Cierra la fábrica Dynastar de Sallanches. El grupo Rossignol, propietario de esta planta que produce esquís desde 1963, presentó el lunes 8 de abril un proyecto de reorganización de su producción que incluye la clausura de su icónica planta al pie del Mont Blanc. Una decisión vinculada a la falta de rentabilidad de esta última, pero también a la voluntad del grupo de reorientar sus actividades hacia su sede de Saint-Jean-de-Moirans, en Isère, y su centro de producción en Artés, a una hora de Barcelona.
En los últimos años se han producido varios intentos para intentar reactivar la fábrica de Sallanches frente a los elevados costes de producción. Esto dio lugar a una serie de inversiones, una reubicación parcial de la producción a España, una modernización y varias reducciones de personal.
A pesar de la implementación de estas diversas medidas, la planta de Sallanches no ha podido recuperar su rentabilidad y se ha visto obligada a cesar su productividad. En un en un comunicado de prensa, la empresa ha asegurado que
En total, 57 empleados fijos se ven directamente afectados por este cierre. La empresa asegura que quiere entablar un diálogo social con ellos y poner en marcha medidas de apoyo personalizadas. «Mantenemos una fuerte presencia en la región de Auvernia-Ródano-Alpes», afirma Vincent Wauters, presidente del grupo Rossignol, quien indica que se realizará una inversión de 1,5 millones de euros en su planta de Francia en Saint-Jean-de-Moirans (Isère) para la investigación, el desarrollo y la producción de esquís de competición, la cuna histórica de la marca fundada en 1907, así como la posible creación de una decena de puestos adicionales en la planta para apoyar la producción, según se lee en el comunicado completo de Grupo Rossignol:
Los elevados costes de producción ligados al aumento de la energía y de las materias primas, la disminución de la productividad y una plantilla competitiva, repercute en el mantenimiento del know-how. El plan de transformación pretende ayudar a Rossignol a hacer frente a un mercado maduro, cambiante y altamente competitivo y en un contexto económico internacional muy inestable. La planta de Sallanches conoce una situación difícil desde hace varios años y no ha recuperado su rentabilidad, con una erosión de la productividad a pesar de la aplicación de medidas voluntarias".
Dynastar Sallanches es considerado como el último gran centro de fabricación de esquís en Francia. Se abrió en 1963 y en los últimos años se había visto afectada por varias regulaciones de empleo, en muchas ocasiones para deslocalizar su producción. El último gran ajuste fue en 2020, cuando se despidió a 61 trabajadores (ese año salieron otros 24 en la sede de Saint-Jean-de-Moirans y 7 de la de Saint-Etienne-de-Saint -Geoirs).
Mientras tanto la fábrica de Rossignol en Artés se ha vuelto mucho más competitiva. Unas instalaciones modernas en las que por ejemplo se acaba de instalar un sistema de energía renovable mediante placas solares que cubren los techos de la fábrica. En los últimos años ya se estaban adjudicando gran parte de la producción de Dynastar Sallanches. El pasado mes de diciembre se anunció que fabricarían todos los esquís Junior que salían desde aquella planta en Francia.
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Interior de la fábrica Dynastar en Sallanches (Francia)