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LUPO
Enviado: 04-10-2002 15:10

AUTOR : JULIO LUQUE ORTIZ (LUPO).
MONTE: “ALCAZABA” Altitud 3.371 metros


- RUTA PRIMER DÍA : Barranco San Juan – Vereda de la Estrella – Cueva Secreta - Prados de las Víboras. Tiempo estimado con pequeños descansos y sin atrasos 5 horas.

- RUTA SEGUNDO DÍA : Prados de las Víboras – Espolón Inferior – Espolón NO.- Gran Vasar Cara Norte – Vasar Superior Cara Norte – Vasar Superior Cara Oeste – Gran Corredor Cara Oeste – Cumbre.
Tiempo estimado con pequeños descansos y sin atrasos 4:30 a 5 horas.
Vuelta por el mismo sitio, en el día hasta el barranco de San Juan. Tiempo estimado sin atrasos y con pequeños descansos de 6 a 7 horas.

- DESNIVEL: 2.390 desde el Barranco de San Juan.
1.740 desde Cueva secreta.
1.450 desde Los Prados de las Víboras.


Aclaración: Esto es una ruta andando, sin necesidades de hacer escalada exceptuando algún apoyo de manos. Se desarrolla en alta montaña por lo que hay que tomar las precauciones necesarias en cuanto a vestimenta, alimentación, aclimatación, meteorología, y lo que la experiencia, la lógica y el buen entendimiento nos dicte.

*La ruta esta sacada del libro: Excursiones por el Sur de España
de…(No me acuerdo pero lo pondré).

