En el CFGM de Nieve del Instituto de El Pont de Suert, nos formamos en materia de SEGURIDAD. Lo hacemos a través de distintas asignaturas. Estudiamos el correcto diseño de un espacio, teniendo claros los criterios de ordenación, conociendo el material específico y aprendiendo a instalarlo. Añadimos a todo ello, una amplia formación en materia de Primeros Auxilios, capacitándonos para poder formar parte de los equipos de Socorristas de las estaciones de esquí (conocidos como Pisteros).
La formación se complementa mediante contenidos de Orientación, Meteorología, Comunicación, Nivología y Técnica de Esquí y finaliza con la asignatura ACCIDENTES EN LA NIEVE, donde trasladamos al terreno todo el conocimiento adquirido.
El Equipo de Pisters-Socorristas de Boí Taüll hace ya años que colabora con nosotros en la formación de nuestros alumnos y nos ayudan a guiar este apartado práctico.
Los ACCIDENTES son situaciones no deseadas que ocurren una vez han dejado de funcionar los materiales, sistemas y mecanismos de SEGURIDAD PREVENTIVA.
¿Qué consideramos como SEGURIDAD PREVENTIVA?
- Materiales de información-señalización, que tienen como objetivo, evitar el accidente.
- Señales fijas (informan sobre las distintas zonas de la montaña, las pistas, los servicios...). Siempre ubicadas en el mismo lugar, independientemente del día y las condiciones meteorológicas.
- Señales circunstanciales (pancartas de cruce, hielo, pista cerrada, máquina trabajando, la escala de riesgo de avalanchas, cuerdas que impiden el paso ante determinadas situaciones...). Pueden estar o no. Su colocación, a menudo, varía en función de las condiciones de la nieve, la meteo, etc.
- Balizas (indican el color de dificultad de una pista, refuerzan la visibilidad -baliza antiniebla-, informan del número y nombre de la pista, nos ayudan a ubicar en el mapa...).
- Redes tipo C (delimitan-organizan el espacio).
- Sistemas de Control de avalanchas fijos-móviles, activos-pasivos (consultar el artículo de Piskel, publicado en Nevasport en 2006).
Estos sistemas entran en funcionamiento cada vez que una nevada lo requiere. Su uso suele estar procedimentado a través de planes especiales (P.I.D.A. Plan de Intervención para el Desencadenamiento de Aludes), desarrollados por expertos y conocedores del terreno.
Requieren de mantenimiento y de una correcta formación por parte del personal encargado de su funcionamiento.
Otros RECURSOS "PASIVOS", pretenden minimizar las consecuencias de un accidente. Es el objetivo de:
- Redes de Seguridad Tipo A y B, con capacidad de amortiguar un fuerte impacto (https://www.youtube.com/watch?v=aC_5vzED4aU).
- Colchonetas, se instalan para minimizar las consecuencias de un impacto. Colchonetas en pilonas, cañones de nieve, árboles, paravientos u otros elementos contra los cuales podemos colisionar mientras deslizamos por la nieve.
El material con el que se fabrican estos elementos de seguridad y los sistemas de instalación-colocación de los mismos, cumplen con normativas de calidad que garantizan su eficacia y con normativas legales que regulan su uso.
La constante evolución y mejora de estos materiales actúan como motor de investigación y desarrollo en materia de seguridad.
Cuando los mecanismos de SEGURIDAD PREVENTIVA dejan de ser eficaces, nos encontramos ante una SITUACIÓN DE ACCIDENTE.
En este momento, ponemos en marcha la SEGURIDAD ACTIVA a través de la intervención de los equipos de Socorristas.
Los SOCORRISTAS tienen los siguientes objetivos :
- Socorrer a las víctimas de accidentes aplicando métodos específicos de búsqueda y de primeros auxilios.
- Estabilizar el riesgo de las personas accidentadas evitando, en la medida de lo posible, que el daño sufrido vaya a más e intentando mejorar la evolución de las lesiones.
- Trasladar a la persona o personas implicadas en el accidente a los servicios médicos para que el personal sanitario se ocupe de gestionar las actuaciones o urgencias médicas.
El equipo de Pisters-Socorristas de una estación de esquí se distribuye las zonas de trabajo en función de la orografía de la montaña. El objetivo, llegar a todos los puntos de la estación en el menor tiempo posible.
