “Haga su foto aquí” y no me puedo resistir...
Vista de la cima de Caron
Telesilla Moraine
Pista 2 combes
Me subí al funitel Grand Fond, creyendo que las pistas estarían pisadas. Nada de eso. Total, seguro que los de la estación conocían las previsiones y pa qué... El caso es que aquí empezó mi máster en nieve virgen, que consistió en bajarme todas las rojas y alguna negra con nieve virgen y bañeras, sin despeinarme ni descoñarme. Eso ya es un nivelito, ¿no? El estilo es otra cosa... menos mal que no hay vídeos...
Otra vista de ValThorens desde la pista Variante, bajando del Grand Fond. Se aprecia el estado de la pista, medio metro de nieve virgen y unas bañeras muy preciosas. No consiguieron tirarme al suelo ni una vez, que conste. Eso si, las piernas.... ufffff las piernas!
Les Menuires desde la misma pista. Así de lejos da el pego, pero mira que es feo el jodío...
Otra vista de la misma pista. Más que nada, pa que se note que estuve allí y sobreviví...
Luego bajé la pista Col de l’auzidin desde el Caron, y lo mismo, una roja sin pisar, destrozapiernas total. Ahí ya no tenía ánimos para echar fotos.
Y he aquí que la tregua llegó a su fin, y el megacopo de los co***es volvió a echarse sobre nuestras cabezas. Corriendo para casita que no veas como venía zumbando.
Ya en el pueblo huyendo del megacopo, dimos un paseito para buscar una farmacia y comprar unos chicles de nicotina. Por la calle se veían estas cosas...
Bueno, el concepto está claro ¿no? Nieve, había mucha nieve. Vaaale, ya no pongo más fotos de la cantidad de nieve que había...
Miércoles 28. No repito las fotos porque son idénticas a las del primer dia. Tormentazo de nieve a tó meter, así que nos quedamos en la cama tan a gusto.
Sobre las 12 o así veo que entra mucha luz... y me asomo, y... ¡ostras, el sol! Mi marío ya está desencantao de la vida y pasa de la nieve y de mí, así que me largo corriendo a aprovechar ese intermedio en mitad de la tempestad.
Y me digo... ¿a dónde voy? Miré los enlaces, y estaban abiertos, así que me dije, joder, vamos a sacarle algo de rendimiento al puñetero forfait de los 3 valles, y vamos a asomarnos aunque sea a Meribel, que no se diga... y allí que me fui.
La pista de Lac de la Chambre, lamentable, despeiná, llena de bañeras... una pista en la que hay que tirarse en schuss de ese porque sino te toca una remada de espanto, pues nada, no veas que schuss, saltando por encima de las bañeras. Y al llegar al huevo del Mont Vallon, cerrado. Y el megacopo que viene amenazando, así que nada, silla Cote Brune parriba y vuelta pa casa, que solo me falta que me cierren los enlaces y que me cueste la fiesta un taxi desde Meribel a Val Thorens.
En la sillita de vuelta, capté alguna imágenes chulas. La silla es la Cote Brune y la pista, la roja Venturon
Vista desde Mont de la Chambre
Y nuevamente el megacopo que no da tregua, hostigando a los esquiadores que, despavoridos, huyen hacia Val Thorens buscando refugio (yo el primero)
He aquí uno de los lugares donde más tiempo hemos pasado en esta semana aciaga. El magnífico centro deportivo de Val Thorens tiene todas las cositas estas que pusimos de moda los gays y que tanto les gustan a todo el mundo ahora. Que si baño turco, que si sauna finlandesa, que si piscinita con masajes, que si jacuzzi... vamos lo que hay en cualquier rincón de Chueca, pero sin reservados (qué aburridos que sois los heteros, de verdad... ). Por cierto que había por allí pululando una panda de españoles que les quedaba estupendamente el bañador, os mando un saludo.
Esta foto seguro que nadie se la esperaba. Pues si, soy así de vulgar, voy a poner una foto de la iglesia de ValThorens de noche y con nieve. Ea... (lo siento Pepe, en tu base de datos de fotos debes tenerla repetida como miles de veces, lo se, lo se...)
Jueves 1. La maquina quitanieves del restaurante de enfrente nos da puntual información de lo acumulado la noche anterior
Sigue nevando como si no hubiera más días. Me decido a salir yo solito y vuelvo a la media hora con la cara asaeteada por miles de copos tipo minigranizo que el viento hace que te duelan como si te clavaran agujas. Dia horrible de viento y nieve, casi todo cerrado, así que nada, no esquiamos nada.
Viernes 2. El dia se levanta más o menos igual, y os pongo la imagen diaria del restaurante de enfrente para que la comparéis con la del primer dia. Los palitos negros ya casi ni se ven...
Aun así, con un par, me voy yo solo a intentar hacer algo. Los enlaces 3 valles cerrados, y lo único abierto el puñetero caminito a Les Menuires. Allí abajo en el valle parece que la cosa está algo mejor, así que me voy para Les Menuires.
Hacía un poquito mejor tiempo, más despejado y con más visibilidad, y pude esquiar cuatro horitas por La Masse (solo primera parte) y por distintas pistas de Les Menuires. Enlaces con San Martín y Meribel cerrados por viento. Todos los remontes que suben más allá de media montaña, parados.
Esta foto está hecha en un momento especialmente agradable de la mañana
Finalmente, a la hora de comer, abrieron la parte superior del huevo Bruyeres y pude volver a ValThorens sin tener que repetir el suplicio del teleskí endemoniado (que tenía su correspondiente cola de al menos media hora).
En la bajada a ValThorens, me decidí a lanzarme por una negra con nieve virgen. Total, ya que no puedo esquiar casi nada, al menos que pruebe cosas nuevas. Me bajé la Marielle con más de medio metro de nieve virgen, sin caerme ni una sola vez. Vamos, que si me caigo me tienen que desenterrar con palas... Así que mira, al menos, algo positivo ha tenido esta semana horrenda. El máster de nieve virgen está superado.
Esta mañana a las 6 y media, seguía nevando a manta.
Eso si, la cota, muy alta. En Les Menuires llovía. Sería una pena que ya que la semana ha sido un desastre para algunos, los siguientes que vayan no puedan aprovechar la buena nieve por culpa de la lluvia... en fin... ya me contaréis los siguientes.
Pues eso es todo amigos, espero que os haya gustado. A mi no me ha gustado nada, pero bueno, ya que he hecho fotos... tendré que aburrir a alguien...
Un saludo!