El esquiador noruego Aleksander Aamodt Kilde, de 32 años, se encuentra inmerso en una prolongada recuperación tras la terrible caída que le ha dejado fuera durante más de temporada y media. Pero mantiene su principal objetivo, que es regresar a la competición. Su camino ha sido una verdadera odisea, marcada por graves lesiones, complicaciones inesperadas y una inquebrantable determinación.
La pesadilla de Kilde comenzó con una fuerte caída en el Descenso de Wengen en enero de 2024 en el que sufrió graves laceraciones, una de ellas en el muslo, pero también un profundo corte en el hombro. Y es ahí en el punto más inesperado donde se torcieron gravemente las cosas meses después.
Cuando incluso ya había vuelto a hacer ejercicio e incluso probar de ponerse los esquís de nuevo, en julio de 2024 comenzó a notar un dolor persistente en su hombro. Tras su ingreso en el hospital, se descubrió que sufría de sepsis, una infección que surge tras algunas intervenciones quirúrgicas y que lamentablemente sigue siendo muy común actualmente. En su caso se había extendido a los ligamentos y huesos lo que convirtió la situación en una condición de "vida o muerte".
Kilde ha relatado que si hubiera subido a un avión con la infección, las consecuencias podrían haber sido fatales. Los niveles de PCR (Proteína C Reactiva) en su cuerpo eran "catastróficos". Tuvo que someterse a varias cirugías, incluyendo una doble operación con trasplantes de tendón tomados de su espalda y muslo. Este período fue extremadamente duro, Kilde perdió casi 10 kilos, experimentó un cansancio inusual y un dolor pulsante. Llegó a temer por su carrera y su salud. Afortunadamente se actuó a tiempo.
Sin fecha de regreso
Actualmente, Kilde está listo para la verdadera etapa de preparación y se centra intensamente en su preparación física. Se espera que regrese a la nieve en agosto como parte de un stage de entrenamiento. Aunque ya ha vuelto a esquiar, su hombro sigue inestable, y cada día es una prueba.
Sus expectativas para la próxima temporada están marcadas por la cautela y la incertidumbre. El inicio de la temporada 2025/26 está en seria duda, y es casi seguro que no lo veremos en Sölden. Kilde no ha fijado una fecha concreta para su regreso a la Copa del Mundo, priorizando su recuperación completa.
Su principal objetivo es poder competir en diciembre y luego en los Juegos Olímpicos de 2026 que los hombre disputan en Bormio. Reconoce que está "en el filo de la navaja" y no debe apresurar las cosas, además de que necesita clasificarse.
Kilde ha ganado dos medallas olímpicas en Pekín 2022 (bronce en Super-G y plata en Combinada) y otras dos platas por el Super-G y Descenso en los Mundiales de Courchevel 2023.
La recuperación de Kilde también se entrelaza con su vida personal y su relación con la esquiadora estadounidense, Mikaela Shiffrin. La pareja, comprometida desde abril de 2024, ha mantenido una relación a distancia debido a sus respectivos compromisos deportivos y de recuperación. Kilde admite que ha tenido dificultades para verla, "No la he visto desde principios de abril. Eso dice mucho", declaró al periódico Verdens Gang.
Cuando los periodistas del diario noruego le preguntan sobre los planes de boda, Kilde es realista sobre el equilibrio entre su carrera y su relación, "creo que uno de nosotros tendrá que retirarse del esquí antes de que llegue el momento". Para Kilde, su regreso deportivo es la prioridad principal en este momento, incluso si eso significa no ver a Mikaela Shiffrin durante un tiempo.
Aleksander Kilde Aamodt y MikaelaShiffrin llevan comprometidos desde 2024
