A finales de los '60 un ordenador tenía el tamaño de un frigorífico. Unos años antes incluso ocupaban una habitación entera. Hoy los podemos sostener en la palma de una mano en forma de smartphone. La tecnología encoge con el tiempo, pero unos esquís eléctricos dificilmente serán más pequeños dentro de unos años. Podrían pesar algo menos, pero serán igual de voluminosos.
Hace unos años, en 2021, desde el Departamento de I+D de Decathlon, cuando a nadie se le podía ocurrir que se podría inventar un esquí eléctrico, empezaron a desarrollar un exoesqueleto. El objetivo en ese momento era poder democratizar la montaña. Que cualquiera, sin tener en cuenta su forma física, pudiese lanzarse monte arriba. Un cuestionario distribuido a 1.600 personas en todo el mundo descubrió que el primer obstáculo para la práctica son las limitaciones físicas, seguidas por la falta de tiempo para practicar. Por ejemplo, jubilados que tienen tiempo y ganas de seguir, pero que pueden estar limitados en su condición física debido a su edad. Y jóvenes urbanitas, poco deportistas, a los que les encanta venir a la montaña a vivir una experiencia, aunque la montaña es exigente.
Con esos datos en la mano se lanzó el programa E-Hike, un exoesqueleto que pretende abrir un nuevo camino en la práctica del senderismo; una solución de asistencia física que puede reducir el esfuerzo impuesto a las piernas en un 25% de media. Comenzaron en 2021, cuando estos aparatos eran grandes y voluminosos, lo que los hacía poco atractivos. Tom Chaleteix, responsable del proyecto aseguró hace unos días que en ese momento
"No había mucho. Aparatos que se vendían en Amazon o exoesqueletos pesados más utilizados en el ámbito médico para ayudar a los parapléjicos a volver a caminar. Pero desde entonces se ha progresado bastante"
Son palabras que Chaleteix dijo el pasado 13 de marzo en la Outdoor Sports Valley (OSV) de Annecy, una Feria de Actividades al Aire Libre que se organiza tres veces al año en las instalaciones de la Federación Francesa de Esquí, y donde Decathlon presentó públicamente su proyecto. Aseguró que el E-Hike representa una revolución en el senderismo como lo fue el paso de la bicicleta de montaña convencional a la eléctrica.
El exoesqueleto ha sido probado este pasado verano de 2024 por varios voluntarios que se apuntaron a través del conocido departamento de Co-Creación de Decathlon, donde cualquiera puede apuntarse para probar productos en desarrollo (si no lo conoces, aquí tienes un enlace y centenares de ofertas para todo tipo de deportes). La mayoría de estos probadores han recorrido una media de 300 kilómetros con el E-Hike, auque de momento no se han publicado los resultados.
Decathlon contó con la colaboración de otras dos empresas. Entre Autre, un estudio de diseño, y Kick Maker, especialista en el desarrollo de productos de alta tecnología. Juntos crearon el prototipo que se pudo ver en la OSV consistente en una mochila de 28 litros que mueve dos motores en cada lado de la pierna que abrazan los músculos alrededor de la articulación de la cadera para ayudar con la flexión y extensión de la pierna. La batería dura seis horas y aunque es talla única, puede adaptarse a tallas desde la S a la XXL.
Ahora, cuatro años después de comenzar aquel programa, el objetivo ya no pasa solo por el senderismo, sino por otros deportes como el esquí de montaña asistido por un exoesqueleto. La aparición de modelos eléctricos este invierno revelan cierto interés por este tipo de movilidad. La diferencia es que un exoesqueleto permite seguir eligiendo el tipo de modelo y marca que el usuario quiera y que el peso esté a la espalda y no a los pies.
Además para Decathlon el objetivo no es vender exoesqueletos al particular, sino que se cree un 'mercado circular' de manera que se pueda alquilar un E-Hike en las tiendas de las estaciones de esquí, o en el caso de solo montaña, en poblaciones donde llegan practicantes para hacer senderismo.
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Tom Chaleteix presenta en la OSV de Annecy el E-Hike de Decathlon