En La Alcazaba al final todo bien aunque un poco accidentado el fin de semana. Empezamos con un reventón de la rueda trasera izquierda a unos 135 u 140 k/h, tuvimos mogollón de suerte de no tener un accidente muy grave, al final un susto que te cagas y a ochenta tol camino paya y paca. Pos na, nos fuimos el Viernes día 30 de agosto, íbamos tres, El Lucho, el Gran Gérman Bhul y el mismo que viste y calza, empezaríamos la vereda de la Estrella a las 12 de la mañana nos retrasó bastante el tema del reventón. En unas cinco horas estábamos en el vivac del Prado de las Víboras, a las 8:30 de la noche nos metimos en el saco, la noche fue muy agradable, nos hicieron unos 6 grados de temperatura pero sin viento, la puedo calificar como preciosa muy apacible, a las 6 de la mañanita en planta, los compañeros estuvieron bastante remolones, yo a las 7 ya había subido el espolón inferior que se une al gran espolón del Alcazaba y me entretenía buscando un sitio para dejar las mochilas grandes, (llevábamos una pequeña de veinte litros para el ataque) encontré un hueco debajo de una gran piedra solitaria que hay nada más subir la lometa del espolón inferior justo enfrente del vivac de las víboras, esto ya os enterareis porque lo detallo, después llegó Gérman y después de abonar el monte, Lucho, total cerca de las ocho de la mañana cuando conseguimos dejar las mochilas a buen recaudo y comenzar la aventura hacía la cumbre, un poco tarde para mi gusto, incluso en verano. Para cuando subimos el espolón que conecta con el Gran Espolón Lucho nos había atrasado media hora que es lo que yo llevaba esperando en un colladito que se encuentra cerca de la unión de los dos espolones, Gérman que llegó antes que Luis a donde yo estaba me comento que el Gran Lucho Gatíca, el pibe de oro, no venía mu sobrao de fuerzas, yo por mi parte le dije que si no se encontraba bien debería de bajarse y esperar a que regresáramos, pero Juan Ramón dijo: hay que animarle como sea, vamos a subir juntos, yo sabía que si Lucho no se recuperaba y seguía con ese ritmo no hacíamos cumbre ni de coña, amen del desnivel que debíamos de superar el camino era incierto y según las referencias que teníamos la orientación de la ruta muy difícil y complicada, daros cuenta que debajo de las caras norte y oeste de la Alcazaba solo se ven tajos y paredones. Cuando llego Lucho, descanso un poco y le animamos a que continuara pero ese día no le respondía el cuerpo, eso le pasa a cualquiera, Juan Ramón dijo: Vamos a intentarlo aunque solo sea llegar hasta el Gran Vasar; como diciéndole que solo iríamos al vasar y que ya quedaba poco, así que continuamos ascendiendo hasta que dimos de frente con una serie de paredes y corredores de piedra muy descompuesta. Yo decidí echar un vistazo por uno de los corredores y claro terminé subiendo por él, Lucho y Gérman decidieron dar la vuelta por la izquierda, mientras tanto al salir del corredorcillo me dedique a seguir subiendo por unas lomas que van a la derecha del Gran Espolón siempre en dirección al G.Vasar y sin perder de vista a mis dos compañeros, continué ya por el Gran Espolón hasta que me encontré con una arista más afilada que el resto del espolón, que acababa o al menos eso parecía en el gran vasar de La Alcazaba. Esta digamos cresta, del lado izquierdo estaba cortada por tajos y del derecho el que da al Valdecasillas era más suave en su inclinación, menos su tramo final que se verticalizaba en demasía. Estuve observando este último tramo durante largo tiempo unos 55 minutos que fue lo que Don Luis y Don Juan Ramón tardaron en llegar. Para entonces Lucho iba mas quemao que la moto un Jipi, Gérman intento animarle pero fue inútil, lo mejor que esperara un rato a ver si Juan Ramón y Yo conseguíamos conectar con el vasar y eso fue lo que le dije, acto seguido emprendimos la marcha los dos solos de lo que iba a ser un largo largo día. El tramo vertical que parecía tan difícil en realidad no lo era, solo una sencilla trepada y ya estábamos en el Gran Vasar de La Alcazaba, desde aquí podía ver a Lucho perfectamente, así que le grité que esperara un rato aproximadamente una hora y que si no volvíamos en ese intervalo de tiempo comenzara a bajar hacia las mochilas, Luis me contesto asintiendo con la cabeza y gritándome: vale no hay problema, por lo que Juan Ramón y Yo continuamos la marcha esta vez pensando hasta donde llegaríamos.
El espolón noroeste de la Alcazaba coincide con el gran vasar en un punto podemos decir que intermedio donde para su izquierda según venimos subiendo por el espolón es la cara norte y su derecha la oeste. Nosotros que no conocíamos el camino puesto que ninguno de los dos habíamos estado nunca allí cogimos hacia la izquierda o sea en travesía por la cara norte que era la referencia bibliográfica que teníamos del recorrido. El gran vasar no tiene problemas hacia ese lado, un senderillo te va guiando sin dificultades hasta su salida cerca del puntal del Goterón de vistas ya a la otra vertiente de Sierra Nevada, nosotros abandonamos la traza, y siempre con las referencias que teníamos, un poco antes de su terminación y comenzamos una subida de unos 300 u 400 metros hasta dar vistas a la otra vertiente y situarnos debajo de una gran pared de forma piramidal de la que en su base parte el vasar superior el cual encontramos sin complicaciones. Ahora empezábamos la travesía por la cara norte en sentido contrario al anterior de este a oeste, el vasar superior es bastante más estrecho que su compañero de abajo, impone un poco por ser su senda más estrecha e ir pegada a la pendiente con los tajos y el abismo muy cerquita de nosotros, seguimos por la norte hasta que comenzamos a ver la laguna de la Mosca y sus alrededores señal de que empezábamos a entrar en la cara oeste, por la que debíamos encontrar un corredor que nos dejara por fin en cumbre o muy cerca de ella.
La senda por esta cara se pone algo más arriesgada concretamente en dos puntos a mi entender, simplemente en estos dos puntos la traza se estrecha mucho, el pie cabe justo y como están dando una pequeña curva hacia adentro en ellos se forma una especie de embudo estrecho que desemboca en un abismo o precipicio de considerable magnitud, daros cuenta que estas caras tienen unas caídas de hasta 800 metros por lo cual no hay que bromear al respecto, la cosa es seria.
