Aprovechando que la Koinsidensia en La Sagra había dejado Granada casi vacía
el sábado 16 decidimos que el pelagartal del día consistiría en un tranquilo paseo terapéutico mañanero, apto para todo tipo de seres vivos, incluyendo niños
. La idea era recorrer parte de los sitios emblemáticos del Albaycín, Sacromonte y Abadía, Fuente del Avellano, Silla del Moro, Torres Bermejas y bajar al Realejo pasando por el Lavadero de la Puerta del Sol, aunque al final, por aclamación popular, tuvimos que recortar parte del recorrido previsto.
Salimos del Puente Romano con algo de retraso
y tras una breve parada en el Corral del Carbón
proseguimos por La Alcaicería que todavía no se ha despertado
Comenzamos el recorrido propiamente dicho por la Calderería Nueva y Cuesta de San Gregorio
hasta llegar a la Placeta de Carbajales, primera parada del día
Desde aquí la vista de La Alhambra es espectacular
pero la cabra siempre tira al monte...
De la historia antigua de Granada...
a la historia más reciente...
Mientras, la ciudad comienza con su loco frenesí diario
aunque siempre hay quien se lo toma con más calma
Aquí tambien encontramos profundos contrastes: Unos atajando
y otros... en el tajo, aunque por desgracia, cada vez menos
Y en esto que en un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en la segunda parada del día: Plaza y Mirador de San Nicolás
El tiempo justo para echarse un bailecito
y proseguir la marcha
para llegar a la Plaza de San Miguel Bajo.
Tenemos la sensación de que alguien nos observa.
O quizas no sea más que una traición del subconsciente
Abandonamos la plaza, y tras pasar por el palacion de Dar Al-Horra
nos acercamos a Plaza Larga, con los acordes de "Whish You Were Here" sonando en el aire. Lo viejo y lo nuevo, lo nuevo y lo viejo, se van mezclando constantemente a lo largo del día
Atravesamos el Arco de las Pesas, hoy más "Pink" que nunca
y entramos de lleno en Plaza Larga y su mercadillo
Otra paradita para echar un café, una palmera de chocolate y una meadita... y unas habas, y unas salaíllas, y ...
Nos dirigimos ahora a San Miguel Alto, pasando junto a la Puerta de Fajalauza
Para darle más desnivel al recorrido, decidimos bajar la calle San Luís y subir por la calle Cruz de Rauda
Doscientos quince escalones más tarde (eso nos dijo un vecino del lugar)
por fín llegamos a San Miguel Alto
Aquí tambien seguimos contando con su presencia
Una vez más lo viejo
y lo nuevo...
Despues del bailecito toca reponer fuerzas
Mientras, otros observamos nuestro próximo objetivo: La Abadía del Sacromonte. Aunque al final no subiríamos hasta allí.
Decidimos bajar pegados a la muralla
hasta llegar a la Vereda de Enmedio, siempre con la vista puesta en ella...
Una parada estratégica en la sombra...
para mitigar el calor...
aunque cada uno lo hace a su manera... sobre todo después del bailecito y la flauta que se metió entre pecho y espalda
Seguimos teniendo la vista en ella, y hasta a veces por partida doble...
Nos encontramos en pleno Sacromonte, famoso por sus cuevas, sus zambras y juergas flamencas hasta el amanecer. Por eso algunos tienen que aprovechar las pocas horas de luz que tienen...
Tomamos el Camino del Sacromonte, y sin subir a la Abadía, pasamos el Puente Mariano buscando infructuosamente un posible paso hacia la Fuente del Avellano, sin tener que llegar a los viveros. Como el sol y la sed comenzaban a hacer mella en algunos, optamos por volvernos e ir directamente al Paseo de los Tristes, donde no tuvimos más remedio que hacer otra parada técnica...
... no apta para reumáticos
Ya solo nos quedaba pasar por Torres Bermejas y su vista de la Torre de la Vela
Lavadero de la Puerta del Sol
y como diría el maestro Boticario
, acabar Barticipando... una vez más
Y eso fué todo lo que dió una mañana de poca montaña, pero muchas risas y buenos ratos.
Hasta la próxima.
Dentro de cien años todos calvos... y antes!!!