Bueno, aunque ya han pasado unos cuantos días, os cuento como fue la subida que hicimos Ricardo C. y yo al Cerro del Caballo, el día 28 de diciembre pasado...
Adelantaros que fue una verdadera maravilla, valió la pena dejar la
"casi siempre" grata compañía de los hermanos poscojonúos a eso de las 2 de la mañana, a pesar de ser repetidamente tentados con ofertas de grandes dosis de alcohol, y guapas señoritas que nos tenían "preparadas"...
Nuestra voluntad fue inquebrantable: al día siguiente, amaneciera como amaneciera (la previsión no era del todo buena...), lo intentaríamos...
Pues efectivamente, al día siguiente amaneció muy nublado, y conforme subíamos desde Niguelas por el carril hacia Fuente Fría, la cosa se ponía peor... La nieve muy baja, a unos 1.600m, el carril completamente congelado, menos mal que Antonio L. nos dejó el magnífico todoterreno que tiene...
Al llegar a la zona del Peñón de Muñoz, un viento impresionante, casi ni nos atrevíamos a salir del coche. Pensamos seriamente en bajarnos, pero decidimos intentar llegar con el coche hasta la zona de los cortijos de Fuente Fría, que estaría más resguardado.. Efectivamente, así fue, y además comenzó a despejarse por efecto del fuerte viento, hasta quedar prácticamente sin nubes...
Pues nada, nos decidimos a tirar p'arriba..
Por la misma pista había nieve suficiente para subir con toda comodidad, estaba estupendo para foquear... realmente el paisaje era precioso, con la nevada reciente..
En esta foto ya se ve la umbría por la que se comienza a subir hacia el Caballo: la ruta es muy cómoda, y como está en umbría, suele tener más nieve que la que va por lo alto de la loma de los tres mojones...
Las primeras cuestas más fuertecillas, aun por zonas de matorral bajo, una maravilla al estar todo cubierto por una capa de nieve-hielo...
Pronto llegamos a la zona más "abierta", sin vegetación, cerca de un peñón muy característico, por cuyo pie pasa la ruta elegida:
La vista atrás, alucinante, palas repletas de nieve polvo compactada por el viento presagiaban un descenso muy, muy feliz...
El sol lucía con fuerza, lástima del viento, que no cesó en todo el día... Curiosa foto del Ricardín...
Ya en la parte alta, a partir de unos 2.800m de altitud, el viento era muy, muy fuerte, y había pelado la loma entera, llevándose la nieve nueva, y dejando una placa de hielo descomunal: tuvimos que tirar de cuchillas, para poder seguir subiendo...
La cuerda de Tajos Altos, ya llegando al collado de la Laguna del Caballo:
Y ya enfilando el último tramo de la subida, con el pico del Caballo de fondo, bien cargadito de nieve...
En este último tramo, las rachas de viento eran realmente violentas, tanto que a ambos nos llegó a tirar al suelo, en alguna ocasión...
Aun así, el escenario es asombroso... Tajos Altos, el Tosal, el Veleta, la Alcazaba, el Mulhacén... y todo bien nevado...
Y por fin, la cima: vista al Norte: el viento casi me tiraba al suelo:
Y vista al sur... impresionante el rojo intenso del mar, que desde luego no se aprecia en toda su belleza en la foto, aunque se intenta...
Ya de vuelta, nos asomamos a ver la Laguna del Caballo y su refugio, con el Tajo de los Machos, y de fondo la Loma de Cáñar, bien repleta de nieve... ¿o debería decir hielo...? Fijaos en los cambios de color...
Y ya el goce de la bajada, al principio por una nieve-hielo bastante puñetera, pero pronto llegamos a la zona de nieve polvo, donde la nieve estaba de vicio... muy fácil y disfrutona, hasta el Ricardín parecía que sabía esquiar...
Y ya para acabar, vuelta al coche por el mismo carril por el que subimos, con el sol poniéndose, creando unos juegos de luces preciosos, con el hielo que aun cubría los matorrales...
En fin, como podéis ver, una esquiada preciosa, disfrutando tanto la subida como la bajada... en unas condiciones de nieve inmejorables para foquear... Vamos, una maravilla, ni por encargo hubiera podido estar mejor.. aunque igual si no hubiera hecho viento...
¿Verdad, Ricardo...?