Continuamos por la traza asegurando bien los pasos y buscando un camino, un hueco o corredor que nos sacara hacia arriba, las vistas alucinantes, preciosas, la perspectiva de las caras norte y este del Mulhacen, la Laguna de la Mosca, Juego de Bolos, caras este y norte del Puntal de la Caldera, Cerro de los Machos, Veleta, etc. era única y de gran belleza. Pasamos algunos corredores pero ninguno nos pareció factible, demasiado verticales, en las explicaciones que habíamos leído sobre la ruta se hablaba de un corredor de pedreras sueltas fácilmente evitables subiendo por unos bloques de piedra que encontraríamos a los lados, así que la subida se realizaría sin mayores dificultades, ninguno de los corredores que habíamos visto nos parecía tan fácil, todos requerían pasos de escalada en mayor o menor grado y ya empezábamos a salir de lo que considerábamos cara oeste, veíamos perfectamente toda la cresta que une el Peñón del Globo y de la Cornisa con el de Siete Lagunas y la cara este del Mulhacen, también nos parecía que la traza de la senda continuaba por todo ese tramo y recorría la cara norte del Mulhacen en su totalidad hasta su salida un poco más arriba del collado del Ciervo.
De esta senda en el Mulhacen ya tenia referencias lo que no sabía es que a lo mejor se puede conectar con las caras oeste y norte de la Alcazaba y salir cerca del Puntal del Goterón, tengo que buscar referencias a ver si se puede hacer para intentarlo, me parece una gran travesía, merece la pena mirar esto.
Cuando estábamos empezando a mosquearnos, vualá, un gran corredor hacia arriba muy ancho y con pedreras pero con pocos bloques en condiciones por los que subir sin dificultades, dado el punto en que nos encontrábamos pensamos que era un sitio factible para subir, aunque nos daba la impresión de que no era el que buscábamos, seguro que nos lo dejamos atrás y que nos dio una impresión de dificultad que no tenia.
Empezamos a subir por el corredor no sin dificultades, estaba repleto de piedras sueltas de todos los tamaños, la base era como de arena movediza prácticamente tierra, te hundías hasta el tobillo resbalando para abajo, daba la impresión de que no podías parar y que caerías por el corredor hacia los abismos sin remedio, esto, cuando detrás lo que hay es una suave pendiente que termina en un llano no es problema, pero cuando la pendiente es de 35 u más grados y termina en un abismo, la verdad a mi me acojona un poco, claro esto es hasta que le vas cogiendo el rollo, buscándote la vida como Orzogüey por encima de las piedras que ves en mejor postura y más sujetas, intentando salir del marrón acercándote a bloques grandes aunque sean de estos que están más podríos y descompuestos que la momia de Tután Camon.
El corredor creo que podía medir 350 o 400 metros aproximadamente, cuando salí de el y vi la cumbre de la Alcazaba me sentí liberado en cierto modo, aunque la verdad, me encontraba bastante fastidiado, los que me conocen bien saben que soy de esos pocos montañeros con tan mala suerte que nos afecta la altitud a partir de los 2500. Juan Ramón parece que iba más entero que yo, de hecho en el corredor en el tramo intermedio, que quizás fuera el más complicado, me saco unos cuantos de metros aunque se los recupere en cuanto cogí una buena zona para subir, de todas formas a esta altitud el Gran Gérman Bhul se siente estupendamente cosa que a mi no me pasa, puesto que normalmente me pongo malísimo si no he tenido una buena aclimatación, cosas de la vida.
Salimos a unos cientos de metros de cumbre, 200 o 300 por lo menos los cuales recorrimos sin mayores dificultades. En la cima había creo recordar unas seis personas, cuatro eran unos compañeros de Málaga y los otros dos un matrimonio más mayor que estaban sacándose un montón de fotos, de hecho yo les saque la de cumbre a los dos juntitos, me causaron buena impresión aunque cruzáramos muy pocas palabras. Los compañeros de Málaga se comportaron con nosotros estupendamente ofreciéndonos comida y agua, Gérman aprovecho bastante mejor que yo el ofrecimiento, se comió un buen trozo de chope y bebió agua, no como hubiésemos deseado que por supuesto era hasta hartarnos, pero si más que yo que solo pillé un buchito y una especie de muesly que me ofrecieron.
Estuvimos conversando con estos amigos un ratillo y con ellos, les mandamos saludos al Gran General Giraldez de Pagüila, el Gran Gerardo y un compañero desconocido para mi que se encontraba con ellos acampado en Siete Lagunas, ellos habían subido ese mismo día desde Trévelez para al día siguiente hacer la Alcazaba, por lo visto Giraldez se puso muy contento cuando se lo comentaron, al saber que por lo menos Juan Ramón y Yo habíamos hecho cumbre.
Entre tanto nosotros dos decidíamos por donde coño íbamos a bajar, una opción era salir por el corredor que baja cerca del Peñón del Globo a laguna Altera, continuar si podíamos a media ladera hasta el paso que da entrada al corredor de Siete Lagunas y bajar por el a la laguna de la Mosca, de hay todavía nos quedaría bajar por el Valdecasillas hasta los prados de las Víboras, subir al espolón por las mochilas y descender a Cueva Secreta continuando por toda la vereda de la Estrella hasta el coche, ufff, demasiado largo, muchísimas horas, eso iba a ser muy duro, no menos duro de lo que al final decidimos, que por supuesto fue lo más lógico dado la hora que era, 2 de la tarde aproximadamente y el desnivel que nos quedaba que bajar, unos 2100 metros. Los dos pensamos que teníamos que coger de vuelta el mismo camino que nos había subido a la cumbre, por supuesto teniendo en cuenta que la bajada se presentaba complicada; echamos el último vistazo algunas fotografías y sin más dilaciones empezamos el camino de regreso despidiéndonos de la cumbre y esperando volver pronto. El corredor de salida que era el que más nos preocupaba para sorpresa nuestra lo bajamos con bastante rapidez y facilidad, la vuelta por lo vasares con sus respectivas bajadas y la salida al Gran Espolón fue rápida, la continuación hasta el pequeño colladito del espolón inferior un poco más accidentada puesto que J.Ramón se torció levemente el tobillo, además nos metimos en un corredor con una considerable inclinación y sobre todo con mucha piedra suelta que invitaban a continuos resbalones.
La bajada desde el pequeño collado del Espolón Inferior hasta las mochilas y los acontecimientos que acaecieron a continuación fueron han sido y seguirán siendo motivo de controversia y discusión de las personas implicadas y compañeros de monte que supieron por nosotros mismos lo allí acontecido.
