Acabada la temporada nos encontramos en Mayo un mes antagónico con muchas sensaciones encontradas.
Es el momento del año en el que te recuerda que todo en la vida tiene su Yin - Yang. La vida y la muerte, el verde y el blanco, la nieve se muere, se derrite, se convierte en agua y está da vida a nuestros valles pintando todo de tonos verdes exuberantes. Todo muere todo se convierte.
Nuestra pasión por la nieve te deja esa sensación que no quieres tener año tras año, te gustaría no sentirlo nunca, pero cada año es igual. Piensas, ya no hay nieve, esto se acaba, es hora de guardar bártulos y coger la bici, el kayak para aprovechar el deshielo, las zapatillas, algo que te mantenga allí arriba en las montañas. Pero tu cuerpo quiere nieve.
Tenemos la suerte de tener el Pirineo al lado, rebosante de vida y poder descubrir esos secretos que nos guarda. Neouvielle, Aneto y Maladetas, esas zonas donde por su situación geográfica podemos alargar nuestra pasión un poquito más gracias al esquí de travesía..
Así que nos fuimos a la boca norte del Túnel de Bielsa para aprovechar la fabulosa orientación que tiene el pico Bateillance y la vistas de todo lo que le rodea. A hacer una travesía de 800m de desnivel de las que te deja con la sonrisa en la boca.
Como soy todavía un novato en esto del randonee que mejor que ir con el amigo
Toño Guerra experto guía de montaña. Para así ir sacándome de dudas y darme valiosos consejos en el transcurso del ascenso.
Tenemos la suerte de no tener que madrugar mucho ya que los últimos días ha helado bastante. Así que empezamos la travesía a las 10 de la mañana.
Desde la salida del túnel el aspecto no es muy esperanzador.
Y tras 20 minutos de porteo alcanzamos la lengua de nieve a la altura de la cascada de la dorada.
Primera pala de nieve. Todavía muy dura que junto con su pendiente nos hace poner obligatoriamente los crampones.
Una vez pasada esta pala ya ponemos las focas.
La subida se hace corta, poniendo en práctica todos los consejos de Toño, practicando las diferentes formas de foquear y practicando las vueltas maria en mi primera travesía con fijación de telemark que pivota libremente. Cogiendo confianza psicológica con las focas y con el material.
Subiendo bajo la preciosa cresta del Bateillance.
Nos quedamos embelesados con la plasticidad de la nieve.
El pseudo glaciar de la cresta del Bateillance.
Pasando el pequeño collado.
Pala cimera de 30º de inclinación.
Inmensidad. Detrás pic du Campbielh y Neouvielle asomando.
Vuelta María.
Disfrutando de la ya suave arista cimera.
Llegando a cima con el macizo de la Munia como telón de fondo.
En la cima a las 14 horas. A comer un poco y a disfrutar del nuestro objetivo.
Vértigo. 1000m más abajo las curvas que dan acceso al Valle de Barrosa y al Túnel de Bielsa.
Primeros giros con nieve dura.
Despues disfrutando de la crema primaveral en la pala cimera, con la nieve que aguantó perfecta toda la bajada.
Telemark.
Nieve de colores.
Con la sonrisa tras bajar la primera pala.
Apurando los pasillos de nieve.
Pala final.
Últimos giros.
15 horas. Se acabó. Cascada de la dorada.
A echar una cerveza bien fría para hidratarse en Parzán.
Y a pensar en la próxima
.
Que bonito, Mico, ¡y encima en Tele! 
Ke Trabaje Rita
