Paquito Fernandez Ochoa y sus Amigos Campeones

Algo había en el ambiente que nos indicaba que ese día, el 28 de Octubre de 2006, teníamos una cita con la historia, un hermoso amanecer, un sol y una temperatura que invitaba a acercarse a los pies de la Sierra madrileña, y la majestuosidad de “siete picos” nos daba la bienvenida a ese pequeño pueblo que se enclava a los pies de sus laderas: Cercedilla.

Un pequeño pueblo que hacia muchos años que no visitaba, nos recibía a todos los amigos de la nieve con los brazos abiertos, como siempre lo hizo en el pasado cuando de chaval llegaba con mis amigos cargados con nuestras mochilas a la estación de tren dispuestos a enlazar con el tren de Cotos para realizar esas caminatas que por aquel entonces nos parecían grandes hazañas.

Esta vez nuestra mochila iba cargada expectación, la gente de la nieve, la gente de la sierra y la gente de Cercedilla, tenían una deuda histórica con unos hombres y mujeres que durante años, y generación tras generación, quisieron y supieron vivir el “placer del esfuerzo” gentes que “subían andando hasta el puerto con aquellos esquís de entonces al hombro... para luego tirarse por sitios imposibles”…..

29 “Campeones de España ” y entre ellos Paquito Fernández Ochoa (quien con su victoria en el Slalom de Sapporo en 1972, se convirtió de esta manera en el primer y único campeón en unos Juegos Olímpicos de Invierno) iban a recibir un merecido homenaje, quizás un poco tardío, de manera oficial.



Llegamos temprano, pues aunque la cita era a mediodía, no queríamos perdernos los detalle previos del acontecimiento, ya por las calles del pueblo, la numerosa presencia de Guardia Civil, Policía y Voluntarios nos indicaba que la Plaza Mayor de Cercedilla iba a estar rebosante de gente y que iba a ser un acto multitudinario, y estas primeras impresiones no iban muy desencaminadas, cuando una hora y media antes con todo preparado ya se agolpaban cientos de personas buscando el mejor sitio desde donde poder ver y oír a todos los protagonistas de este día.

Ya estábamos allí, frente al ayuntamiento cuya fachada lucia un enorme cartel alusivo al homenaje que se iba a celebrar, fuimos recibidos por Mamen y Arancha, (responsables de la Fundación Municipal de Cultura de Cercedilla) mientras nos ubicaban en la zona de Prensa, nos expresaban su preocupación por que todo saliese bien, la verdad es que eran un manojo de nervios pues algunos de los planes previstos se vieron ligeramente trastocados debido a que iban a asistir en nombre de la Casa Real, las Infantas Elena y Cristina, y claro las medidas de seguridad y el protocolo eran bastantes complicadas que las inicialmente previstas por la organización.

Poco a poco iban llegando los vecinos del pueblo, forasteros, los homenajeados, sus familias y algunas de las autoridades que presidirían el acto, estos prolegómenos nos permitieron los primeros contactos y las primeras charlas con los asistentes.

Minutos despues llegaba Paquito, en silla de ruedas y acompañado de su madre, esposa e hijos era recibido con un cerrado aplauso y gritos de ánimo de todos los que allí nos encontrábamos.

Y ocurrió lo que para mi fue el momento mas entrañable y emotivo de la mañana, un momento del que tuve la suerte de ser testigo involuntario y que paso desapercibido para casi todos los que estaban esa mañana en el homenaje, las palabras al oído de un abuelo a su nieto cuando lo abrazaba, unas palabras llenas de amor y cariño justo antes de levantarlo orgulloso y enseñarlo a todos los presentes, que dejaban bien claro la calidad de Paquito como persona.



Minutos después llegaban las Infantas Elena y Cristina, en representación de la Casa Real, y daba comienzo el homenaje oficial.

Unas palabras de presentación de Olga Viza, dieron paso a los discursos de los responsables políticos allí presentes, que semblaron las trayectorias que como personas y deportistas hacian a Paquito y al resto de Campeones merecedores de este homenaje.

Aquellos sufrimientos de entonces traen ahora el reconocimiento publico de políticos y dirigentes, y aunque un poco tarde, porque ya han dejado morir el puerto, estos Campeones han conseguido un nuevo triunfo: el plan del museo de la nieve, anunciado públicamente en su discurso por el Secretario de Estado para el deporte Jaime Lizaveski, de esta manera algo queda de aquellos tiempos heroicos de entonces: una estatua para el recuerdo y, en el futuro, un museo para inspirar a futuros campeones y a actuales aficionados.