Cuando llegué al colladito desde el que se veía con claridad la “Gran Piedra Solitaria” donde habíamos escondidos las mochilas, me detuve a esperar a Juan Ramón que vendría a unos 200 metros por encima de mi. Una vez que llegó Gérman estuvimos conversando sobre el gran desnivel que habíamos subido y bajado, sobre donde estaría Luis, recuerdo que yo le había dicho en más de una ocasión: Luis si ha sido listo ha cogido la llave del coche de mí mochila y ya esta en el coche tumbado a la bartola. También bebimos un poco de agua que aun le quedaba a J.Ramón y recuerdo perfectamente que me pregunto: Lupo, ¿donde esta la piedra de las mochilas?, a lo que yo conteste es la Última, esa “Grande” que se ve la final de la ladera, la que esta “Sola” en lo alto de la lomita. Además joder no habría más de un cuarto de hora desde donde nos encontrábamos hasta las mochilas unos 700 u 800 metros de fácil bajada por una suave ladera.
Comenzamos a bajar; como me encontraba bastante sediento y solo había comido tres mueslys y pienso por otra parte, que por las ganas de coger la mochila, comer un poco y beberme el zumito de manzana que me esperaba a buen recaudo, empecé a andar bastante más rápido que Gérman y claro se fue quedando un poco retrasado con respecto a mí, cosa normal entre él y yo puesto que siempre suelo ir 100 0 200 metros adelantado al tener un ritmo más vivo en el andar. La última vez que lo vi antes de volverlo a encontrar acostado a pie de coche con el Gran Lucho, le sacaría 200 o 300 metros aproximadamente y fue en una mirada que eche hacia atrás bajando a la “Gran Piedra Solitaria” donde se encontraban las mochilas, lo vi bien, a su ritmo tranquilamente y sin mayores problemas puesto que la ladera no presentaba dificultad alguna. Cuando llegue a las mochilas eran las 6 de la tarde, desde las siete de la mañana, 11 horitas nos había llevado más o menos hacer cumbre y volver a bajar, claro con los retrasos incluidos. De todas formas parece que me había recuperado un poco y no me encontraba excesivamente cansado, lo primero que hice fue destapar las mochilas, vamos que les quite las piedras y matojos que les habíamos dejado encima para ocultarlas, la de Luisito ya no estaba, saque la mía y la de Juan Ramón, comprobé si Luis se había llevado la llave del coche y para mi sorpresa estaba en el mismismo sitio donde yo la había dejado, lo lógico es que la hubiera cogido para poder cambiarse y descansar cómodamente cuando llegara al coche, lo siguiente que hice por supuesto fue beberme el zumo de manzana y picar unas cuantas avellanitas que me quedaban, empecé al reorganizar la mochila, vacié la pequeña, saque todas las cosas de la grande y la rehice guardándolo todo en su sitio y dejando a mano lo que creía que me iba a hacer falta. Estaba deseando bajar al río para hartarme de agua comer y de paso descansar un poco.
Mire el reloj, las seis y veinte tiempo más que suficiente para que Juan Ramón hubiera llegado, mosqueado me asome oteando la ladera en busca de mi amigo, no le veía por ningún sitio, subí un poco en dirección al la Alcazaba y comencé a dar voces gritando su nombre, JuanRamóooooonn, JuanRamóooonn, JuanRamóoooonn,
no recibí contestación alguna lo cual me empezó a preocupar bastante, seguía mirando toda la ladera pero no lo veía, mi preocupación iba en aumento. ¿Habría decidido pararse a descansar un poco y una panza que hacía la ladera no me dejaba verle? entonces, porque no contestaba a mis voces, ¿se podía haber caído y estar en el suelo inconsciente? o tal vez haber sufrido un desmayo, empecé a ponerme en lo peor, o quizás, ¿se había podido confundir de piedras y estar buscando las mochilas y a mí un poco mas arriba? era una opción, puesto que la panza que hacia la ladera no dejaba ver la Gran Piedra Solitaria desde el conjunto de piedras de mas arriba. Por más preguntas que me hacía y más respuestas que encontraba no era capaz de dilucidar que es lo que le había pasado a J.Ramón ni donde podría estar.
Reconozco que me asuste un montón; en otros de mis vistazos a la ladera me pareció ver una mancha blanca a lo lejos y cerca de ella un bulto oscuro más grande, pensé que podía ser la gorra blanca que el llevaba y el bulto el mismo J.Ramón, me baje hasta donde estaban las mochilas y cogí los bastones para que me ayudaran en la subida hasta lo que yo creía que era Juan Ramón. Comencé a darle voces diciendo su nombre repetidas veces pero no se movía, mi desesperación iba en aumento,pensé que estaba inconsciente o mal herido, mientras seguía gritando su nombre y acercándome a él, cuando comenzaba a estar más cerca me di cuenta de que la gorra tan solo era una piedra blanca y el bulto otra más grande por lo que me tranquilicé un poco.
Como me quedaba poco camino decidí acercarme hasta casi el colladito del espolón inferior, e ver si podía divisar algo desde ese lugar, una vez allí no lograba ver nada así que pensé: me bajo más pegado a la cresta del espolón por si él ha hecho lo mismo y se pudiera haber resbalado por las pendientes que bajan al río Valdecasillas, así de camino que me asomo a los corredores o barranquetes que bajan hacía el río y reviso el conjunto de piedras por si estuviera o hubiera intentado bajar por hay, por supuesto y a estas alturas poniéndome en lo peor, que se hubiera caído o despeñado por ese lado hacia el río.
No puedo describir lo que sentía, una angustia muy grande además de miedo y culpabilidad por haberle dejado solo en ese último tramo hasta las mochilas.
