El Valle de Arán en postales
Antiguo tranvía del Valle de Arán.
En el centro de los Pirineos españoles, ocupando un rincón al N.O. de Cataluña y confrontando con las tierras aragonesas y francesas, se halla la comarca catalana del Valle de Arán (La Vall d´Aran), comarca muy montañosa, de grandes altitudes y fuertes desniveles, enmarcando la cabecera del río Garona, en la vertiente norte pirenaica, cuyo río, después de largo recorrido por tierra francesa, vierte sus aguas al atlántico.
Debido a esta situación hacia la vertiente atlántica, el valle aranés ofrece características muy distintas del resto de los valles pirenáicos, orientados hacia el Mediterráneo. En estos, en épocas de prolongada sequía, los ríos disminuyen mucho su caudal, mientras que en Arán se conserva un paisaje siempre atractivo de verdes prados, debido a la mayor humedad del suelo consecuencia de un mayor número de precipitaciones en forma de agua o nieve, motivado por la influencia atlántica.
Aparte de este primer encanto, el turista que recorra la ribera del Garona apreciará también grandes bosques de abetos, pinos y hayas. Así como numerosos pueblos, con iglesias románicas de puntiagudos campanarios, que se suceden ininterrumpidamente a lo largo del valle.
No obstante, para conocer mejor la conjunción del paisaje aranés, hay que subir a las alturas, cosa factible gracias a las numerosas pistas y caminos forestales que penetran en las riberas afluentes. Allí se atraviesan las grandes masas forestales, pasando por bellísimos parajes de aguas mansas, fantasiosas cascadas de aguas espumantes que llegan muchas veces hasta las altas cumbres, donde apacienta el ganado. Y si además se realiza alguna excursión por caminos de montaña, se llega a los grandes circos lacustres con multitud de lagos de aguas verdosas a la vez que rincones de una alta belleza y calidad paisajística.
El Valle de Arán, tiene una extensión superficial de 625 Km cuadrados comprendiendo, además de la propia cuenca del río Garona, parte de territorio en las cabeceras de los ríos catalanes de Noguera Pallaresa y Ribagorzana. Por el contrario tiene en su seno un pequeño enclave administrativo del pueblo de Son de la comarca del Pallars.
Su orografía, el roquedo y el relieve, su hidrografía, los lagos, las fuentes, y todas las bellezas naturales que encierra, al igual que su historia y sus pueblos deben ser objeto de disfrute calmado y sosegado, son muchos los puntos de interés a visitar y que por tanto, no voy a enumerar.
Al final del artículo os recomiendo dos libros que os servirán para adentraros y
conocer mejor el valle, la visita a todos y cada uno de los rincones de un valle que además de una gran Estación de Esquí (Vaqueira-Beret, inaugurada en el año 1964) es una de las zonas más bonitas e interesantes del Pirineo.
El acceso a el Valle de Arán se realiza por cuatro carreteras;
Por el Puerto de la Bonaígua,
Por Pont de Rey (desde Francia), por el túnel de Viella (terminado en 1948) y por el Portillón de Bossot (desde Bagneres de Luchon, Francia).
Vista de la calle principal de Bagneres de Luchon en los años 40.
Para saber más:
de Semir y de Arquer, Ramón (1987) La Vall D´Aran Turística y documental. Editorial Alpina.
Para saber mucho más: Amat Esteban, Agustín (2003) La humanización de las altas cuencas de la Garona y las Nogueras (4500 aC – 1995 dC). Ministerio de Medio Ambiente. Serie histórica. Edita Organismo Autónomo Parques Nacionales.
Gran libro para los amantes de este valle en el que a través de la evolución de la vegetación, como hilo conductor del libro, conoceremos el valle, sus gentes desde los primeros pobladores, los restos arqueológicos, los pueblos, cultivos, ganadería, etc., etc., desde el neolítico hasta nuestros días.