Víctima de un accidente de circulación, ocurrido en Benabarre, ha fallecido el cerleriano de siempre Enrique Roig.
Afortunadamente su esposa y su nieta se recuperan del tremendo golpe, en el Hospital de Barbastro.
Enrique, antiguo corredor de esquí en los tiempos de La Molina y Candanchú, ha estado vinculado a Cerler desde su inauguración.
A pesar de vivir en Aiguafreda, todos los fines de semana el y su familia no faltaban a la cita con la nieve, como bien recordarán todos los habitantes de Cerler, donde tiene un apartamento.
Fue precisamene en el desplazamiento a Cerler, cuando en la vergonzante raqueta de la carretera de Benabarre, de giro hacia Graus, donde fue alcanzado muy violentamente por otro vehículo.
Reciban nuestra condolencia, su esposa Lidia Remon, y sus hijos, todos esquiadores empedernidos de Cerler.
Hagamos votos por la pronta recuperación de los heridos.
Y esperemos que Enrique pronto pueda reposar, mirando al Perdiguero, en su querido Cerler.