Es por esta razón que ayer el secretario general de Ipcena, Joan Vázquez, mostró ayer su indignación por la “confabulación” de la CHE con la estación de esquí, porque en un sólo año, afirma a Baqueira Beret se le han abierto unos 20 expedientes sancionadores y o bien no se le ha impuesto condena alguna o bien se le ha impuesto la condena mínima. Así mismo, Vázquez consideró “ilógico” que la administración de cuencas de los ríos en paso por Catalunya la lleven desde otra comunidad autónoma.
Pero Ipcena, pese a ser consciente que no puede hacer más porque el caso está archivado, ha decidido que próximamente acudirán a la sede de la CHE en Zaragoza para comprobar si realmente el informe elaborado por la ACA nunca fue puesto a disposición de la estación de esquí de la Val d’Aran. Ya que si comprueban que Baqueira fue informada de que por el torrent de Molins era recomendable que corriera un caudal de 40 l/s, piensan hacerse lo constar a la Fiscalía para que revise el caso.
De todos modos Ipcena no está sola en esta causa ya que ayer mismo el ACA dio a conocer que ha abierto cinco expedientes sancionadores por incumplimiento a sendas estaciones de Esquí, y entre ellas se encuentra Baqueira Beret “por no mantener el caudal del torrent de Molins”.
El resto de expedientes sancionadores abiertos a estas pistas de esquí han sido a causa de captaciones de agua no concedidas por la agencia. En el caso de Port Ainé, se trata de una extracción del Barranc dels Clots y de una fuente para poder suministrar a una instalación hotelera. También Espot capta agua sin permiso, según el ACA, del Llac de la Bassa o dels Estanyets, Masella por tener ocho pozos de captación sin que se haya tramitado su concesión; y por último, el Port del Comte tiene un expediente sancionador por no tener aún concesiones y captar agua de un pozo y dos fuentes.
Durante la temporada 2006-07 el ACA practicó varias inspecciones a 9 estaciones de esquí, y además de abrir estos cinco expedientes sancionadores ha enviado varios requerimientos a otras pistas como La Molina, por problemas con los contadores, como la Vall de Núria y Vallter 2000, a la que también se le detectó un exceso de consumo; y a Boí Taüll también se le ha requerido que legalice un punto de captación que el ACA detectó y que no estaba descrito en la concesión.
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