El homenaje continuó con la entrega de las estatuillas, copia de la estatua que seria descubierta poco despues. La primera estuatilla fue entregada por las Infantas a Paquito y el resto fueron recogidas por los Campeones que aun están con nosotros, o por los familiares de aquellos que disfrutan de las nieves perpetuas, de manos de las Autoridades allí presentes. Llegaba otro de los momentos mas esperados por todos, Paquito cogia el micrófono y con palabras sencillas nos dio una nueva clase, una clase de coraje, lucha y pundonor.

‘Pero que voy a decir yo en mi pueblo que ustedes ya no sepan…la verdad es que no atravieso buenos momentos físicos, me refiero, pero todavía tengo un poco de fuelle para poderles manifestar desde aquí y en nombre de mis compañeros esa sensación de gratitud de cariño de afectividad que nos va a unir de por vida desde que nacimos en este pueblo hasta que nos vayamos.’

‘Yo toda mi vida he hecho siempre las cosas que me han gustado, siempre he tenido ese impulso de hacer lo que me pedía el corazón.’

‘Es verdad que la vida para mí ha sido muy generosa y siempre he salido, si no victorioso, sí por lo menos bien colocado, o había otros se equivocaban y cogían el tercer puesto, y yo cogía el primero’

‘Desde mi tío manolo, que siendo yo un chaval me decía allá arriba en el puerto: 'paquito, tírate por ahí', y yo 'no, tío, no, tío'. 'Paquito tírate por ahí' y yo 'no, tío, que no, que me mato!'. ' Paquito Que te tires que te doy dos hostias!!!' Y claro, ahí al final, al final había una frase que me decía 'paco, tírate'. Y así he ido perdiendo el miedo'.

‘para mí ha sido muy fácil ser un buen vasallo, y lo he sido porque he tenido un buen señor'

Palabras, que emocionaron a todos los presentes, e incluso hacieron brotar lagrimas en los invitados mas ilustres..

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Y después de estas palabras, se descubría la estatua que representa a Paquito en el momento de subir al podio de Sapporo, y una vez mas las lagrimas fueron las protagonistas.



y como no, la foto de familia con todos los homenajeados y autoridades politicas y deportivas. Foto de famila de unos Campeones efectivamente, pero no por ello, mas importantes que todos aquellos que les precedieron sembrando la pasión por este deporte del esquí, un deporte de frío y sacrificio, padres y familiares que los iniciaron, compañeros de aventuras esquiadas y tertulias interminables, gentes que salieron de sus casas y de su pueblo para ir a buscar un futuro en otras montañas y otras laderas nevadas como instructores, pisters o montando las primeras infraestructuras de las estaciones del Pirineo.

Y a partir de aquí el protocolo se rompió, todo el mundo quería acercarse a Paquito, saludarle, darle regalos y desearle lo mejor, empezando por las Infantas que le leían una carta manuscrita del Rey Juan Carlos, amigo personal de Paquito y que instantes después le llamaba personalmente por teléfono. Instantes despues Paquito era llevado por sus familiares a su domicilio, visiblemente cansado y agotado.

El Acto oficial habia terminado, pero todos los que alli nos encontrabamos fuimos invitados a un pincheo por el Ayuntamiento de la Cercedilla, ¿la conversacion comun? por supuesto el Esqui; momentos de relajacion para todos los responsables pues todo habia resultado perfecto, charlas con antiguos amigos y conocidos y disfrutar de un buen rato de conversacion con aquellos pioneros de nuestro deporte. Era hora de marcharse, no sin antes hacernos una foto del grupo de Nevasport delante del Monumento a los Campeones.



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Lamentablemente y solo nueve días después de haber disfrutado de su compañía, Paquito Fernández Ochoa fallecía en su domicilio familiar de Cercedilla el dia 6 de Noviembre de 2006 rodeado de sus seres queridos.

Paquito: desde Nevasport te dedicamos este sencillo reportaje, porque eras un buen tipo.

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Nuestro Agradecimiento:

- Al Ayuntamiento de Cercedilla en las personas de Mamen y Arancha, que nos facilitaron todo lo que tuvieron a su alcance para este trabajo.
- A las voluntarias de Cercedilla que nos ayudaron a tomar algunas de las fotos.
- Y en general a todos aquellos que nos dedicaron un minuto de su tiempo para atender a Nevasport.

©Fotos: Raulasturias, Quione, Kitaro y Carol.
©Videos: Antena3 TV y Telemadrid

Nevasport-2006