A grito pelado, llevaban ya por largo tiempo, pidiendo las montañas "una manita de pintura". Y aunque se ha hecho de rogar, parece que la espera a valido la pena y las borrascas una detrás de otra, han hecho su faena cuando estábamos dando ya los último coletazos de un pobrísimo invierno. La "reforma", con alguna "chapucilla" de por medio, ha ido dejado un bonito y blanco escenario que no habíamos visto en toda la temporada.Y lo que es mejor, respetando los horarios laborales, que aquí hasta el "mal tiempo" tiene que descansar y pasar el relevo al sol, aunque sea solo por un día.
Pero no por salir el sol, todo se vuelve de color de rosas...
"White road ski" a los pies del Orhi