En ese trayecto no vi nada, al llegar al conjunto de piedras me asomé por todos los corredores que había de cara al río a la vez que gritaba desesperadamente su nombre pero ni lo veía ni hallaba respuesta alguna, mire detrás, delante, a un lado y al otro de las jodidas piedras pero igual, ni rastro, me encontraba totalmente solo y os lo prometo no sabía lo que hacer, bajé hasta las mochilas a gran velocidad con la esperanza de que Juan Ramón, mi amigo, estuviera allí sentado tan tranquilo, esperándome, pero cuando llegué su mochila seguía allí tal cual yo la había dejado; reconozco que en ese momento la poca moral que me quedaba se me vino abajo, intente tranquilizarme y ponerme a pensar con lógica cosa que creo no había hecho hasta ese momento. ¿Habría pasado por la derecha de la piedra, vaguada abajo y no percatarse de que esa era su piedra al estar yo como escondido detrás de ella en el hueco que hacía y en el cual se encontraban las mochilas?, se podía haber ido por la vaguada hasta el río y una vez en el, desorientado y muy cansado para plantearse buscarme a mí y a las mochilas, haber cogido el camino río abajo hacia Cueva Secreta descansando y reponiéndose a la vez que me esperaba, ¿o tal vez busco en las piedras de arriba confundiéndolas con la Gran Piedra Solitaria, y al no encontrarme a mí ni a las mochilas, decidió bajarse al río por aquel mismo sitio, pensando que el cabronazo del Lupo lo había dejado solo, sin comida y sin mochila?, pero aunque hubiera pensado que yo me fui y lo hubiera dejado solo, ¿iba a dejar allí su mochila?, ¿No iba a buscarla al menos durante un tiempo razonable por todos sitios?, si bajó, desde el mismo camino del río se ve la Gran Piedra solitaria en todo lo alto de la lometa donde empieza el espolón inferior, en este caso incluso podría haberme visto a mí, o quizás no. Todos estos pensamientos no eran muy descabellados, entre otras cosas por que Juan Ramón en un par de veces que comentamos en la subida que podríamos hacer la vuelta por la laguna de las Mosca, siendo este recorrido mucho más largo y agotador además de tener que subir al espolón inferior desde el río para buscar las mochilas, me dijo: si hace falta a las mochilas que les den por culo. Es por esto y por algunas cosas más, que la idea de que Juan Ramón podía estar en Cueva Secreta o camino del coche por la vereda de la Estrella se me paso varias veces por la cabeza, además de ser una de mis mayores esperanzas.
De todas formas la idea de que le podía haber pasado algo era otra posibilidad; serian ya las 8 de la tarde, dios mío habían pasado dos horas desde que llegué a las mochilas por lo cual llevaba 13 horas en el monte y me encontraba muy, muy sediento, así que intente dentro de la desesperación y el miedo aclararme las ideas.
Cogí mi mochila y me encaminé a gran velocidad a Cueva Secreta, lo que yo pensaba era en avisar como fuera y a quien fuera, dado que dentro de nada empezaría a caer la noche y si Juan Ramón estaba por el monte herido o extraviado lo iba a pasar muy mal, cuando llegue al río recuerdo que bebí algo de agua, la suficiente para calmar mi sed, esta vez sin potabilizar, cosa que mientras puedo hago con toda el agua que bebo en el monte, llené la botella de agua y le eché una de las pastillas potabilizadoras, así podría tener agua en condiciones para más tarde, claro todo esto lo hice buscando a Juan Ramón río arriba y pegando más voces aunque por supuesto sin contestación alguna, este fue el momento de mayor desesperación y angustia porque no sabía que hacer, si seguir buscándolo o intentar pedir ayuda, si iba a pedir ayuda se haría de noche y ni siquiera la guardia civil de rescate en montaña querría subir a buscarlo, yo había dejado la mochila de Juan Ramón visible para que sirviera de referencia a posibles grupos de búsqueda, y si seguía buscándolo yo, se me haría de noche también y me costaría muchísimo más trabajo pedir cualquier tipo de ayuda.
Llegué de nuevo a la mochila que se encontraba río abajo y reemprendí el camino a Cueva Secreta. Mis planes eran llegar cuanto antes con la esperanza de encontrar gente, organizar un grupo que estuviera descansado para buscarle, pedir ayuda a la guardia civil a través de un móvil y si no pudiera ser mandar a alguien fuerte y descansado por la vereda de la Estrella hasta los coches que diera la alerta. Todo esto lo había pensado en la piedra antes de bajarme, yo me pensaba recuperar en Cueva Secreta, comiendo, bebiendo y durmiendo un poco, hasta que llegara la guardia civil de rescate en montaña o los grupos de ayuda desde Guejar Sierra. No se por que, quizás porque la esperanza es lo último que se pierde pero mientras que andaba cada vez se hacía mas fuerte en mi el pensamiento de que Juan Ramón se había bajado a Cueva Secreta, por alguno de los motivos que ya he expuesto anteriormente, otra de las cosas que me hacían sospechar esto era que en el suelo entre las muchas huellas de botas que había me parecía reconocer la de él y además en sentido descendente, o sea en la dirección que yo llevaba, aunque parezca un cuento yo me fijo en esas cosas. Por fin Cueva Secreta, una vez que pase la Majada del Palo y la vi me animé un poco, mis sospechas eran reales, el lugar estaba lleno de gente lo menos había 20 personas repartidos en varios grupos, buscaba a Juan Ramón entre la gente pero no lo veía de todas formas mi alegría seguía en aumento, cada vez que miraba al suelo veía con más claridad lo que me parecía ser su huella, baje la loma lo más deprisa que pude y me paré con el primer grupo de personas que me encontré.
Mi pregunta: Han visto ustedes a un hombre ya mayor con el pelo canoso pasar por aquí.
Su respuesta: Si, ha pasado por aquí, nos ha dicho que te dijéramos que va para abajo, dice que ha perdido una mochila o no se que lío.
Mi respuesta: Casi me pongo a llorar allí mismo, por fin todas mis preguntas, todas mis dudas, toda mi desesperación, mi angustia y mis miedos habían desaparecido de golpe y porrazo.
Me eché las manos a la cara, estaba cansado física y sicológicamente, los hombres al verme en esa situación me pidieron que me sentara y me ofrecieron un trozo de salchichón picante y vino, recuerdo que en una lata de cerveza toda abollada a la que avían abierto la parte de arriba con un abrelatas, de lo que menos tenia ganas era de comer esas viandas pero no podía rechazar el ofrecimiento, aunque mi estomago sufrió un poco tomé de lo que me daban, intente sacar mi comida pero no me dejaban, se portaron estupendamente con migo, eran tres vaqueros de Guejar Sierra que habían estado viendo el ganado que tienen pastando más arriba.
Les pregunte también por Luisito Bernabé pero no lo habían visto de modo que siendo muy tarde las nueve menos veinte y pensando que el mariconazo del gran gérman bhul, que había pasado de mi y de la mochila se encontraba en el coche con el Gran Lucho Gatíca, el pibe de oro, cogí mi gran mochilón, mis dos bastones, me despedí de los vaqueros y emprendí el largo, largísimo camino de vuelta por Vereda de la Estrella. Cuando cruzaba sus pradillos topé con un señor que estaba reposando a lado de su tienda de campaña y que me hizo esta pregunta: ¿Bienes del Alcazaba? A lo que yo conteste, si, y el me replicó, me ha dicho Ramón que va para adelante, le dije si hacía mucho tiempo que había pasado y el me dijo que entre media y tres cuartos de hora, muchas gracias hombre le conteste siguiendo mi camino sin demora.
