Dia 28 - Nassfeld
Seguimo con er inascabable reslato der viaje dette año. No sacaba nunca verdá? Sho venía agobiaita hoy der trabajo na má que de pensando que despué duna hora de gimnasio, jasé la sena, vé una peli y comerme dós helado de postre, iba a tené quescribí er penúrstimo pisodio, y ademá, jasiendo flasbás polque etto sha é er pasado resmotísimo. De hesho solo me quedan reminissensias desos días en los picashos de las neuronas. A vé qué sale, que seguro que la Carolines despué me jesha la bronca, que si se taorvidao etto, que si no contatte bien lo otro, joé, que sho nesesito unaampliasión de mesmoria pero dedde hase sha unos años, que una tiene una edá y unas limitasione de capasidá neuroná.
Vamos ar grano. Ette dia en concresto tocaba í a Nassfeld, que era lastasión que con diferensia tenía mejón pinta en las guescams, y tós lo sabíamo pero la teníamo ahí como despresiá polque ettaba mu lejo, como a hora media der hoté, y claro, da peresa, no é cósmodo ni jumano. Er caso é que la Caro negosió que nos diera er desashuno media jora ante, y eso que ganamo pa salí argo má temprasnito.
Sho tengo que desí que la hora y media de viaje fue pol un lao presiosa polque eran unas casrretera de montaña que pasaban por unos paisaje de tirarse en marsha pa aplaudí ar hasedó a manos shenas. Qué cosa má potita y má poco vitta hijomia, que bosques, qué lasgos, qué pueblesitos, que barrancos y terrasplenes. Y eso nos sheva a la palte mala der viaje, que si, que mu espestaculá pero la mitá de las cosas me las peldí porque aquesha casrretera ettaba catalogá con una peligrosidá der noventaysiete porsiento. Te crusaba con camione y casmioneta pol una casrretera que no tenía ralla en medio pintá polque si lahubieran pintao la rasha subiera shegao ar arsén. Qué digo arsén, ar proseloso barranco o ar tronco má sercano si te pishaba pol la parte de la montaña. Una cosa estresha, con unas curvas que no conosían la piedá ni la mesura y unos estreshamiento que má dunavé ar crusarnos con argún casmión o fragoneta ustriaca nos sentimo como si fuésramo en er aubotú nosturno der jarripóte, que tó sestreshaba y sencogía y nosasercábamo má uno a otros pa que aqueshos dó artilugio pasaran sin rosarse. Creo que etta comparasión con er autobó másgico sha la he usao en argún otro reslato, creo que mestroy respitiendo má quer gaspasho de mi aguela. Bueno, ustede conoséi la sensasión, uy que miedo uy que no miro, coño que no para, que no cabemo, que nos damos, uuuyyyyyy ufffffff que sercastao. Pos eso, mushas veses. Subiendo tompinao, bajando tompinao, en curva, en pueblo y en resta. Toas las variedade. Y sho sin mi pastishaso pa podé desastivarme y no sentí ni padesé, que me lo había dejao en labitasión, coño sha qué despitte má tonto.
Cuando nos íbamo asercando a lastasión, aparesió ante nuettros ojos la siguiente visión. E la pitta oshenta, de siete kilósmetro y medio, una roja que baja dedde 1822 metro hatta los increible 610 metro dartura der parking. La afotisho siguiente é der amigo Pablo, que se ha he shoriseao sin pedirle permiso.
Es la pitta que se ve en er mapa, abajo der tó a la deresha, shegando a Tropolach.
Dedde er parking, se veía bajá la lengua de nieve que venía a resibinnos con las piennas abiertas.
