Interesante reflexión para el debate.

Hago una reflexión rápida y muy simple. Si pensamos que el esquí es simplemente una cuestión de apoyarse primero en un esquí, y luego en otro, cuando toca y por su orden, ¿a qué otra actividad humana se parece enormemente?........

Exacto, yo diría que caminar. Y estoy convencido que todos, altos, bajos, calvos, melenudos, con barriga, sin ella, hombres, mujeres, niños y personas del género fluido, seguro que caminan todos con cierto garbo, gracejo, y sin duda, con equilibrio y sin caerse a cada paso.

Por lo tanto, yo diría que una respuesta más o menos universal a las distintas cuestiones que planteas, es que cada individuo tenemos la buena costumbre de adaptar nuestro sentido del equilibrio y coordinación a nuestras especificidades corporales.
Ergo lo mismo podría aplicarse al esquí, y si nos focalizásemos en la consecuencia de las acciones que realizamos encima de los esquís, cada uno acabaría buscando su maña para hacer lo correcto, si les explicamos bien lo que tienen que buscar.

Otra cosa es buscar ayudas extras para facilitar o el esquí de competición para arañar unas décimas al crono. Mi reflexión va más por el esquí recreacional del común de los mortales.

A debatir!

Efectivamente, al final nos adaptamos al material corporalmente buscando las sensaciones correctas. Esa guía basada en sensaciones, además de imprescindible (hace más el indio que la flecha) suele ser mucho más unánime para todos y ya cada uno va encontrando sus palancas y su equilibrio, en eso estoy 100% de acuerdo!

Pero mi planteamiento no iba tanto en poner el foco en el ESQUIADOR (más "dotado" o menos, anatómicamente hablando) sino en el MATERIAL (que nos pueda resultar mejor según esa anatomía). Sobre todo a partir de cierto nivel, probablemente avanzados.

Imaginemos esa distopía donde tuviésemos un sólo modelo de esquí en el planeta y millones de copias idénticas. No nos quedaría otra que adaptarnos a él. Está claro, para un mismo esquí (misma medida, dureza y tipología) cada cuerpo, distinto e irrepetible, tendrá su propio equilibrio óptimo e irremplazable, que buscar adecuadamente para sacarle el mejor rendimiento a ese esquí único. Y todos podremos hacerlo, tarde o temprano, con mayor o menor gracia y acabar disfrutando como enanos en nuestra distopía propuesta xD

Sin embargo, tenemos centenas de opciones en material a día de hoy. En principiantes e intermedios seguramente apenas influya lo que comento. Es más, mientras no la líes muchísimo en la elección de esquís (altura y/o exigencia desmesurada) seguramente el 95% pueda ser achacable a la falta de técnica. Pero de avanzados primerizos en adelante, creo que el material se vuelve mucho más determinante y, cuanto más lo pienso, la relación proporción corporal/material que usas igual es incluso más importante que la altura*. Tal vez es mi sensación pero diría que, con avanzados y expertos, se pone mucho más énfasis en que el esquiador se adapte al material que en lo contrario... Igual es que hay que meterles caña porque "ya saben esquiar y con técnica se suple todo" y... pues sí, no lo negaré, jajaj. Pero puede ser un camino más largo y arduo que si también pensamos en el material como igual prioridad. ¿Será también que, como en gamas avanzadas ya todo es carillo y hay muchas opciones en el mercado da un poco de cosilla meterse en ese lío con un cliente? No sólo tienes más probabilidades de mejorar la situación sino también de empeorarla

*(De hecho, a veces pienso que el peso es igual o incluso más importante que la altura. Qué opinais?)

Obviamente hay características propias del esquiador que pueden influir, a priori, en el material que se puede adaptar mejor a sus necesidades. Altura, peso, nivel de esquí, agresividad en los apoyos, disciplina/circunstancias para la que va a utilizar el material, etc.

Pero creo que lo que planteas es un par; esquiador-material, imposible de cuadrar de manera única, porque depende de muchas variables, que tienen la mala costumbre de variar cada día.
Pongo un ejemplo mío de hace un par de semanas. Unos esquís que uso con cierta frecuencia y me gustan mucho. La última vez que los utilice, tras varios días, con nieve dura, les hice los cantos, pero me dio pereza y no los encere. Me los subo para esquiar hace un par de semanas, nieve primavera transformada, me los calzo y…..la leche, no deslizan, se quedan pegados a la nieve. Vuelta a la taquilla y a cambiarlos por otros recién encerados. Ese día, la variable más importante para disfrutar del esquí no era el ángulo del tunning o la rigidez a torsión, era básicamente el deslizamiento de la suela.Resulta alucinante los micro ajustes que hacen continuamente ls esquiadores profesionales en el equipo, botas, esquís, preparación de cantos, encerado, etc, para ajustarse mejor a las infinitas variables de cada circunstancia, y poder arañarle unas centésimas al crono.

Discrepo contigo en lo de la importancia del material para niveles bajos e intermedios. En mi opinión es una de las variables más importantes. Y normalmente por exceso, somos así. Tendemos a pensar que unas botas tope de gama de 130 de flexión y unos esquís gama alta de 1200€ y triple capa de titanal son lo mejor que podemos comprar para aprender/mejorar/que no se nos queden cortos rápido. Y así vemos por las pistas a multitud de esquiadores con el “síndrome del tobillo tieso” incapaces de flexionar el tobillo, unos por falta de técnica y otros por llevar un material tan duro, tope de gama, que no son capaces de doblar. Unos botas de 80 de flexión y unos esquís comerciales de la mitad de precio y mucho más blanditos, harían mucho bien por su esquí.