Descubren una tienda con esquís intactos despues de más de 20 años cerrada

Tras 65 años desde que se fundara en 1937, el propietario de la estación de esquí de Marshall Mountain anunció en 2002 que ya no iba a abrir más las pistas. No obstante ponía en venta las instalaciones por si alguien quería recoger el testigo. Nadie lo hizo, así que hace un par de años la Comunidad de Missoula votó por comprar los terrenos para crear allí una zona de actividades, entre ellas también el esquí, aunque ya solo a muy pequeña escala quizás con un pequeño telesilla o una simple cinta de debutantes.

A finales de enero comenzaron los trabajos para adecentar todo aquello. Aunque en invierno muchos aficionados locales seguían aprovechando los trazados de las antiguas pistas para deslizarse tras subir haciendo esquí de montaña, y en verano lo hacían en bicicleta de montaña, en Marshall Mountain todavía quedaba mucho hierro y materiales viejos. Entre ellos el icónico telesilla rosa montado en los '70, y edificaciones que llevaban cerradas desde que aquel fatídico 2002.

Varias generaciones de habitantes de Missoula han esquiado en Marshall Mt., así que se pidió que al menos las piezas el telesilla se pudieran subastar para que de alguna manera acabase repartido por la ciudad. Lo que nadie esperaba es que Marshall Mouintain les guardaba una sorpresa mayúscula. Cuando a finales del mes de enero unos operarios abrieron la puerta de la tienda de alquiler de material, se encontraron con centenares de esquís y botas intactas perfectamente colocados en sus estanterías. Nadie había entrado allí en estos 23 años y a excepción del mucho polvo que se había acumulado, todo aquello se mantenía intacto. Literalmente era una puerta al pasado del esquí de principios de este siglo.

¿Y ahora qué hacer con todo aquello? La responsable del proyecto comentó en un diario de Montana que aunque la gente podría haber querido el equipo, era demasiado viejo para usarlo con seguridad.“La siguiente opción viable cuando buscas en Google qué hacer con un montón de esquís viejos es convertirlos en muebles”. Así que contactó con una de las Escuela Secundaria donde se esneñan oficios, desde construcción a electricidad o carpinterías. Sus alumnos no solo podrían aprovechar mejor los más de 500 pares de esquis intactos, además de una veintena de tablas de snowboard, sino que además se podía asegurar que todo aquello se desmontaría de manera responsable, aprovechando cada pieza y sin que nada de lo que no sirviese acabase en el container equivocado.

El 27 de enero el profesor con varios alumnos y operarios fueron a la antigua tienda de alquiler de material para vaciarla. Pero antes alguien tuvo la genial idea de inmortalizar todo aquello. Es así como aparece Myke Hermsmeyer, un fotógrafo de Montana especializado en montaña, naturaleza y deportes de acción quién no solo fotografió todo el proceso, sino que junto a la Comunida de Missoula, han creado este perfil en Instagram donde van relatando todo el proceso de transformación. Allí, además de estas increíbles imágenes, se puede ver como han desmontado entre ellos el telesilla, lo han cargado en un camión para llevárselo; como han arreglado los edificios y sus alrededores, etc... 

En cuanto a los esquís, en estos tres meses desde que se llevaron a la Escuela Secundaria, muchos de ellos ya han sido reconvertidos en muebles o parte de ellos. E incluso algunos se han podido recuperar para que algunos alumnos de la ciudad puedan dar sus primeras clases el año que viene. 

Marshall Mountain fue una de las primeras estaciones de esquí que se abrieron en los Estados Unidos. Aquella montaña era de un noruego llamado Tollef Olson que en 1917 se la había comprado a un hombre que decía que eran suyas. Pagó 500 dólares y la usó para poder esquiar junto a otros residentes de Missoula. En 1937 alguien construyó un rudimentario telesquí con piezas de viejas motocicletas y en 1950 Olson vendió todo aquello a una familia por 6.000 dólares.

Pero los inviernos allí eran bastante irregulares. A veces dejaba nevadas muy abundantes, y otros simplemente no caía un copo. Uno tras otro fueron varios los que intentaron tirar adelante Marshall Mountain de alguna manera u otra. Cada uno de los que pasaban por allí dejaban su huella. Uno fue el que instaló dos telesquís que permitió ampliar la zona esquiable en los '50; En los  '60 se estrenó el esquì nocturno; y en los '70 se instaló un sistema de producción de nieve. En los '80 apareció el icónico telesilla rosa. En los '90 un profesor de esquí y antiguo corredor originario del estado de Nueva York, se quedó las instalaciones. Lamentablemente no le nevó. Nunca. Finalmente logró sacársela de encima.Y fue el último propietario el que decidió en 2002 que aquello no tenía remedio.

Y es que un poco más allá, al norte de Missoula, se había creado otra estación de esquì, Montana Snow Bowl donde la nieve es mucho más regular, hay más pistas y los remontes son más modernos. Una competencia que acabó dando carpetazo a Marshall Mountain.

Como anécdota, y para darnos cuenta de como han cambiado las cosas en el funcionamiento de las estaciones de esquí, cuenta la historia de Marshall Mountain, que el motor de los telesquís estaban en la parte superior y funcionaban con gasolina. Antes de que se acabase el combustible, alguien tenía que subir con una garrafa para llenar el tanque. Alguna vez no llegaron a tiempo y se tuvo que subir andando por la nieve. Además los focos del esquí nocturno funcionaban a base de quemar queroseno. Así que solo queda imaginar el humo y contaminación que causaba todo aquello.

Por fortuna todo aquello quedó en el pasado, y de hecho la compra de esos terrenos por parte del Ayuntamiento de Missoula es  para precisamente para poder seguir haciendo actividades en la naturaleza pero respetando el medio ambiente.