Cada vez me encontraba más mosqueado con Juan Ramón el muy
ca…. Sabía, se imaginaba o se dio cuenta de que yo no había pasado por allí y además de haberme dejado tirado y solo en el monte como una colilla no tuvo ni siquiera el gesto de esperarme en Cueva Secreta por supuesto tampoco de preocuparse de mi, ¿si me había bajado y lo había dejado solo? como coño nadie me había visto pasar por allí, un tío solo cargado con una mochila amarilla y negra y a esa hora, no creo que pasaran muchos iguales en fin que se le iba hacer no me quedaba más que andar y eso es lo que hice.
Cuando pasaban de las 9 de la noche ya se veía muy poco en la vereda, como solo llevaba una pila, mal asunto no me vuelve a pasar, iba todo lo deprisa que me permitían mis piernas, al pasar por el barranco del Guarnón apenas distinguía el suelo del cielo pero intentaba apurar todo lo máximo sin encender el frontal hasta que hubo un momento en que no tuve más remedio, paré me quite la mochila saque la linterna, un pequeño zumo de manzana que todavía me quedaba y que guardaba celosamente para ese momento, unas cuantas avellanitas y recuerdo que también di un gran trago de agua, una vez hecho esto presto y sin más dilaciones me colgué la mochila y continué camino con el frontal encendido, no distinguía los bordes del camino ni siquiera me veía la mano pegada a la cara si apagaba la linterna, en la vereda era noche cerrada puesto que se encuentra muy encajonada, nunca pensé que me iba a acojonar tanto, lo vuelvo a repetir no distinguía el suelo del cielo, el color de la tierra del camino es grisáceo y las piedras que puede haber también lo son y todo esto junto con los bordes del camino, la vista, el cuerpo y la mente ya cansadas por el esfuerzo y el mogollón de horas que llevaba de pie, no hacían mas que confundirme y desesperarme aun más; me encontraba solo, muy cansado y con una sola pila en el frontal, no distinguía bien el camino y la verdad además de asustarme la idea de quedarme sin luz era la primera vez que la Vereda de la Estrella me parecía peligrosa. A mi derecha escuchaba el río Genil muy abajo en la profundidad del barranco, el camino se estrechaba en algunos puntos más de la cuenta y como no distinguía bien los bordes me causaba espanto caerme por los tajos en las oscuridad de la noche. Todo estaba muy silencioso, de vez en cuando se escuchaba el sonido de una lechuza y de algún animalejo y por supuesto el chirriar de la mochila al moverse en mi espalda y el traqueteo de mis bastones chocando contra el suelo. Este miedo y la furia que tenia por lo que había hecho Juan Ramón, ah y, que se me estaba acabando la pila, me hacían ir a un ritmo endemoniado, concentrado siempre en el borde derecho del camino y pensando en todos los acontecimientos que nos habían pasado durante el fin de semana, me seguía preguntando porque El Gran Gérman Bhul, grande entre los grandes donde los haya, me había abandonado a mi y a su mochila en el monte, por supuesto encontraba algunas respuestas pero estaba deseando oír la que el me iba a dar, claro eso si no me quedaba sin luz y tenia que pasar la noche entera a pie de camino.
Por fin vi el abuelo, (un viejo y gigantesco castaño que hay en el camino) siempre pensé que estaba al lado vamos muy cerquita de donde se dejan los coches en el barranco pero la interminable vereda no se acababa nunca.
Cuando llego al coche me encuentro a Don Juan Ramón Blanco y a Don Luis Bernabé García tumbados en el suelo encima de las esterillas, las piernas las tenía agarrotadas serían las 11:05 o la 11:10 de la noche, había echado unas dos horas y media en hacer la vereda desde cueva secreta, total llevaba 16 horas de vellón en el monte. Es cierto que estaba enfurecido, digamos, que un poco cabreado, pero en ese momento era lo que sentía, yo era el que más rápido andaba de los tres, el que había estado esperándolos a los dos durante todo el día con paradas interminables y el que me había partido los riñones y las piernas buscando a su amigo desaparecido, además del miedo y la angustia por la que había pasado, todo eso y resulta que llego el último al coche, señores:
“ESO NO ES NORMAL”. Esta es mi frase favorita, la empleo cuando los colegas en el monte hacen cosas que no entiendo, por supuesto a quien mejor se le podría aplicar esa frase es a mí, pero como la digo yo se la endoso a los demás.
Valla bronca que le metí al Gran Gérman Bhul y claro el también tenia su mosqueo y tuvimos una pequeña discusión y una gran división de entendimientos y opiniones con pensamientos enfrentados.
La explicación de Juan Ramón: Me habéis abandonado, se refiere a Luis y a mí, me has dejado solo, se refiere a mí, busque por las piedras y no te vi, ni a Luis, ni a las mochilas, te grité y como nadie me contestaba me bajé al río me lavé un poco y me fui. Y tu mochila, le digo yo, que le den por culo, me dice él, eso no es normal, le digo yo; le expliqué a gritos y enfadado la angustia que había pasado en el monte buscándolo, le pregunte que si de camino, por el río, desde un poco más abajo del Prado de las Víboras, no había visto la Gran Piedra Solitaria y me dijo que si pero que estaba demasiado agotado para subir a por la mochila, me podías haber avisado le dije yo, no te vi me creía que ibas para abajo con Luis, Juan Ramón como coño te piensas que te voy a dejar solo en el monte, eso no es normal, tu si que me has abandonado a mí y me has dejado solo, cuando llegaste a Cueva Secreta sabías que yo todavía estaba arriba, en el monte, dejaste dicho a la gente que cuando yo pasara me dijeran que tu ya ibas para abajo, seguimos discutiendo un poco después nos montamos en el coche, conducía Yo, y emprendimos el camino de vuelta a 80 o 90 por hora, no fuera a ser que reventara otra rueda, por supuesto con una paradita en una gasolinera para tomarnos una merecida lata de cocacola que es una de las manías que tiene Juan Ramón y que en este caso, por lo menos a mí, me vino de perillas, todavía me quedaba un largo camino.
Llegamos a casa a las cuatro de la madrugada casi cinco horitas de coche, no comí nada, no me duche, me tiré en la cama y por fin, Pude descansar.


