Cinco kilómetros de autovía están listos para su apertura a fin de mes
¿Afecta el cambio de Gobierno a la puesta en servicio prevista en la autovía? La respuesta a la duda que ha surgido entre los usuarios de la carretera entre Huesca y Sabiñánigo es que se mantiene la previsión que anunció el pasado 21 de mayo el hasta hace unos días ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, de poner en servicio 4,5 kilómetros de la autovía A-23 ante de fin de mes. Al mismo tiempo, se abrirá un kilómetro más en otro punto. Lo que nadie sabe todavía es si el último en ocupar la cartera, José Luis Ábalos, presenciará este momento, para el que todavía no se ha puesto fecha. Esto será su decisión. No obstante, la calzada estará acabada en pocos días.
De hecho, solo falta echar la última capa de aglomerado asfáltico en los últimos 4,5 kilómetros del tramo Caldearenas-Lanave, para lo que se está esperando a que cesen las lluvias. Por otro lado, está ultimándose el kilómetro que se estrenará entre el desvío a Arguis y los túneles de Monrepós que ya están en funcionamiento desde octubre de 2014. De este último, De la Serna no dijo nada en su visita, pero ya estaba previsto.
Las preguntas que continuarán unos días en el aire es cómo quedarán las inversiones para las autovías de la provincia en los Presupuestos Generales del Estado. El gobierno del PP defendió 97,1 millones de inversión del Ministerio de Fomento en Huesca, un 10,2 % más que en 2017. La principal inversión se dedica a finalizar el puerto de Monrepós, para que este año hay 7 millones, 28,8 para 2019 y 12 para 2020. Además, se fijaban 7,6 millones para la autovía del Pirineo (A-21 Jaca-Pamplona). En conjunto el coste de los tramos de ambas autovías en Aragón supera los 1.000 millones, pero todavía quedan cuatro tramos con un coste de 372,7 millones sin licitar.
Los presupuestos condicionarán el ritmo de las obras. Si no cambian sustancialmente, antes de finales de año se abrirá el tramo entre Alto de Monrepós y Caldearenas (3,9 kilómetros), del que gran parte de los trabajos que se están realizando quedan ocultos a los ojos de los usuarios de la N-330, puesto que en esta zona la calzada atravesará la montaña a través del túnel de Caldearenas, de casi tres kilómetros de longitud. De la Serna apuntó que se encuentra al 75 % de ejecución. En este caso, la inversión es de 122,8 millones de euros.
AUTOVÍA HASTA LANAVE EN MARZO DE 2019
Antes de llegar allí, está en ejecución el tramo de 3,3 kilómetros entre el congosto del Isuela y Arguis, que con un coste de 65 millones, se estrenará en marzo de 2019, ya que se encuentra al 65 % de ejecución. Este se construye por el llamado método alemán, de modo que se los trabajos se pagarán al término.
Será casi cinco años después de que se pusiera en servicio por completo el anterior tramo desde Nueno, que se finalizó en julio de 2014, 13 años y medio después de construir la vía rápida hasta Nueno. Además, ese kilómetro antes de los túneles de Monrepós que se abrirá a finales de este mes.
Por otro lado, el tramo entre Caldearenas y Lanave, de 104 millones de inversión, se encuentra el 82 %. Para ello, se han consignado 48 millones en los PGE de este año. Aquí es donde se van a poner en servicio los 4,5 kilómetros antes de fin de mes. El resto del trazado de un total de 12 kilómetros se estrenará antes de fin de año.
Para ello, es necesario que se ejecute la solución definitiva al deslizamiento de la ladera en el puerto de Monrepós, que obligó a cerrar el acceso al Pirineo entre el 13 y el 20 de abril, mientras se construyó el desvío provisional ahora en uso. La solución también se anunció en la visita del ministro el pasado 21 de mayo y la previsión también es que empezara a finales de mes, aunque todavía no se ha iniciado. En este punto, se colocará una estructura de 70 metros de longitud, con dos vanos, para salvar la parte inestable.
CUATRO TRAMOS SIN EMPEZAR
Si se cumplen las previsiones, la autovía se completará hasta Lanave en marzo de 2019, cuando finalice el tramo del congosto del Isuela. No obstante, pasarán unos cuantos años hasta que se pueda prolongar el trayecto por la vía rápida, ya que desde allí hasta Sabiñánigo está pendiente de una actualización y unificación de dos proyectos. Inicialmente se habían contemplado dos tramos que partían en el embalse de Jabarrella, que ya se habían adjudicado y se rescindieron los contratos. Son diez kilómetros con un coste de 84,95 millones de euros y en los PGE actuales se han consignado 500.000.
Este tramo enlaza con el que está puesto en servicio desde julio de 2014 a la entrada de Sabiñánigo, pero a continuación habrá otro parón en la variante de esta localidad. En este caso, el proyecto ya está aprobado y la obra está pendiente de licitación, después de que tuviera que modificarse por los terrenos contaminados por lindano. La partida en los PGE es de 1 millón de euros y el coste de la obra de 8,6 kilómetros es de 86 millones de euros. En esta misma situación se encuentra la variante de Jaca, de 8 kilómetros, que supone una inversión de 114,59.
Este tramo sirve de enlace de la A-23 con la Autovía del Pirineo (A-21) hasta Pamplona, donde se trabaja en los dos primeros tramos Jaca-Santa Cilia (9 km) y desde allí a Puente la Reina (7,2 km) con la previsión de ponerlos en servicios en a finales de 2019. A continuación, también habrá una parálisis porque los siguientes 11,86 kilómetros hasta la provincia de Zaragoza también cuentan con el proyecto aprobado pero la obra está pendiente de licitación. El resto de kilómetros hasta Navarra ya están en servicio, excepto entre Sigüés y Tiermas, donde De la Serna colocó en su visita la primera piedra.
¿Que tunel es?