Buenas socios
Hacía ya mucho que no me dejaba caer por aquí, pues este año he estado en dique seco por motivos diversos. El caso es que el pasado día 2 fui a la sierra a probar la nieve y seguir instruyendo a mi compi que, en su segunda vez que se ponía unos crampones, ya le tocaba estrenarse en corredores...
La idea, no salir mucho por Graná la noche de antes y meterle temprano al corredor de los Machos a la mañana siguiente. La realidad, con horario andaluz y poco sueño, a las nueve y media estamos saliendo de los Albergues...
Nos dirigimos rápidamente hacia el Veredón, que no sé cómo estará y tampoco quiero meter a mi compi en berenjenales demasiado grandes de momento. Pero hay buena huella, así que con buena letra iniciamos el descenso hacia los corrales. La nieve ha estado dura en todo momento, perfecta para progresar.
Aquí abajo la nieve es más profunda que durante la subida, pero sigue estando estupenda. Hemos pillado un buen día, sin duda. Avanzamos un poco bajo la cara norte del Veleta y observamos nuestro objetivo de hoy; el corredor norte de los Machos.
Realizamos la travesía hasta alcanzar la entrada al corredor. Una mirada hacia arriba nos muestra lo que nos queda por delante...
Tenemos nieve profunda pero bien asentada, así que a disfrutar
Entrando al encajonamiento.
Sí, eso son cascos de bici, pero es que me olvidé los de montaña (cosas de las prisas y el directo... Qué raro en mí). Y sí, eso es un arnés de fortuna con un par de cintas y unos mosquetones, pero para lo que quería hacer (asegurarme que mi compi no se fuera sin mí a ningún lado
) me era más que suficiente.
Salimos del encajonamiento y nos disponemos a recorrer las últimas pendientes camino de la luz.
Finalmente, salimos del corredor y nos disponemos a recorrer las últimas pendientes camino de la cumbre, bajo la atenta mirada de la Alcazaba.
Últimos pasos...
Y cumbre de los Machos por su corredor norte. Enhorabuena, Gitanilla. Tu tercer tresmil y segunda vez en nieve por vías "no normales"...
Comemos algo en cumbre e iniciamos el descenso rápidamente, pues el viento está implacable arriba.
Volvemos camino de la Carihuela sin prisas, disfrutando de las vistas, iniciando el descenso por Mordor cuando apenas queda ya gente. Toda la sierra para nosotros...
Últimas luces en completa soledad...
Poco más. Espero que os haya gustado.
Y como siempre, a ver si nos vemos por las montañas, salaos.
Un abrazo,