Estas son unas fotos de la ruta para que sirvan de explicación y de un mejor entendimiento de la historia.
















Un Saludo para todos.
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Fran Gonzalez
Enviado: 04-10-2002 16:07
Tio,Lupo vaya marchon y vaya movida la verdad es que lo ultimo es para poner el pelo como escarpias y yo les habria propinao al Gran Lucho Gatica, al Gran German Buhl y al Gran Juan Ramon Jimenez unos guenos garrotazos al encontrarmelos por mastuerzos, lo que si es que me he perdio en una cosa ¿consiguieron las mochilas o no? por que yo creo que entendi que se quedaron alli, vaya faena y vaya relato digno de figurar en un libro de esos de la Editorial Desnivel, en fin que vaya movida y vaya reportaje figura (menos mal que no fui con vosotros, estais hechos unos destroyers) smiling smiley
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pepelotas
Enviado: 04-10-2002 16:23
pelitre suerte en tu rutilla, pasalo bien y haz fotos smiling smiley smiling smiley smiling smiley
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Angel HM
Enviado: 04-10-2002 17:16
pulgar arriba pulgar arriba pulgar arriba guiño
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Fran Gonzalez
Enviado: 04-10-2002 17:38
Gracias "sorro" nos veremos a la vuelta smiling smiley
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Hubi
Enviado: 04-10-2002 18:16
Vaya movidon. La verdad es que cuando te pasan esras cosas en la montaña suele ser por malentendidos, luego piensas un monton de soluciones válidas, pero es antes cuando las hay que planificar, ya que sobre la marcha y con el cansancio acumulado nuestra cabeza va funcionando cada vez peor. De todas formas hiciste lo correcto al no aparecer tu amigo, esperar un poco, mirar y bajar al sitio donde hay gente a preguntar y en caso negativo a avisar de la posible perdida de alguien. En fín la cosa es que la próxima seguro que no os pasa lo mismo, aunque algo siempre pasara. Que no decaiga la aventura y enhorabuena. La Alcazaba es La Alcazaba smiling smiley
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Diego A.
Enviado: 04-10-2002 19:00
gracias por enviarmelo pulgar arriba smiling smiley
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Fer Poscojonuo
Enviado: 04-10-2002 19:43
Vaya movida. Nada más pensarlo me da algo. Todos hemos tenido movidas de éstas, y se pasa mal. Yo tengo una cosa clara en el monte: el ritmo ideal es el del que está en menor forma. Tengo muy claro que, pase lo que pase, el grupo tiene que permanecer unido. Eso lo tengo clarísimo. Mcuhas gracias por poner el relato. Me gustaría que me permitieras ponerlo en la página del Club Treparriscos. Solo si me das permiso. Estos relatos se agradecen.

