Había cogido nieve de la noche anterior así que las pistas que tnían abiertas(menos de la mitad, pero nos cobraron 23 € en vez de 40) tenian una pinta estupenda, hasta pudimos hacer fuera pista
Paramnos a comer... ya en Suiza.
Pistas malas...
A última hora subiemo al pico, vista espectacular...
Bajamos por un camino y sorpresa! Un valle nuevo con remontes que no habíamos visto, vacío y con la nieve prefecta. Aprovechamos para hacer 2 bajadas a saco, y luego retorno y bajar esquiando hasta donde fue posible, a coger el huevo en la intermedia.
Llegamso abajo y un bar en la salida del huevo, con terraza exterior y barra calefactada, para que no se enfrían las manos.
Fuimo al pueblo y vimos en el interesport unos Lacroix con diamantes engastados, 45000 euros el par. Por supuesto, me los compre...
Volvimos al bar, a la parte interior, donde unas agradables señoritas que no eran nada incómodas de mirar bailaban para deleite de todos los presentes, especialmente de un italiano que creo que se tuvi que bañar en el río...
Nosotros acabamos de cena en S. Anton, previo paso por la piscina climatizada con canal exterior, una maravilla!
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