Cuando se produce un AVISO DE ACCIDENTE se debe acudir rápidamente a la zona. Para poder lograrlo, es necesario disponer de información precisa sobre su localización. Debemos fijarnos en el número, nombre o color de la pista, el número de la baliza más cercana, el número de la pilona que se encuentre cerca del accidente, incluso el número de cañón de nieve artificial más próximo. Los equipos que trabajan en la estación conocen todos estos datos.
Cuando el Socorrista llega al lugar del accidente, evalúa la situación y pone en marcha el procedimiento de actuación. En función de la gravedad del accidente, movilizará un número determinado de Socorristas, un tipo de material u otro, mecanismos urgentes de evacuación e incluso, a los miembros de los Servicios Médicos para que se desplacen hasta la zona del accidente.
Las situaciones se catalogan en Índices que pueden ir del 1 al 4. Por ejemplo, una lesión de ligamentos de rodilla se cataloga como Índice 1, e interviene un Socorrista, con camilla y material para inmovilizar la extremidad inferior.
Una Fractura de hueso largo (como el fémur), una Hemorragia controlada o un Traumatismo Craneoencefálico (TC) con recuperación de conciencia, se catalogan como Índice 2. En este caso, se moviliza más de un socorrista, una camilla, collarín, colchón de vacío y material para el suministro de oxígeno por si la situación del paciente lo requiere.
El Índice 2 Evolutivo se diferencia del Índice 2 porqué requiere de traslado urgente. Nos encontramos ante la fractura de más de un hueso largo, fractura de cadera, una hipotermia importante… En este caso intervienen 2 o más socorristas, con camilla, elementos de inmovilización (collarín, dama de elche, colchón de vacío) y mochila de oxígeno. El elemento tiempo se convierte en decisivo para evitar mayores complicaciones.
Cuando un Socorrista comunica una situación de Índice 3, nos está diciendo que se trata de un accidente complicado, donde el traslado urgente o la presencia del Médico resulta fundamental. Si el terreno lo permite, activaremos la movilización de un helicóptero medicalizado para que venga a socorrernos. Se trata de accidentes con parada cardiorrespiratoria, alteración significativa de las constantes vitales, hemorragias incontroladas, etc. Son situaciones de vida o muerte, donde la responsabilidad de tomar las decisiones correctas y aplicar los procedimientos adecuados recae sobre las manos del equipo de socorristas, las primeras personas que deberán actuar.
El RESCATE DE VÍCTIMAS DE AVALANCHA es otra situación de extrema emergencia ante la que se encuentran los equipos de rescate. Una persona que permanece más de 15 minutos sepultada bajo la nieve tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir. Desgraciadamente, el tiempo que transcurre desde que llega el aviso a los servicios de socorro y estos acuden a la zona para desarrollar el protocolo de actuación, suele ser demasiado largo para rescatar a una persona sepultada con vida. Cuando el alud es observado por los socorristas y estos detectan el accidente, las posibilidades de éxito aumentan significativamente.
Entrenar la actuación ante una situación de rescate resulta fundamental, aunque la mejor receta para evitar la “tragedia” pasa por el conocimiento, por la FORMACIÓN.
No solo debemos ser habilidosos para desplazarnos por excitantes pendientes de maravillosa nieve polvo. Las personas que practican el esquí, snowboard o cualquier otra modalidad fuera pista deben llevar el material de seguridad mínimo e indispensable (ARVA, Sonda y Pala) y saber utilizarlo y deben tener conocimientos de nivología, sobre el modo como se comporta el manto nival en función del tipo de precipitación, de los fenómenos atmosféricos (anteriores y actuales), del estado anterior de cohesión del manto, etc...
La mejora del material ayuda a evolucionar en la técnica del deslizamiento y nos permite acceder a terrenos espectaculares. Cada vez son más las personas que se atreven con el freeride y las sensaciones que esta modalidad deportiva nos ofrece. Respetemos los protocolos, fijémonos en las señales, seamos “educados”, comportémonos adecuadamente y colaboraremos en hacer que la SEGURIDAD PREVENTIVA sea eficaz. Para cuando sea necesario, los EQUIPOS DE RESCATE seguirán formándose, para trabajar por el bien de todas las personas a las que les gusta el deporte de la nieve, de la Alta Montaña.
Un agradecimiento muy especial al Equipo de Písters-Socorristas de la Estación de Boí Taüll Resort, por su colaboración, profesionalidad y voluntad de compartir su conocimiento.