Después de la ausencia pandémica del año pasado, teníamos unas ganas locas de retomar los viajes alpinos. Puestos a buscar destino, la decisión fue Suiza, ya que es el país que menos trabas había puesto en 2021, así que por si acaso…

Nos pusimos en contacto con Nacho Campos de Alpeski y rápidamente cerramos alojamiento en un chalet de 5 habitaciones en Nendaz (Verbier se nos escapaba de presupuesto), coches de alquiler (¡Furgoneta y coche para 9 personas, reservado a principios de noviembre por 2.600€!), ff de 6 días para los 4 valles, vuelos MAD-ZRH y la última noche en un hotel en Rümlang, al lado del aeropuerto. Y, por supuesto, un seguro de cancelación…

Según avanzaban las semanas tuvimos varias bajas y una alta, muchas comprobaciones de precio de alquiler, con sucesivas modificaciones de reserva y al final quedamos 6, por lo que decidimos anular el coche y quedarnos sólo con la furgoneta, con un precio final de 800€.

Los requerimientos de entrada en Suiza especificaban pasaporte covid+prueba diagnóstica o bien prueba a la entrada y prueba entre el 4º y el 7º día si no estabas vacunado, además de un Einreiseformular del Gobierno Suizo. Reservamos las pruebas diagnósticas, y la última semana del viaje cambió la normativa y eliminaron dicho requerimiento, pero dado que ya lo teníamos reservado y por nuestra tranquilidad ya que íbamos a convivir, nos hicimos las pruebas con cierto nerviosismo. Por fortuna, todos negativos, así que ya estábamos listos.

Sábado

Y por fin llegó el sábado, nos presentamos a las 5 de la mañana en el aeropuerto (el vuelo salía a las 08:10), aparcamos y recogimos los bártulos


Tras pasar sin incidencias los controles, desayunamos y nos dirigimos a la puerta de embarque.



Embarcados y listos para la aventura



Despegamos y tomamos rumbo a Suiza… sobrevolamos los Pirineos.



Y… Sorpresa! Nos comunican un fallo eléctrico en el avión que nos obligaba a dar la vuelta ya que la asistencia en Zürich no era posible.



Tras aterrizar, tomar otro café y una corta pausa de una hora (y por supuesto avisar a Nacho para que nos mantuviesen la reserva de la furgoneta), volvíamos a despegar. Esta vez conseguimos pasar de Touluse, sobrevolamos los Alpes sin más incidencias. Aquí vemos el Mont Blanc



Y aquí el Monch, el Eiger y la Jungfrau



Aterrizamos, recogemos la furgoneta (el del alquiler hacía que los caribeños pareciesen rápidos, 45 minutos para entregar dos coches… afortunadamente llegó una compañera y me dio la furgoneta ¡en 5 minutos!). Hacemos el Tetris en la furgoneta y camino.
Total, que en vez de salir del aeropuerto a las 11 y media salimos casi a las 3, la visita planificada a Berna con comida en una cervecería evidentemente se canceló. Llegamos a nuestro destino, descargamos y mientras una parte del grupo movía equipajes otros nos fuimos a buscar un supermercado abierto para una compra de emergencia. Misión cumplida. Ésta era nuestra guarida


















Y éstas, las vistas



La casera nos advirtió de que dejásemos la puerta bien cerrada por si se nos colaba algún minino…

Domingo

Plano de zona



El plan era arrancar desde Nendaz, ya que teníamos que recoger los ff allí. Así que nos levantamos y disfrutamos de las vistas desde nuestro chalet.



Cargamos el coche y aparcamos al lado del telecabina al módico precio de 5 CHF



Recogemos los ff y “parriba”



Dejamos atrás Nendaz y llegamos a Siviez



Una vez en Verbier, nos parece ver un conejo escapándose por la zona de Attelas, así que nos fuimos a investigar.



Para variar, se nos escapó. Nos movemos hacia les Ruinettes



Dejando a nuestras espaldas Attelas y el temoble Mont Gelé



Un poco de postureo



Y enfilamos hacia Verbier



Tras un ligero despiste que nos llevó hacia la zona de Carrefour



Y comprobar el mercado inmobiliario



Por fin llegamos a la base de Verbier



De vuelta hacia Nendaz, pasamos por Chassoure, que confundimos inicialmente con Gentianes



Y al ver la bajada, decidimos cambiar el nombre de Gentianes por el de Gensanta!