PD: vaya peaso de vuelta que da la vía, no??. Nosotros tardamos en hacer el Espolón 4 horas, a ritmo normalito. Y en bajar por la norte hasta el Gran Vasar 30 o 40 minutos. guiño
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JC
Enviado: 05-10-2002 04:36
OK LUPO muy agradecido por la ruta y la historrieta.ahora comprendo que dijeras que en 2 dias se saca la ruta.
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Peri
Enviado: 07-10-2002 03:32
Ozú LUPO que trabajito nos ha costao sacarte el relato, está cojonudo hombre. La próxima vez que hagas algo vuelve a ponerlo aquí que para eso está el foro hombre.

Por cierto, lo he vivido intensamente mientras lo leía, enhorabuena. smiling smiley
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Pepe Candela
Enviado: 07-10-2002 04:56
Ostra Lupo... Im-Prezionante relato ande los haiga sorprendido Vaya marrón que te comiste.

Enhoragüena y gracias por compartirlo... aunque es largo se hace muy ameno e interesante.

Ya estoy esperando más de tu cosecha

Saludos smiling smiley
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Fernando W.
Enviado: 07-10-2002 06:09
joer, lupo, vaya relato.... sorprendido sorprendido

Espero que no sea el último
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Sonic
Enviado: 07-10-2002 10:34
Lupo, te has ganado el premio al forero mas literato. vaya tocho que has escritoo. Creo que gana con mucho al mensaje mas largo....
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LUPO
Enviado: 07-10-2002 12:56
Muchas Gracias por los elogios compañeros. Lo que he escrito es un relato de lo que viví en esa excursión, es mi punto de vista, habrá que ver o escuchar el punto de vista de Luis, hasta donde el estuvo con nosotros y sobre todo el de Juan Ramón que es el mayor perjudicado en la historia, puesto que se quedo sin mochila y sin sus cosas.

De todas formas la moraleja o conclusión que yo personalmente saco de esto es como ya ha comentado algún compañero, que los amigos, compañeros de montaña deben y tienen que ir juntos y tener claro lo que se va hacer. Por eso creo que la mayor parte de la culpa la tengo YO por haberme adelantado, eso si Juan Ramón también lleva su parte si no de culpa de fallo, puesto que se despisto, desoriento, y las fuerzas le fallaron.

Parece que la primera foto no ha salido no se porque intentaré ponerlas denuevo. Un saludo.

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emilioescapes
Enviado: 08-10-2002 07:02
Buena historia Lupo, vaya relato, me has transmitido el cansancio, estoy agotado.
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Cristina
Enviado: 09-10-2002 10:40
Vaya Lupo, tremendo palizón y con crisis de ansiedad y estres incluidos, afortunadamente no fué mas que el tu disgusto.

Pero leyendo la descripción de tu aventura, parece que mereció la pena risas Triste risas

un saludo
smiling smiley
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un "amigo"
Enviado: 15-10-2002 14:32
Hola Lupín, no sabes quien soy pero me conoces.
Conociendo a todos los personajes del palizón que nos has hecho tragar te diré que me parece que no es la 1ª vez que actuas de ese modo, ya medio dejaste tirado a casi los mismos otra vez en Juego de Bolos, ¿o estás también tan cortito de memoria como del potencial de tus piernas de las cuales pareces presumir cuando es todo lo contrario?
Aparte de escribir todo un Espasa lleno de errores en la toponimia, horarios y demás, deberías aprender (parece que al fin!!!) a ser una parte más del grupo y no a querer imponer tu criterio, bien sea física (lo dudo) o psicologicamente.
Más compañerismo sr. Lupo y menos presumir, ah, y por favor, la próxima vez escribe algo mas cortito hijo que no hay quien trague tanto. risas



P.S.:Saludos de un cobarde que no quiere dar la cara, jejeje.
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LUPO
Enviado: 22-10-2002 05:23
Para mi amigo: Te aprecio un monton y te quiero como amigo, un abrazo.

Un Saludo. smiling smiley
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