No es completamente exacto lo que dices, ni algo que se pueda determinar matemáticamente.
Entiendo que hay que encordarse siempre que el buen criterio y experiencia de la cordada lo crea necesario, y utilizando la forma más adecuada para cada situación: ensamble, largos, cuerda corta, etc. y utilizando seguros intermedios o técnica de contracaída -en aristas por ejemplo- cuando sea necesario.
Lo que sí es cierto es que no tiene ninguna razón de ser encordarse en ensamble largo, sin seguros intermedios, subiendo por un corredor donde ninguno de los compañeros de cordada pudiera asegurar la caída del otro: de esta forma si cae uno caerían todos. O asegurarse con cuerda corta en glaciar.
Más que hacerse la pregunta de cuándo sería o no necesario encordarse sería más conveniente conocer las distintas formas de encordamiento y en qué circunstancias se deben utilizar cada una de ellas. Y a partir de ahí decidir si las circunstancias de la progresión hacen recomendable el encordamiento. También sería necesario conocer las distintas técnicas de rescate -con polipastos- y autorescate. De nada sirve que la cuerda detenga tu caída si luego no puedes volver a la pared y te quedas colgando en el vacío como un jamón.
Saludos.
Paco.