La entrada estaba un poco complicada, entre carriles con bañeras y piedras. Paso a paso



Una vez superada la entrada, la cosa no estaba mal. Bañeras gordas pero con muy buena nieve, y hasta localizamos zonas lisas para días posteriores



Llegando hacia Tortin nos desviamos Ardi y yo por otro itinerario entre bosques



Trillado, pero más ameno que la bajada por el camino





Una vez reunidos con el resto del grupo (que nos esperaba en Tortin, por donde no pasamos…) volvimos hacia Nendaz. Bajando de Plan du Fou vimos una escena surrealista, a un americano se le escapó la cartera esquiando y la cartera deslizaba que daba gusto, con billetes de francos y dólares volando alegremente. De película!. Les ayudamos a recolectar (sin quedarnos con nada) y continuamos hacia la parte alta de Tracouet, donde comemos



Y después de comer, una cómoda bajada de 800 metros de desnivel, compra y a casa a reposar.

Lunes

Plano de zona



Tocaba conocer la zona de Veysonnaz-Thyon. Arrancamos directamente desde Siviez (que se convertiría en nuestro punto de inicio) y subimos directamente ha Greppon Blanc



Disfrutamos de las vistas al valle del Ródano



El cambio de zona implicaba caminos y arrastres, un poco aburrido pero con buenas vistas



Hasta que por fin llegamos a Thyon



Bajamos a Veysonnaz por una pista espectacular, larga, entre árboles y con buena nieve



No encontramos conejos, así que interactuamos con la fauna local



A continuación nos bajamos la pista del Oso en dirección a Mayens de l´Ours



Y tras pasar por Le Collons vamos hacia Ethérolla



Allí Marc saca el juguetito y hacemos unos vídeos









Y tomamos un arrastre en Thyon para ir regresando a Siviez



Postureo



Paramos a comer en Combatseline



Con estas vistas



Y después una bajadita hacia el coche, vuelta a casa y sauna



Martes

Plano de zona



Día grande, aparcamos en Siviez, subimos a Tortin y de ahí teleférico hasta (esta vez sí) Gentianes



Subiendo por Gentianes



Timelapse de la subida





De ahí, otro teleférico al Mont Fort



Las vistas desde allí son…



Para recrearse



El Matterhorn



El Mont Blanc



Y el Grand Combin, con el inicio de la bajada



Bajada con unas pequeñas bañeras



La nieve está impresionante, lo que facilita mucho la bajada



Más bañeras, esto parece el Leroy Merlin



Misión cumplida. La chica de rosa que se ve en esa foto bajó 2/3 de la pista rebotando de bañera en bañera como una bola de pinball… aparentemente no sufrió daños, más allá de su estima.



Llegamos a Gentianes y nos dirigimos hacia Verbier



Posamos con el Bec des Rosses… le falta nieve aún. Parece imposible que haya colgados esquiadores que se tiren por ahí



Un vídeo de la bajada hacia Verbier





Los dos arrastraculos haciendo el tonto…



Parada en el bosque a meditar



Y subida al Mont Gelé. Magníficas vistas



Para bajar puedes elegir, “susto o muerte”. (bueno, y más caminos, pero esos ya…)



Elegimos susto, camino a Tortin, 950 metros de desnivel en un itinerario. Otra entrada poco cómoda



Y un valle inmenso, salvaje



Prueba superada otra vez.



Enpalmamos con la bajada desde Gentianes, encntramos zonas con nieve muy suelta, a paser de las 3 semanas de anticiclón.



Edu buscando el camino



Y tras el esfuerzo, una merecida recompensa…



Paseo por Nendaz, curiosos los inquilinos de este apartamento.



Compras y para casa, que teníamos invitados a cenar. Joseba, compañero habitual de Valdezcaray nos venía a visitar con su mujer y un amigo, así que el Chef Dantito se esperó. Unos entrantes




Ensalada para disimular. Había también morcillas, pero no dio tiempo a fotografiarlas



Tartiflette savoyarde



Y el vino y el cava por cuenta de Joseba



Un gran fin de jornada!

