Un desprendimiento de tierra y rocas provocado por una fuerte tormenta, ha bloqueado la carretera A-2606 en el Pirineo aragonés, dejando sin acceso al Balneario de Panticosa y afectando a cientos de personas. Afortunadamente, no se han registrado daños personales ni vehículos dañados por el corrimiento.
Ayer jueves 3 de julio a las 18:51 horas la Guardia Civil recibió el aviso del 112 comunicando un desprendimiento entre los kilómetros 7 y 8,500 de la carretera A-2606, que es la que conecta el pueblo de Panticosa con el Balneario.
La avalancha se ha producido tras una intensa tormenta acompañada de fuertes lluvias en esta zona. Estas precipitaciones causaron un importante aumento del caudal de los ríos, lo que generó escorrentías y torrentes de agua por las laderas de la montaña. La tremenda fuerza con la que bajaba el agua por la montaña provocó el deslizamiento de grandes masas de roca y la ladera se vino abajo. En algunos puntos, las precipitaciones superaron los 50 litros por metro cuadrado en solo una hora, desestabilizando las laderas.
La carretera quedó totalmente cortada e intransitable, sepultada por una alfombra de escombros, ramas, barro y grandes piedras. Esto bloqueó el acceso rodado al Balneario de Panticosa que ahora es cuando empieza a registrar elmomento de mayor intensidad de turistas del verano. Decenas de personas, incluyendo trabajadores, huéspedes del balneario y senderistas, vieron sus planes trastocados, estimándose que al menos 300 personas quedaron afectadas.
Aunque no se localizaron vehículos dañados, fue necesario auxiliar a diferentes personas que quedaron atrapadas cerca del área del desprendimiento. Los bomberos ayudaron a salir a algunas personas que quedaron bloqueados entre distintos deslizamientos.
EN las tareas están participando efectivos de la Agrupación de Tráfico de Jaca y patrullas de Seguridad Ciudadana. La Unidad Aérea y especialistas del GREIM sobrevolaron la zona para rastrear si algún coche o persona hubiera podido quedar atrapado o caer a un barranco o al río. Afortunadamente, no se detectó ningún vehículo que hubiese caído al río, y se confirmó que no había que lamentar daños personales.
La situación actual es que la carretera permanece cerrada en ambos sentidos. La Dirección General de Carreteras del Gobierno de Aragón lleva desde esta mañana inspeccionando los daños para evaluar las laderas y determinar las labores necesarias para la reapertura de la vía que de momento permanecerá cortada.
Martí Rafel, director del Balneario de Panticosa, ha explicado que él mismo es uno de los afectado y que se ha tenido que quedar en el pueblo de Panticosa "con lo puesto" y gestionando la infraestructura hotelera desde allí, ya que había bajado a Zaragoza a comer y ya no ha podido regresar.
Rafel ha querido recordar que esto es algo totalmente inusual en verano, señalando que están acostumbrados a que la carretera se corte en la temporada de esquí por riesgo de avalanchas de nieve, pero no por tormentas en esta época del año.
A pesar del corte de acceso, la actividad dentro del complejo del Balneario de Panticosa continúa con normalidad para sus ocupantes, que suman unas 350 personas entre personal y clientes.
Sin embargo, el impacto en las reservas ha sido inmediato y significativo para el establecimiento. El Balneario se preparaba para un fin de semana de completa ocupación, pero han tenido que llamar a los clientes que tenían previsto llegar para comunicarles que no vengan. Esto ha provocado una afectación directa en el turismo del Valle de Tena.
Este evento, causado por intensas precipitaciones que desestabilizaron las laderas y provocaron arrastre de rocas y sedimento, subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras de montaña ante fenómenos meteorológicos extremos, los cuales son cada vez más frecuentes.
La fecha de reapertura de la carretera de Panticosa es incierta, manteniendo al Balneario de Panticosa a la expectativa y con sus servicios operativos a pesar del aislamiento.