En primer lugar, te animaría a pasar el día en Lech-Zurs, es una estación preciosa!
Sobre el anillo blanco, se puede hacer sin problemas en unas tres horas, pero mi sugerencia sería que os pasarais todo el día para completarlo,
haciendo otras pistas por el camino y repitiendo aquellas que más os gusten.
SIn duda aparcaría en el parking que te encuentras a la entrada de ZUrs, junto a una rotonda. Para hacer el recorrido tienes que ir obligatoriamente hacia la izquierda, pero en vez de ir directamente y para ahorrarte una pequeña caminata puedes empezar por la derecha cogiendo una sillita que se llama Ubunshang y desde ahí cruzar a la ladera izquierda por un puentecito que pasa sobre la carretera.
Una vez en la ladera izquierda coge la silla Zursersee hasta el lago del mismo nombre, y en vez de coger directamente la silla Madloch, coge antes la silla que sale a mano izquierda (Muggengrat), y desde allí toma la pista que baja a mano izquierda (10) que te lleva de vuelta al parking donde has aparcado. Es una pista roja muy larga preciosa, merece la pena.
Desde ahí vuelta a empezar, para volver a llegar a Zursersee y coger, ahora si, Madloch. Desde aquí la bajada a Zug es un Skirouten precioso. Puede estar sin pisar, pero mi experiencia es que es más habitual encontrártelo pisado. Desde allí, subir ya a la gran ladera que queda encima de Lech. Os podéis pasar un buen rato esquiando por esta ladera, sin olvidaros de probar la super silla de ocho con capota (pedazo cacharro), así como la pista que baja por un bosquecito hasta Oberlech.
Cuando empiece a apretar el hambre, bajad a Lech, cruzad la carretera y coged el teleférico Rufibahn. En la cima hay un restaurante panorámico muy bonito donde además se come muy bien a precio razonable. SI es un día despejado la vista es espectacular!
Después de un merecido homenaje, sólo os queda ir bajando en dirección a Zurs, y en función de cómo esté las piernas ir haciendo alguna de las pistas del lado derecho de esta estación.
Os aseguro que será un día para recordar!!
Perdona el rollo, pero acabo de volver de una semana increible esquiando allí y escribir estro me trae tan buenos recuerdos...
