Cita
Ramoncod
Intentaré explicar lo mejor que pueda todo lo que sucedió el 11 de marzo de 1991 en la tuca de Paderna.
Yo estaba destinado a la compañía de escaladores esquiadores de Barbastro. Era uno de los conductores de camiones. A parte de llevar el camión también participaba en todas las invernales i actividades que se realizaban.
Esa mañana madrugamos mucho, salimos del refugio militar de montaña de Cerler hacia los llanos del Hospital. Una vez ahí nos equipamos i fuimos remolcados con unas cuerdas por los vehículos oruga ( TOM). Eso fue muy divertido. Nos reímos mucho, éramos diferentes grupos de personas cogidos a la cuerda i esquiando al ser remolcados. Los que Iván más cerca del vehículo era fácil aguantarse pero los que íbamos mas alejados se producía el efecto látigo y salías despedido, a aparte de esquivar a la gente que se caía. Lo difícil era no caerse.
Una vez dejamos los vehículos oruga empezamos a subir la montaña. No recuerdo cuantos éramos pero entre todos debíamos ser unas 100 personas aproximadamente. Realmente era bonito ver a rodas esas personas ascendiendo con esquís por la montaña. El día era radiante, durante la subida la calor se hacia notar. Llegamos a un punto de la tuca de Paderna donde el Capitán Raúl Suevos dijo que hasta ahí habíamos llegado i que nos preparásemos para bajar. Un Teniente que no recuerdo el nombre, solo ser que era delgado i andaba un poco cojo le dijo al Capitán: “Solo hacemos esto...vaya mariconada” El Capitán le respondió: “Esta pendiente que hemos subido no me ha gustado nada, me daba miedo, hace mucha calor”. Entonces ordenó hacer grupos de no mas de 10 personas i bajar separados. Yo tenia la suerte de esquiar bastante bien y por casualidad me coloqué en el penúltimo grupo en bajar de la montaña.
Empezamos el descenso i al cabo de muy poco rato oí un gran ruido que procedía de la montaña i vi como la nieve se desplazaba hacia abajo delante de mis ojos. Me acuerdo que frene en seco y me quede a las puertas de ser arrastrado por la alud. Tenia la vista puesta en la nieve corriendo delante de mi i viendo como por encima mío se habría una grieta con el riesgo de ser arrastrado también. Solo pensaba, si se rompe la placa de nieve que tengo encima me tiro hacia ese lado. Estaba haciendo mi vía de escape. Afortunadamente no acabo de romperse.
Yo estaba en la parte superior y solo vi la gran alud, pero todo empezó a unos 100 metros debajo mío con una alud pequeña que no pude ver. No habría pasado de ser mas que un susto, pero esa pequeña alud fue la que despertó a la grande.
Mientras la nieve corría hacia abajo pude ver como arrastraba a la gente i algunos lo colgaba i desaparecían. Fui la segunda persona a bajar esquiando por encima de la alud para prestar auxilio. Era muy difícil bajar. Era una alud de placa con unos bloques enormes. Una vez dentro del alud todo era un caos, gente por todos los sitios y muchos nervios. Al poco rato unos compañeros vieron una mano salir de la nieve. Era un caporal que tuvo la suerte que su mano no quedase colgada de nieve. Seguimos buscando y al poco sacamos a un sargento que se pudo reanimar. Otros compañeros sacaron a otra persona en vida al cabo de media hora.
Mientras andamos buscando gente me dirigí a un bloque de nieve enorme, unos dos metros de altura. En unos de estos momentos la nieve se aposentó bajando unos centímetros acompañada de un ruido, me pegué un susto que salí corriendo por patas, solo fue un susto más.
Una vez sacadas a las personas en vida ya las otras fueron lo contrario. Faltaban 9 personas para encontrar. Estuve en la montaña hasta las 4 de la tarde, hora que fui sacado en helicóptero de la montaña. De ahí hacia el refugio militar de Cerler.
Una vez en el refugio nos reunieron y pasaron lista de todos para confirmar los desaparecidos. Lo mas emotivo fue cuando decían el nombre de las personas muertos o desaparecidas. Al decir el nombre se respondía muerto i las lágrimas no paraban de oírse en la sala. Acto seguido dejaron llamar por teléfono a nuestros familiares para decir que estábamos bien (cosa que no hice i mis padres sufrieron un día más de lo normal, perdón).
Durante la noche se hizo la vela en la parte superior del refugio, todos queríamos colaborar, también fueron momentos muy duros.
Una vez efectuado el enterramiento de las personas que habíamos encontrado unas 5 si no recuerdo mal volvimos a subir a la montaña para buscar al resto de personas. La alud era muy grande, Debía tener unos 100m de ancho por 200 de largo aproximadamente. Los bloques eran enormes. Buscando sacamos a mas personas hasta que quedaban 2 cuerpos por encontrar. Pasaban los días y no aparecían. La sonda entraba toda entera y no se tocaba la tierra. Hicimos trincheras profundas cada 5 metros en paralelo y las atravesamos con sondas, y no se encontraban. Iban pasando los días y cada día subíamos a buscar a nuestros compañeros muertos sin poder encontrarlos. Se planteó la opción de esperar al deshielo, pero la presión era muy grande y esa opción no podía ser.
Nosotros estábamos cansados i tocados físicamente i sicológicamente. Se opto por una solución. Se hizo una plataforma metálica es Benasque, esta se enganchó a un helicóptero del ejercito, en el de dos hélices llamado XINU. Con esta plataforma se subió una maquina retrac de la estación de esquí de fondo de Llanos de Hospital.
La máquina empezó a remover la nieve de la montaña. La alud era tan grande que la máquina quedó pequeña y no podía con tanta nieve i bloques grandes. Entonces la estación de Cerler dejó una de sus retracs grandes. Una vez en la montaña esa maquina removió toda la alud y aún no salían las dos personas que faltaban.
Solo faltaba mirar la parte mas baja de la alud, muy cerca del lugar donde aterrizaban los helicópteros. Ahí finalmente salieron los dos compañeros que faltaban, tenían encima 10 metros de nieve. Tardamos tres semanas a encontrarlos. Hasta aquel día nadie de nosotros había ido de permiso a casa. Estuvimos siempre subiendo a la montaña. Para que la gente no se quemase tanto se hicieron grupos y no siempre subíamos los mismos.
Este es mi relato de lo que recuerdo, pueda que alguna cosa o dato no sea del todo correcto. Creo que se acerca mucho a la realidad. Tengo un buen recuerdo del Capitán Suevos y del teniente Ardanui pienso que eran buenas personas. Del resto de mandos no me acuerdo y de otros prefiero no hablar.
Actualmente mi deporte preferido es el esquí de travesía. Lo practico muy a menudo durante todo el invierno. He subido varias veces a la Tuca de Paderna a visitar el sitio de la alud donde hay una placa conmemorativa con el nombre de las personas muertas.
Ramon Codina Freixa
RAMONCOD2000@YAHOO.ES