Como er parkings ettaba argo retirao der telescabina, tenían unos shismes pa recogé a la gente y shevarlos. Aquí entra sha un prime cosmentario maligno. Asín a prismera vitta, da la sensasión de que sestan cashondeando de una. A ve, arma de cántaro, ¿de verdá te piensa que si cojes un trastor (puta manía con los trastores en ette pais) le pone un troso dojalata delante con dó tapa de caserola negra, arguien en su sano juisio se va a pensá ni pol un milisegundo que eso é un tren? Señore ustriacos, hay trenes, con forma de tren pero que no nesesitan vias, que van con neusmásticos, y que luego tienen vagone pa shevá a la gente dun lao pa otro. Queso shaessiste, que shontiendo que hay que tené un cupo de personá con imaginasión en las empresa y queso a vese da buen resurtao, pero en ette caso er resurtao é una mielda pinsháunpalo. E un trastó con una narí postisa. E como cuando mi prima se disfrasó de Beyonsé, que se veía a kilosmetro que er pelo no era susho, que er culo era un cojín metío en los pantalone y que no era negra. Pos iguá. No había ninguna nesesidá de insurtá a los clientes con etta mar gusto, señore de Nassfeld, que lo sepan ustede. Sha le pueden devorvé er trastor ar Worfgang er de marketin y que se lo sheve a su huerto de donde no tenía que habé salío jamá, y devuérvale también la caseta der perro que han utilisao pal disfras, y compren un trenesito pa turista de veldá. Si no se quieren gastá musho dinero dense un paseito pol terra mística que tienen varios de sardo.
Aquí er grupo despañole metíos en esa cosa y con la cabesa gasha de la verguensa ajena questaban pasando ante er desprospósito der trastó trasvestido.
Er farso tren nos sortó en er telescabina, y pashá que nos fuimo. Er telescabina, núsmeros treintaydó, treintaytré y treintaycuatro, é la cosa má larga y má pesá quevitto en tós los dia de mi vida. Tré tramo de guevo, y la Caro con su infinita pasiensia, dando istrussione pol los guarkis. Que nadie se baje en la primera parada. Ah entonse nos salimo en la segunda? No, en la segunda no. Ah, entonse en la primera? No, hay quesperá hatta er finá. Ah, entonse en la segunda no? No, que hay tré. Ah pos sho ya me bajao, ea, pos mesubo otra ve. Qué pasiensia tiene hija, sho mubiera jesho er jarakiri con er cable der guarki.
Una vé shegao arriba, empesamo a consentrarnos, y a asmirá los asombrosos paisajes.
Era unastasión battante prórsima a italia, y nos rescordaban los paisajes doslomíticos de grandes roscones desnudos rosdeados de laderas nevadas y picashos emergiendo entre la niebla. Ettuvimo un rato esstasiados ante tanta beshesa reconsentrá. Eran pa mi gutto los mejore paisajes de la semana, con diferensia, y eso questaba la cosa reñisda.
El Gartnerkofel dedde er punto de shegada der telescabina
Las montañascas entre brumas. Er pesligro que tenía etto é que se tiban losojos mirando er paisaje y a puntostuvimos vario de shocá entre nosotro pol no prestá atensión a mirá palante como ettá mandao.
Empesamo a bajá la pitta vintitré, camisno de las pittas que se vislumbraban enfrente, con una pintasa que se nos jasía la bosca agua y er shishi limoná. Lo que no nos ettábamo dando cuenta é que las pittas questabamo bajando tenían la mimma pinta cosjonuda vittas dedde la montaña denfrente, pero er ansia viva de deseá lo que no tiene nos jiso corré más y má pa shegá cuanto ante a esa maravisha.
La nieve ettaba en un estao regulá. Casi siempre bien, pero con esos sutishos que te pegan de pronto argunas sonas questan tiesas como la mojama y de respente va tó fleshao y te baja dossiento metro patinando polque tas comio un plascón. En generá, se podía esquiá bien, pero sin bajá la guardia.
Empesando a bajá la pitta 7 de la sona de Gartnerkofel. En etta sona sha la nieve empesaba a ponerse paposa y a sacá manos de su interió que de ves en cuando asgarraban las puntas de los esquises y no los querían dejá marshá.
La pitta 1 bajando entre rocones. Etta pitta ettaba espestacular. Deddarriba había unas vistas cosjonuda, pero no tengo ninguna afotisho, no se que pasó que me debí quedá osnubilao y no jise ninguna, o quisá er dió de la montaña ersigió un sacrifisio y sho como soy ateo y no loscushé, en vengansa le metió un shupetón a la tarjeta de mesmoria y ma borrao siete u osho foto. Er caso é que no hay, qué le vamo a jasé. Sus lo imaginai, que no sus lo voy a dá tó mascao.
Aquí er amigo Daví, en lo arto de la pitta siete, jasiendo los tíspicos mosvientos sushos en plan mira cómo me retuerso las rodishas que se que da musha grima y lo hago na má que pa que te shirrien los dientes. Lo hasía musho y le funsionaba mu bien.
