Hablando un poco mas del tema , hoy en un periódico Asturiano , a salido el tema ...
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Rescates a 2.027,30 euros la hora
«En cada salida nos jugamos el tipo» porque «no es lo mismo bajarte de una ambulancia que descolgarte por un cable hasta un risco», indican los efectivos de emergencias
Practicar deportes de aventura sin seguir las normas puede salir caro. El Principado ya ha hecho pagar a dos accidentados
LUCÍA RAMOS GIJÓN
19 abril 2015
09:57
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Espeleología, senderismo, barranquismo, rafting, escalada, esquí, parapente... La lista de opciones para los amantes del turismo activo en Asturias son interminables. Tanto las empresas organizadoras de este tipo de actividades como los encargados de resolver entuertos cuando no todo marcha como debiera confirman que, en los últimos años, la afición por los deportes de riesgo aumentó considerablemente, al igual que la edad de las personas que los practican. «Cada vez es más frecuente ver a gente de mediana edad aficionada a la montaña», señala el jefe del Área de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), Jaime Martín.
TARIFAS (EUROS/HORA)
Titulado Superior: 16,50.
Titulado Grado Medio: 13,5.
Jefe supervisor: 18,90.
Jefe de zona: 17,30.
Bombero conductor: 14.
Bombero rescatador: 14,10.
Auxiliar de bombero especialista: 11,60.
Vehículos ligeros: 36,10.
Vehículos pesados: 209.
Vehículos especiales: 439.
Helicóptero multifunción: 1.258,30.
Helicóptero medicalizado: 2.027,30.
El peligro, sin embargo, no radica en la edad de los deportistas, sino en su experiencia o, mejor dicho, en la falta de la misma. «Mucha gente va a la montaña como quien va a dar un paseo por la playa, y no es así. La montaña es engañosa y el clima puede cambiar en muy poco tiempo dejándonos perdidos o atrapados en un sitio que no conocemos», explica Martín. Y cuando sucede algo así se pone en marcha su equipo. A la base de La Morgal llega el aviso y, según la emergencia a la que se enfrenten, los efectivos se equipan y salen en menos de cinco minutos hacia su destino. En una emergencia con el helicóptero medicalizado van el piloto, dos bomberos rescatadores y un médico.
La prevención es «el mejor de los seguros», dicen los expertos
Este último dista mucho de ser un facultativo al uso, pues debe dominar técnicas de esquí, montaña y acuáticas. «No es lo mismo bajarte de una ambulancia que descolgarte por un cable hasta un risco sin saber lo que vas a encontrar abajo», detalla Martín. Por ese motivo, todos los efectivos que participan en los rescates son personas sumamente preparadas. «Antaño procedían de equipos de rescate de la Federación de Montaña, pero en la actualidad hacemos pruebas internas para esos puestos», precisa el jefe de Bomberos del SEPA, quien hace hincapié en la valía de su equipo. «Siempre que hay algún congreso de rescate o montaña, ya sea a nivel nacional o internacional, cuentan con ellos. Con todos, incluidos los pilotos. Mis chicos forman equipo desde hace muchos años y llegaron a un nivel de complicidad en el que con un simple gesto ya se entienden», apunta. Algo que nunca está de más, sobre todo cuando tu oficina de trabajo está suspendida en el aire en medio de un temporal.
Similar funcionamiento tiene el Grupo de Montaña de la Guardia Civil, en Cangas de Onís. Capitaneados por el alférez Pablo Villabrille se encargan de los rescates más complicados. «Cuando es un rescate al uso no intervenimos, pero si entran en juego condiciones adversas como un temporal, la caída de la noche o zonas de muy difícil acceso, como cuevas, nos llaman a nosotros», explica el alférez. En rescates 'normales' participan un mínimo de dos efectivos, número que va ascendiendo en función de las necesidades. «No podría establecer un máximo. Yo estuve en rescates en los que participamos más de 80 personas», apunta.
En constante formación
Al igual que sus compañeros bomberos, estos guardias civiles están especialmente preparados para hacer frente a todo tipo de situaciones. «Todos se forman durante un año en Jaca y los entrenamientos continúan cuando llegan aquí. Nunca dejamos de formarnos». Aún así, añade, «no hay que olvidar que en cada salida nos jugamos el tipo». Por eso, recomiendan encarecidamente tomar las medidas de seguridad adecuadas siempre que se vaya a practicar algún deporte de aventura y reducir, así, el número de intervenciones de estos equipos de rescate especializados.
De hecho, no seguir las recomendaciones puede salir muy caro. En el mejor de los casos habrá que hacer frente a los costes del rescate. Las tasas revisadas recientemente oscilan entre los 11,60 euros que cuesta la hora de trabajo de un auxiliar de bombero especialista hasta los 2.027, 30 que suponen los sesenta minutos de uso de un helicóptero medicalizado. «No hacer caso a los avisos de alerta por mal tiempo o riesgo, por ejemplo, de aludes, adentrarse en aquellos lugares donde está prohibido el acceso o carecer del equipamiento adecuado para llevar a cabo la actividad que se estaba realizando en el momento del accidente, son los supuestos que harán que el rescatado deba abonar las tasas establecidas», detalla Jaime Martín. Desde que, en 2010, el Principado estableció las penalizaciones a deportistas imprudentes, añade, ya se cobró estas tasas a dos personas. Un número que podría crecer si la afición a la montaña sigue aumentando y los menos experimentados no toman las precauciones necesarias antes de calzarse las botas.
Un saludo amigos
