Buenas socios
Tras otro año en dique seco, después de una vuelta prematura de mi último destino en Etiopía, este año ya me iba tocando hacer algo más que el corredor de los Machos...
El caso es que esta vez iba acompañado, así que adapté un poco las pretensiones de montaña a la opción de compartir mis experiencias con gente menos experimentada, pero no por ello, menos ilusionada. ¿El plan? Pues darnos un garbeo por Georgia y de paso intentar el Kazbek, de 5.047 m. Para mi compi de viaje iba a suponer su primera incursión por estas cotas, así que tras unos cuantos meses de entreno y pateos de los güenos (
) por Sierra Nevada, aterrizamos en Tiblisi dispuestos a disfrutar de Cáucasos.
¿El tiempo? Pues ahora ya sé que los meses de mayor precipitación en la zona son precisamente los de verano
Esa zona del Cáucaso tiene algo así como un pequeño monzón particular, pero eso no nos detendría. Tras disfrutar de las enormes bondades que te ofrece la capital georgiana, pusimos rumbo a Stepantsminda, a través de la carretera militar georgiana que une el país con Rusia a través de la cordillera. A la mañana siguiente, tras preparar todo el material para el porteo al campo base, podemos contemplar al fin nuestro objetivo:
Porteando pesados mochilones con todo el material necesario, realizamos el trekking de aproximación al campo base, lo que supondrán unos 1.600 m de desnivel para ir calentando motores, a través de parajes espectaculares...
Cruzando el glaciar Gergeti
Hasta llegar al CB (3.600 m) ubicado al otro lado del mismo, sobre las morrenas. Allí plantamos la tienda y nos disponemos a descansar un poco, antes de una suculenta cena
A la mañana siguiente nos levantamos sin prisas pero concienciados, pues toca día de aclimatación realizando una punta a 4.000 m. Será la primera vez que la gitanilla valiente alcance esa cota, pero las sensaciones no pueden ser mejores. Todo marcha a la perfección...
Bueno, todo no. Esa tarde el tiempo es muy inestable y el viento azota en cotas altas. Durante la cena, nos dicen que los partes meteorológicos dan un tiempo bastante malo para el día siguiente, con fuertes vientos y nubes en cumbre. Estamos solos, y no sé si podré orientarme bien de noche a través del laberinto de las morrenas camino del plató glaciar, pero a las 1:30 am, tras un breve desayuno, nos equipamos con todo el material y salimos decididos a intentar la cumbre. Nada más empezar a caminar, una nevada nos envía los peores presagios... Aún así, seguimos con ilusión, esperando un cambio de tiempo al amanecer. Este nos coge ya una vez remontadas las primeras pendientes del enorme plató del Kazbek, donde nos detenemos para encordarnos y tomar un poco de té caliente. El viento no deja de aullar por todos lados y la sensación térmica se desploma por momentos, nada más pararte un segundo.
Disfrutamos durante unos minutos de los escasos rayos de sol que nos acompañarán hoy, en pleno ascenso a la cumbre.
En una mirada atrás contemplamos el enorme frente que se avecina, empujado por los poderosos vientos que no dejan de machacarnos.
Seguimos nuestro avance, cruzando enormes grietas, adelantando cordadas...
Es en ese momento cuando alcanzamos el nivel de las nubes y la ventisca nos envuelve. Estamos además en cara norte, y el último ascenso lo realizamos por hielo azul cubierto de una ligera capa de nieve. Llevamos tornillos de hielo pero nos vemos seguros para progresar rápidamente sin utilizarlos.
Finalmente, y sin ninguna visibilidad, alcanzamos la cumbre del Kazbek, a 5.047 m, mientras la nieve cae sobre nosotros. Enhorabuena gitanilla, conseguiste tu primer cincomil y además, peleándolo en condiciones extremas.
(Aprovecho para enviar un abrazote a todos los amigos Ytantos que subieron con nosotros hasta la cima
)
Rápidamente, y sin poder disfrutar mucho de la cumbre, iniciamos el descenso pues la ventisca borra la leve huella que hemos dejado en el hielo, y las cordadas que venían por detrás de nosotros no aparecen. Si se han retirado y perdemos la huella por el gran plató, podemos complicarnos la vida con las grietas.
Una vez de vuelta en las morrenas, el tiempo mejora y descendemos tranquilamente al campo base, con la cumbre en la mochila.
Al día siguiente, recogemos todo el material y nos disponemos a volver a Stepantsminda, donde un transfer nos llevará esa misma tarde a Tiblisi. De nuevo, realizamos el cruce del glaciar camino del valle.
De vuelta a la capital, nos preparamos para conocer la región de Svanetia para hacer algunos trekking y contemplar el todopoderoso Ushba (4.700 m)
entre otros montañones y paisajes espectaculares
Y poco más, o mucho, según se mire. Siento ser tan escueto esta vez pero el tiempo no me sobra. Para los que queráis ver el viaje completo y muchas más fotos, podéis visitar la entrada del blog
aquí.
Espero que os haya gustado.
Un abrazo a todos