En toa etta sona la nieve ettaba battante bien. Argún resbalón aislao, pero norsmalmente se podía esquiá y disfrutá sin sorpresa y con buen agarre, y ashín nos jisimos varias bajaditas pol las pittas osho y nueve, las má alejadas de todo si vei er plano de pittas. Cómo somo las personas, hay tressientas pittas presiosas pero como ettan ahí y no cuettan trabajo, pos nos buscamo las más alejás de toas, que nostan mal pero no son la caña, pero como son las questán lejos nos molan musho.
Despue desplorá un buen rato toa etta sona, nos bajamo pol la pitta cuatro. Si, sha se que no he comentáo la nomesclatura de las pitta, pero é que me respito musho, si, si, ettoy dacuerdo, que cosa má fea ponerles solo núsmero, pero qué le vamo a hasé, son asín de cuadriculao, no tienen visión poéstica der plano de pittas, y luego va bajando y vé las señale y no sabe si é er núsmero de la pitta o los metros que te quedan pa shegá abajo. Eshos sabrán, pero donde se ponga un buen lapin y un buen marmottes, que se quite tanto nusmerajo coñaso.
Shegamo a la sona de Sonnenalpe Nassfeld, y ashí vislumbramo un bareto en laspesura. Er enjambre despañole nos dirigimo a pishá un banco vasío comunsolohombre, y nos metimo en un sulo pequeñajo a pedí, donde solo había una barra y dó ustriacas de dó metro y medio de arto ca una sirviendo.
Er Pablo se pidió su servesa y se fue, y la mega questaba fasmélica con toas las cosas intestinale que arrastraba deddel primer dia, se vino asrriba y se pidió una peaso sarshisha que iba a tené que pedí prestá una quitanieve pa trosearla. A la mushasha rusbia numero uno no se locurre una idea mejó que poné er platáncano sarshishero en una bandeja, y en la mimma bandeja, oís bien, en la mimma bandeja, puso er vasaco de medio litro de vaisbier. Er vaso de medio litro de vaisvier sus podéi jasé una idea de cómo é. Se ve arguno en las afotishos. Largo y dergao. E un diseño pensao pa agarralse con una mano, nostá pensao pa colocarlse en una bandeja, polque las leshes de la física nos disen con toa claridá que er sentro de gravedá é sagrao. Que te ponga como te ponga, como er sentro de gravedá se sarga fuera der osjeto en cuettión, estás jodio de tóas tóas. Pos se ve que en esa sona ustriaca esa parte de la asisnatura de física se da muy por ensima y con poca aplicasión prástica porque la rubiustriaca no vió ná raro en tan temeraria assión. Hatta sonrió y tó, la insensata. La sonrisa se le heló en tós los los labios ar vé lo que se le venía ensima. La mega, que no tiene musha coordinasión corporá así de fásbrica, cogió la bandeja con la peaso sarshisha en un lao y la peaso servesa en er otro, y ar jasé er primé mosvimiento de levanstamiento verticá, notó clasramente que así a simple vitta, la servesa pesaba má que la sarshisha, pero la fuersa ejersida por ambas mano había sido la mimma. Essastamente los mimmos newton de fuersa, que según er prinsipio de arsión y reasión, jisieron que la bandeja se arsara mú agismente por la parte de la sarshisha, pero con má trabajera y resistensia por la parte de la servesa. Esa descompensasión de fuersas dempuje ocasionó ar mimmó instante que la bandeja perdiera la horisontalidá, y durante un presioso milisegundo, las dó rubia de detrá de la barra y las dié persona questaban esperando, y la prospia mega, vivieron un mosmento dalivio temporá ar vé que er vasaco de servesa permanesía totasmente verticá. Pero solo fue un milisegundo lo que tardo er vaso en darse cuenta de que la bandeja ettaba torsía, y como era un envidioso, sinclinó pesligrosamente pa laisquierda. La mega, con sus resflejos famoso en la unión uropea y parte der estranjero, sortó la bandeja con la derecha y lansó su grásil mano a por er vaso, pero lo hiso con tantas ganas y tanta desesperasión que en vé dagarrarlo, lompujó mú fuerte, jasiéndolo caé sobre er borde der plato de sarchisha, que también tenía patatas fristas con kerchups. La composisión fue de una beshesa fugás pero intensa. Proyestiles cargados de kerchup volaron por tó el bar, seguidos pol una ola ersuberante de servesa espumosa y chisporroteante que shenaron la totalidá der pequeño hasbitáculo, resbotando en las parede y er tesho, y resgando dalegría y sorpresa a tós los presentes.
