Jordi Pujol, la petición de mano y el esquí

Pues parece que sí. En una reciente visita de Jordi Pujol,(el President) , a la fábrica de accesorios para esquí que Rossignol tiene en Artés (Bages, Barcelona), por su 30º aniversario hizo declaración pública de su nulidad deportiva dos días después de que José María Aznar ( el Presidente) presumiera de correr 10 Km. en unos imposibles 5 minutos y 20 seg., lo que daría una hiperbólica media de 120 km. a la hora de velocidad.

Bueno, a lo que íbamos, conocidos son los deportes del “President”, al menos por estas latitudes catalanas, tanto el ciclismo, como el montañismo, cuando la Pica d’Estats está limpia de nieve...

La cuestión es que mientras estaba de visita por esta fábrica, aprovechó para recordar que tan solo se ha calzado los esquíes en una sola ocasión, y fué casi una imposición, que la experiencia tuvo más de tragicomedia que de iniciación y que, desde entonces, lo más cerca que ha estado de las pistas ha sido en el último hotel, siempre en tierra firme, (juraría haberlo visto por Baqueira con zapatos y chaqueta saludando a los reyes y a Aznar...)

Bien, la historia es la siguiente:
Resulta que cuando el hombre se decidió a pedir la mano de su esposa, Marta Ferrussola, (la honorable), su suegro, un fanático del esquí, en el momento de la petición de mano, le dijo que quería un yerno que esquiase. El hombre no se había puesto unos esquíes en su vida, pero comprendió que debía intentarlo.

Fue a La Molina y bajó por una pendiente con los esquís, pero a “rodolons”, o sea dando tumbos. Tras la experiencia, y la evidencia de su negación para este deporte, el President le dijo a su suegro que el ya había cumplido y al suegro no le quedó más remedio que concederle la mano de la hija.

Después de contar esta historia, Pujol explicó que el no esquía y que por tanto no puede ser un potencial cliente de la empresa Rosssignol, no obstante, su familia si que esquía incluida su mujer y teniendo en cuenta que tiene siete hijos y que según él, sus nietos también lo hacen, su familia si que puede ser un buen cliente.

Pero vamos, todo esto se puede confirmar, nada más ver esas típicas estampas navideñas del President, saludando al Presidente y al Rey... y a la Reina en Baqueira, Pujol no engaña: con los esquís es torpe.