<HTML>En la época del superfamoso Karl Schranz, gran campeón olímpico natural y residente en St. Anton (Austria) había una técnica de descenso utilizada por el equipo austriaco para no "despegar" en los saltos de los descensos, ya que cuando se pierde el contacto con el suelo se pierde velocidad. Esta técnica se llamaba el "östraken" y consistia en flexionar a tope la postura hacia el suelo antes de entrar en el posible salto.
Sin embargo el famoso Schranz inventó algo mejor, que sólo él y algunos privilegiados técnica y físicamente podían hacer: ¡la cuña a 120 km/h!. Con ello se reducía de inmediato la velocidad sin variar la posición y se evitaba el despegue en el salto.
Se le llamaba "la cuña olímpica"
Cuando te he visto con esa medio cuña me has recordado al mismísimo Karl Schranz.....
Con los mejores deseos del Dino</HTML>