Concentración en la pista, desde un fuera de pista
Intentemos centrarnos en visualizar nuestro escenario favorito. ¿Soltamos algo de imaginación?
😉⛷
Solo con la visualización de esta recreación, es posible que a alguien le haya llegado algún impulso nervioso a los miembros inferiores e, incluso, con las ganas que tenemos de nieve, nos haya provocado una sensación de “flow“ por un minuto.
El valor del proceso de aprendizaje
Podemos imaginar un gesto, una inseguridad, un miedo un porqué y “mascarlo” en la mente, pero también necesitamos que, una vez identificado, sea la mente, la que ordene nuestro cuerpo con alguna pauta que otra.
Cuanto tenemos una habilidad bien consolidada, la automatización dejará la mente libre para sumarse a nuestro nivel y esquiar con Flow.
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“Una buena condición física es directamente proporcional a la confianza y dejará espacio para gestos técnicos que mejoren el rendimiento”.
Patrones de equilibrio en los pies
No cabe duda de que una buena interpretación de las presiones que perciben los pies, pueda ser el desafío más interesante para el control del equilibrio.
En este sentido, juega un gran papel el cerebro entendiendo y sintiendo lo que ocurre en los pies cuando los sometemos a diferentes presiones con cambios de velocidad, posiciones, gravedad, transferencias de pesos, desequilibrios y cualquier recurso que nos haga focalizar la mente, exclusivamente, en lo que ocurre por ahí abajo y como afecta a nuestro centrado.
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Son décimas de segundo en las que hemos de ser capaces de reconducir todo nuestro “ser” en la pista, y que requiere de una dosis de maestría que hay que trabajar porque, sí; va implícita en las experiencias que permiten “fluir”.
“Cuando sentimos que algún aspecto técnico se nos escapa, hay que descubrir todo el potencial, optimizarlo y convertir cualquier frustración en motivación, para seguir mejorando”.
Ritmo y equilibrio para testar la zona de Flow
Una combinación que se intuye tan sencilla y a la vez tan sofisticada, pues, a simple vista, se trata de alinear y organizar las conexiones de nuestro cuerpo con el movimiento, en un medio cuesta abajo y resbaladizo. 😏
“Palabras mayores directas a un esquí fluido y, por ende, elegante, en el que no caben brusquedades”.
Nuevamente recurrimos a un trabajo propioceptivo que nos va a exigir ajustar, continuamente y en segundos, la posición en equilibrio dinámico, sea cual sea el escenario que afecta a nuestros pies.
¿Es posible potenciar habilidades, mejorar patrones técnicos y entender que los puntos débiles son susceptibles de convertirlos en fortalezas? puesss SI.
Cualquier entrenamiento propioceptivo siempre nos va a aportar una buena dosis de eficiencia, dado que potenciando y automatizando nuestras habilidades, el plus de seguridad y confianza, está garantizado en la pista.
“El camino conlleva un proceso con el que hay que empezar a disfrutar, extractando todo el potencial y adquiriendo destrezas con cada desafío”.

"Una mente que procesa sin esfuerzo la precisión de la posición en movimiento, dejará espacio a la creatividad".
Sensores para la pista en PROMO
Nos vemos en el próximo post 👀
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