Cuando er líquido y los sóslidos saposentaron donde fueron pudiendo, se hiso un silensio sepulcral y la austrirubia que mabia puetto la servesa me miraba con unos ojos mú abierto y la boca selabría y se le serraba como si fuera un pescao sacao der agua. La camisisha blanca ettaba asaeteá de patatas con kerchup clavás comoestacas, er pelo le shorreaba servesa y tenía una sarshisa en la cabesa como si fuera una diasdema. Cuando pol fin pudo desí argo, se me hiso escusha, mu bajito y entre gorgoteos argo asín como "Ich kann mir nicht gauben". Como no paraba de repetirlo como si subiera vuerto loca, supuse que sería argo asin como "no pasa nada", pero pol si acaso y ante la posibilidá de que no fuera eso, la mega pisho otra bandeja que había ashín con sarshisha y servesa, que sería dotra persona pero nadie protestó, quisá temiendo otro sunami oktoberfestero, y salió cosrriendo, eso sí, con la servesa en la mano pa no repetí er evento.
Asfortunadamente ninguno de los compañero de viaje ettaban presentes en er evento y la mega salió a la cashe muerta risa con su comida y su bebida y dio buena cuenta de eshas dó en buena compañía.
A partí de ahí, vimo según er plano de pittas que lastasión reasmente era un poco trampa mortá, polque la pitta de los siete kislósmetro pa volvé ar parking no era fasirmente assesible. Había un barranco mú grande en línea resta ar parking, y pa shegá había que da un rodeo curioso, asín que desidimo irno pa la sona de Troghohe prismero y finalmente a Tropolacher Alm, de donde salía la pitta de retonno.
Camino de la sisha vintiuno, la Carol y el Juancar vieron un fuera pitta que pasaba pol la frontera istaliana, con su casetilla de atrezzo y todo, y convensieron a la mega, poco dada a los fuera pittas pol su totá farta de prástica y tésnica, pero en ese caso, era mú fasilito, solo un pasisho pequeño y los miedos de la mega quedaron aparcado ar vé aparesé de pronto er telesisha ar torsé un ñusco. La mega iba contenta con su segundo fuerapitta de la semana, sin sabé la que lesperaba ar dia siguiente.
Aquí er grupisho empesanco a bajá la pitta sesentaysinco.
Etta sona fue un suplisio. Tiene pinta de se la leshe en vinagre cuando tenga má nieve o nieve de otra calidá, pero no se que puñeta pasaba questaba tó tieso comuncadáve.
La pitta setenta y sinco é una negra impresionante, larga, empiná, presiona. La mega se dijo a sí mimma en tó lo arto, ea, vamo a aproveshá pa practicá tésnica, y vamo a intentá jasé giro corto en nieve dura y con pendiente, que é su punto désbil. Asín que toa ilusioná, se dijo, venga, sin miedo, giro corto. Y ahí mimmo dondestá tomá la afoto, comesó er primé giro corto a la derecha. Tresiento metro má abajo, despué der segundo cambio de rasante, pudo jasé er primé giro a isquierda. Los pelos le salían a travé der casco, labían atravesao der puro miedo. Aquesho era una cantera de macael. Ni cantos afilaos ni leshes, aquesho no agarraba ni con superglú. La mega se iba acordando de las palabras de la Carol, que desía por mu dura que esté la neige, con que hasha un copo de nieve suerta sha te agarra. Pos ashi no había ninguno, polque cuarquiera cubiera ettao mirando, hubiera vitto a una esquiatris aterrorisada en posisión "quiero girá pa la dereshaaaaaaaa" pero que lo único que conseguiía jasé erascurrirse topabajo y mú ráspido. Meno má que los años han convertío los asdustore de la mega en dó barra antivuerque y pudo aguantá er tirón hatta que consiguio notá argo de trassión seisientos metro mápabajo y pudo de girá un poco. Así bajó otro buen tramo, y cuando shegó abajo, la pitta de dó kilósmetro labía bajao en dié masníficos giros cortos. Prefirió no desí ná porque sha tenía su orgusho battante tocao y sapuntó que tenía que conseguí como fuera la tésnica sufisiente pa que aquesha situasión tan desasgradable no se vorviera a da.