Miércoles

Plano de zona



Para este día queríamos conocer la zona de La Tzoumaz, así que sin más dilación, arrancamos desde Siviez, subimos a Tortin, subimos a Gentianes y bajada hacia Carrefour, donde tomamos el autobús que en 10 minutos nos lleva a la salida del telecabina de Savoleyres



Tomamos una de las vetustas cabinas



Sobrevolamos Verbier



Y llegamos a la cima, desde donde vemos el Val de Bagnes hacia un lado



Y el Valle del Ródano al otro



A nuestros pies, Sion



Parada técnica



Y bajada entre chalets hasta La Tzoumaz



Probamos a buscar conejos por un tubito interesante. Fracasamos



Vistas desde el telecabina



Desde allí, vuelta hacia Siviez, parada a comprar cervezas y patatas (no se que pasaba, siempre había que comprar cervezas y patatas…), dejamos a Carlos y a Danito en casa y el resto nos dirigimos hacia Les Diablerets. Llegamos de noche cerrada



Y recogemos los trineos y los frontales, listos para una nueva aventura.



La aventura consiste en un descenso nocturno en trineo por una pista sin iluminar de 7 km de largo. Nuestra primera vez en trineo, y a lo grande (Información aquí). Practicamos un poco en el llano



Alguno ya daba indicios de lo que se nos venía encima


Y a bajar, con tiento al principio y cogiendo más confianza después




Postureo con trineos, por supuesto



Noche estrellada



Como no estaba Bea, alguien tenía que hacer una postura de yoga. Con mucho esfuerzo y bastante menos gracia, cumplí.



He dicho alguna vez que nos gusta el postureo?



Más tomas nocturnas



Un vído de la bajada, se puede observar que mi frontal no es que ilumine mucho… y eso que había llevado uno de 900 lúmenes que me dejé en casa. Zoquete





Sobrevivimos a la bajada, a una rampa final bastante empinada (Donde al grito de Ardillo al barranco Ardi fue embestido y sacado de la pista, sin consecuencias) y devolvimos entre risas los trineos. De premio, un vinito caliente.



Jueves

Plano de zona



Para el jueves nuestro objetivo era La Chable/Bruson, la última zona que nos faltaba por conocer. Arrancamos como ya teníamos por costumbre con la combinación Siviez-Tortin-Mont Fort y desde allí bajada (pasando por La Chaux)



Hasta Verbier



Donde tomamos el telecabina que baja hasta La Chable, y de allí el que sube a Bruson



Unas gafas espejadas y 6 individuos



En la cima, las montañas que se ven al fondo ya son fronterizas con Francia e Italia



Mirando hacia el Mont Rogneux y el Combin



Y hacia el final de la estación, el extremo del dominio de los 4 Valles



Bajamos hacia Bruson pur unas pistas divertidas, entre árboles y desiertas



Con algún camino de enlace




Y volvemos hacia Verbier, para comer en el Nido del Cuco, en la zona de Attelas



Con estas vistas



Pasamos por la hoya entre Chassoure y Attelas


Y nos dirigimos al “Gensanta”, donde ya teníamos claro por dónde bajar para pillar mejor nieve y menos bañeras.




Parece que hay mucha roca, pero por esa zona el acceso es bueno, aunque la diagonal para llegar es un tanto incómoda.



Vistas al “Gensanta”



Nos salimos por el itinerario del primer día para hacer una foto “caminando sobre las aguas” (os he comentado ya que nos gusta el postureo?)




No solo es cosa mía…



Bajos al coche, parada para comprar (cómo no) cervezas y patatas, y para tomarnos una cervecita con Joseba y compañía en el 3330 de Nendaz, una cervecería artesana muy coqueta. En el local adyacente se podían ver los depósitos y todo el proceso de fabricación.



Nos despedimos de ellos, que al día siguiente ya se iban para Crans (Cggonn) Montana y a casita a cenar.

