Esta temporada he esquiado muy poco, 6 días y un rato previo, si no me falla la cuenta creo que hacen un total de 28 días esquiados, juaaaaas, lo que me está costando llegar a fin de mes….
Y tengo la sensación de haber aprendido esta temporada muchísimo, o tal vez es que he fijado lo que aprendí en las dos anteriores, pero todo es muy relativo, siempre parece que aprendes una cosa y desaprendes otra hasta la siguiente vez que es la contrario…..influye mucho el estado de ánimo y la compañía y por supuesto el tipo de nieve que esta temporada me he encontrado de todo.
Es difícil, teniéndolo tan reciente, hacer un balance o un análisis del aprendizaje, tardo algo más en procesar todos los datos y sensaciones, pero lo intentaré
Primer día de temporada, me pongo los esquís y me parecen enormes y muy anchas las espátulas, hay poca y mala visibilidad, una esquiadita de calentamiento, me sale la cuña sola, no veo ni torta y decido dejarlo por hoy, mañana será otro día. Este día no lo incluyo en el cómputo general como esquiado, que me desmoralizo.
Segundo día de la temporada, cuatro horas sin parar maravillosas, nieve polvo, en algunas pistas muy levantada con lo que yo llamo baches, no se, digamos que los baches marcan esta jornada divertida en la que me siento muy segura botando y saltando, miro hacia abajo y pienso qué línea seguir en la bajada, entre los baches, luego se me empieza a cruzar la gente y se jorobó el plan, pero voy controlando muy bien tanto la velocidad como el equilibrio y mantengo la postura, la flexión-extensión las voy logrando, siempre me sorprendo y me alegro de que el cuerpo y la fuerza me respondan. Algo de progreso con bastones. Adiós, volveré pronto, buen sabor de boca, muy bueno y ganas de más.
Tercer y cuarto días de la temporada, fin de semana, solazo espectacular y nieve perfecta, todo favorece un disfrute relajado, buscando donde haya menos gente (que me agobia tanto) para practicar giros cortos enlazados con ritmo y velocidad, estamos trabajando ritmo-velocidad con estilo, si no hay gente a bailar, flexión y angulación, poca pendiente, nada de baches, nieve bien compactada y con una capita de polvo por encima, para mi gusto lo mejor, consigo el ritmo, la ligereza y la armonía y soy feliz como una perdiz. Aunque voy con profe me siento sola, el profe me deja a mi aire, ya me conoce, sólo me hace algún apunte de vez en cuando, le sigo pero no me fijo en él, voy trazando mi danza en terreno fácil y de sobra conocido.
Quinto, sexto y séptimo días, esta Semana Santa, una mezcla de muchas cosas, lo principal, esquiar el mismo día distintos tipos de nieve y aplicar la técnica distinta y adecuada para cada tipo de nieve. Gran satisfacción porque cuando el profe me explica las diferencias yo ya las había descubierto por mi misma, esto me anima muchísimo, siempre he pensado que yo a la nieve “la entiendo” y tener la constancia me da la vida, en serio. No voy a dar aquí nociones de técnica, doctores tiene la iglesia y gente mucho más sabia y experta que yo.
Esta Semana Santa he esquiado con mi hija, el conjunto varía mucho, yo no esquío igual si voy con mi hija, creo que esquío peor, me gusta que ella me adelante, me riña, me diga que voy lenta y lo que hago mal. Me gusta que mi hija se ría de mi y se crea que me cuida. Es un planteamiento diferente.
Por mil razones cada día que he esquiado es distinto a los demás.
Y también me doy cuenta de que el esquí me hace pensar muchísimo, imposible poner aquí todo lo que pasa por mi cabeza durante y después de cada esquiada.
¿Qué he aprendido? Mucho de mi misma como esquiadora
Vaya rollo, perdonadme foreritos
"Las personas sensatas pueden ir a cualquier parte" (Alfred Hitchcock: La ventana indiscreta)
para poder resistir toooodo el día con la flexión bien hecha. Y sin flexión no hay esquí que valga.
- [