Bajando la pitta setenta, ar fondo se ve la pitta oshenta, la larguísima que sheva ar parskins. Como se pué osservá, é una rasha blanca en la montaña pelá.
En er telesisha vintiuno nos dió la tontería de serrá la caspota pa jasernos la foto, que quedó mu grasiosa. Meno má que nadie tuvo ningun retorsimiento intestiná inesperado en ese mimmo momento porque entonse los ustriacos siban a quedá mu sorprendíos de tené que rescatá a sei españole desfashesiós dentro de la burbusja despué de dá siete vuertas montaña arriba y montaña abajo.
Shegamo a la sona final der Tropolacher Alm, y ashí resurta que hay una negra, la setentisiete, que por el plano no parese gran cosa, asín que digimo, venga, con un par.
Er Daví, presparándose pa bajá la negra en shusss
Cuando shegamo a la pala prinsipá y de mashó negrura de la pitta setentisiete, la mega vorvió a recordá sus inisios y esos momento de terró puro e irrasioná, pero en ette caso er basrranco era un basrranco reá, duna inclinasión de mu mala leshe, y lo peor de tó, que no había nieve, era hielo pelón. La peor de mis pesadishas, pensó la mega. Asín que, como shastabamo ashín y no había vuerta atrá, la mega se lansó y bajó grasirmente la pitta granítica en dó grásiles caderasos. En vitta de que er giro corto no iba a salí, pos sha tendremo tiempo, pero ette presipisio no é er mejó sitio pa jasé esperimentos. Carving sobre jielo y topabajo, comunacampeona.
Bajando de nuevo ar telesisha veintitré pol la pitta setentisiete, había una espesie de eslalom que te grababan en video y te crosnometran. Jutto delante nuetra nos encontramo ar amigo Carlos, que esquia comuncampeón, y se lansó a toa pastilla y jutto en la primera puerta der eslalom se pegó una hostia que los esquises salieron disparao dié metro parriba. Er crono fue argo lasmentable y Carlos desidió no descargá er video ante las protestas de sus compañeros dapartamento que querían tené la hostia bien grabá pa cashondearse después, pero no hubo folma.
Luego fue la Carol que hiso mu buen papé, y despué, la mega se desidió a jasé su primer eslalom, que no tenía mú claro pol qué sitio tenía que pasá cada una de las puertas, pero má o meno viendo a los demá se jiso una idea.
Cuando er semásforo se puso verde, la mega se lansó rauda y velós, según su prospia persersión de la realidá. Y bajaba con er cuerpo tó flessionao pa assercarse lo mársimo posible a las puerta, a una velosidá endiablada, y consiguió shegá abajo, y ar shegá, la cara de los demás era como de... pos vaya mierda cashesho. Y la mega no se lo podía de creé, hatta que más tarde, en er hotel, se descargó er video con er cósdigo der forfais. Aquistá:
[
skimovies.s3.amazonaws.com]
Pos si, y sho que me creia que iba a tresientos por hora y voy tó parao, y paso a dié metro de las puertas, y... bueno qué desastre, en fin, nos quedaremo con la idea de que é er primero que hago, y que sha habrá tiempo de mejorá ante de jusbilarme. Qué reslativo é todo, nos quedaremo con ette pensamiento fislosófico pa pensá etta noshe ante de dormí.
Y finasmente, la pitta larga de los mushos kilósmetros, que en otra vida habrá ettao bien, así como con medio mestro má de nieve, pero que en su ettado é solo una folma de shegá ar parkin sin tené que bajá en los remontes. Bonita é, pero agradable desquiá, no musho, ar meno con esa nieve tan restiesa.
Casi abajo der tó, er grupo se paró en er primer jute quencontramo que no olía a vaca. Era cantoso cantoso er oló a vaca que había en ettastasión. Asín que en er jutte nos eshamo er consabido ratisho de risas y cashondeos, y despué, la hora y media hatta er hotel. En eta ocasión la mega sha no pudo aguantá má y cashó muerta como un fardo sin nesesidá de pastishasos ni ná. Qué mala compañera de viaje é, esha tuerse er cuesho y los demás que se fastidien y conduscan. En fin... no se como la aguantan, menos má que luego é modosita y no moletta y habla poco...
Mañana sus cuento er úrtimo dia en las Austrias, que fue toda una sorspresa. Guenas noshessssss!!!
Editado 1 vez/veces. Última edición el 03/03/2016 01:12 por JuanGay.