Viernes
Plano de zona



Nuestro último día allí arrancaba cómo no desde Siviez. De allí hicimos una ida y vuelta exprés hasta Nendaz, subimos a Combatseline para rendir tributo a una pala donde cuenta la leyenda que un conocido forero sufrió una caída que le condujo a ser evacuado en helicóptero. Se cuenta que no llevaba casco por una pérdida de la maleta y en ese momento comenzó su cruzada en favor del uso del casco… no diré el nombre del forero.
Aquí estamos, en la pala de Esce. Ups…



Subimos a Gentianes, donde nos encontramos con Vladimir



Esquiamos sin más pretensiones por Verbier y volvemos al Nido del Cuco



Comer con estas vistas y en un día así…



Y nos despedimos de “Gensanta”, la diagonal ya nos la sabíamos de memoria.



Parada a comprar… os imagináis que? Y a casa, a preparar el equipaje.
Aquí una pequeña muestra de las cervezas que probamos por allí




Sábado

Dejamos Nendaz a las 7 de la mañana. La casera se presentó a las 06:45 para comprobar que no hubiese gatos por allí, nos dio el ok(y los 500 CHF de fianza) y arrancamos de camino a Gstaad, área de esquí de la realeza. Y como nosotros somos reales, pues nos fuimos.
De todas las zonas de esquí que tiene el dominio, nos decidimos por la comprendida entre Eggli y Rougemont.




Pasamos por Les Diablerets y la base del Glacier 3000, hay bastante nieve



Subimos en un modernísimo telecabina (con forma muy ovalada)



Al fondo queda el glamour de Gstaad



Y una pensión de mala muerte



Al llegar a la cima de Eggli, nos encontramos con una prueba de esquís. Marca artesanal suiza (Mach skis). Nos informamos ( Y le mando aviso a Asisa para que lo incluya en la siguiente colección )



Y nos disponemos a bajar hacia Chalberhöni



Llegamos hasta Les Gouilles, desde donde vemos la masa rocosa de La Videmantte



Un “robado”



Y desde ahí un descenso de 1000 metros de desnivel hasta Rougemont, con vistas al valle



Globos levantando el vuelo



Subimos a la Videmanette entre dos impresionantes paredes de roca




Curioso mural en la llegada del telecabina


Y las vistas desde el restaurante… decidimos que ese sería nuestro lugar para comer.



Volvemos hacia Eggli, a probar esquís para poder darle información de primera mano a Asisa



Bufff, vaya bichos. Buen agarre, muy estables, ágiles… pena del precio



Unas bajadas más



Una separación temporal del grupo por un fallo con una confluencia de pistas hizo que unos tiraran hacia Chalberhöni, donde esta cabaña hizo dudar de la elección de restaurante



Y otros hacia Rougemont, donde incluso hubo un intento de caza de conejo



Dinalmente nos reunimos en lo alto de Videmanette, para reponer fuerzas



Una vez alimentados, buscamos el camino de vuelta



Alguno cogió un atajo



Y finalmente nos juntamos todos de nuevo para un poquito de agroesquí de despedida (pista marcada como abierta… creo)



Decimos adiós a Gstaad



Y llegamos al hotel. Ducha rápida y bajada a Zürich



Paseo por la ribera del Limago (que no limaco)



Disfrutando de la fresca noche zuriquesa



Este modelo de esquís no lo tenía yo fichado…



Ejem



Sin comentarios



Nos fuimos a cenar al Zeughauskeller, que ya conocíamos de otro viajes y sabíamos que era una apuesta segura



Kalbgesnechzeltes nach Zürcher Art mit Rösti, Wienersnitzel, Cordon Bleu y Tatar



Unos buenos postres



Y con esta curiosa advertencia nos fuimos para el hotel



Domingo

Con pena decimos adiós. Una última sorpresa en el aeropuerto, nos encontramos la zona donde debíamos facturar nuestro equipaje deportivo acordonada por la policía por una maleta sospechosa, lo que nos obligó a cambiar de terminal, dejar el equipaje y volver.



Desayuno viendo el partido de Nadal, embarque y despegue






Vuelo sin incidencias, nos despedimos de las montañas nevadas



Y eso es todo. Una estupenda semana en magnífica compañía (aunque sin alguien especial para mí…) con muy buen tiempo y buena nieve, aunque nos hubiera gustado peor tiempo y más nieve, pero tampoco es cuestión de quejarse.
Muchas gracias a Nacho Campos por la organización y por estar siempre al teléfono. ¡Hasta la próxima!

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