
«Bajo el microscopio me doy cuenta de que los copos de nieve son milagros de la belleza; y es una vergüenza que esta belleza no sea vista y apreciada por los demás. Cada cristal es una obra maestra de diseño y no hay diseño que se haya repetido. Cuando un copo de nieve se derrite, el diseño se pierde para siempre. Tanta belleza extinta sin dejar rastro detrás.»
Palabras de Wilson A. Bentley, que ha sido uno de los mayores apasionados de copos de nieve.
La verdad es que los copos de nieve son una maravilla de la naturaleza y son ellos que nos permiten disfrutar de los placeres de la nieve, sea paseando, sea practicando algún deporte como el esquí o sea solamente mirando la nieve a caer.
Desde hace muchos años que la nieve, y los copos, son objeto de estudio y de pasión de mucha gente.
En 1611, el científico Johann Kepler escribió la obra «Strena seu de nive sexángula» (El copo de nieve de seis ángulos).

En esa obra, Kepler se interrogaba sobre porque los cristales de nieve tienen una forma hexagonal simétrica.
En 1653, el filosofo René Descartes ha sido el primer a hacer una correcta descripción de la morfología de los cristales de nieve, por lo menos tan correcta cuanto permite la vista humana.

Descartes escribió «Estas eran pequeñas placas de hielo, muy planas, muy pulidas, muy transparentes, gruesas como una hoja de papiel algo gruesa…pero tan perfectamente formadas en hexagonos, con los seis lados tan rectos, y los seis ángulos tan iguales, que es imposible para el hombre hacer algo tan exacto».
En 1665, Robert Hooke publicó el libro «Micrographia», en el cual hay dibujos de casi lo que se podía ver con la invención que estaba de moda, el microscopio, incluido los copos de nieve.

Mas recientemente, el ya citado americano Wilson A. Bentley, fallecido en 1931,

coleccionó mas de 5.000 imágenes de copos de nieve, de las cuales mas de 2.000 se han publicado en su libro «Cristales de nieve».

Pero, de todos, el mas completo estudio sobre cristales de nieve es atribuido al japonés Ukichiro Nakaya, de Hokkaido.

Nakaya fotografió una gran cantidad de cristales de nieve, catalogando sus distintos tipos.

Pero, al final, porque los copos de nieve tienen, casi siempre, una forma hexagonal simétrica?

Cuando el agua se congela las fuerzas de interacción entre moléculas de H2O ganan a las fuerzas derivadas del movimiento térmico y forman un conjunto rígido que presenta su estado más estable (de menor energía) cuando se ordenan con simetría HEXAGONAL.
El crecimiento comienza normalmente con una partícula de polvo la cual absorbe algunas moléculas de agua que forman el núcleo del cristal de hielo. Generalmente los cristales de hielo necesitan de una superficie con la que empezar. El cristal recién nacido crece rápidamente en un diminuto prisma hexagonal.
Mientras el cristal crece, las esquinas brotan en brazos delgaditos desde los que sobresale un poco hacia el supersaturado aire y por eso crecen un poco más. Y como las condiciones del ambiente atmosférico que rodea al cristal son muy idénticas al mismo, los seis brazos en ciernes crecen aproximadamente el mismo radio.
La temperatura vista en el cristal de nieve no es constante en el tiempo, de todas formas, el cristal es arrastrado por el viento y, por ello, llevado grandes distancias en la nube. Pero las tasas de crecimiento del cristal dependen mucho de la temperatura. Por ejemplo, el cristal podría volar y recorrer una región de la nube que tiene una temperatura muy baja, y cada uno de los seis brazos podría desarrollarse en sectores del final. Más tarde, un pequeño cambio de temperatura haría que las puntas (las seis a la vez) se desarrollaran en extensiones dendritas. Y así funciona, mientras el cristal de nieve es arrastrado por el viento se va encontrando con distintas condiciones de crecimiento y, por ende, va creciendo en una intrincada forma. Con esto podemos explicar por qué hay tal diversidad de cristales de nieve en la Naturaleza o lo que se llama “no hay dos iguales».

Pero la verdad es que ni todos los copos de nieve son hexagonales, los hay con doce lados:

Triangulares:

Y los hay con imperfecciones:

Ya se ve que hay muchos estudiosos del fenómeno de los copos de nieve.
Es una actividad que exige alguna inversión, ya que es absolutamente necesario comprar un bueno microscopio.

Y aun sale mas caro si uno quiere tener la posibilidad de fabricar cristales de nieve para hacer un estudio mas profundo.

Aunque los copos de nieve artificiales no tengan la belleza de los naturales.

El interese por los cristales de nieve es muy grande en Japón, que es el país donde hay mas estaciones de esquí y, según dicen, tiene una nieve de gran calidad.
En Japón hay dos museos dedicados a los cristales de nieve, el Snow Crystal Museum en Asahikawa:


Y el Ukichiro Nakaya Museum of Snow en Katayamazu:


Al final, todo se resume a esto:

Fuentes:
http://www.its.caltech.edu/~atomic/snowcrystals/
http://snowflakebentley.com/
http://www.schillerinstitute.org/newspanish/InstitutoSchiller/Ciencia/CopoNieve6Angulos.html
http://www.mannonnetwork.com/noctambulo/story_474.php