Es cierto, Buho. Allí arriba hay hasta un restaurante, que sale en la película de Bond, James Bond.
Como se nota que has estado por allí. Imagino que comprenderás mi frustración. Haber estado pateando por esas montañas con una niebla que no se veía a dos metros, para después verlas desde lo alto de un teleférico, en un restaurante lleno de japoneses y demás turistas (por cierto, había casi más españoles que japoneses). A pesar de lo que piensan algunos, yo no me quejo por vicio.