Estaba en los telecabinas, en vallas publicitarias y hasta en prendas de merchandising como unos calcetines: 'I love Wank'. Una frase que para un inglés es decir de una manera muy vulgar que le encanta masturbarse. Nada malo sino fuera porque a ojos de la FIS eso no tiene nada que ver con las carreras que se celebrarán en Garmisch - Partenkirchen.
Y es que esta era una campaña para promocionar la Copa del Mundo de velocidad que organiza Garmisch-Partenkirchen el próximo fin de semana. El sábado un Descenso y el domingo un Super-G. Y un descenso masculino el 2 de febrero.
Wank es el nombre de una montaña cerca de la frontera de Austria y Alemania, y accesible desde Garmisch-Partenkirchen a través de un teleférico que solo funciona durante la temporada de verano. Arriba los turistas pueden practicar senderismo, disfrutar de las vistas desde sus 1.780 metros de altitud o incluso comer algo en un chalet alpino.
Cuando el año pasado Alemania organizó la Eurocopa, muchos escoceses se alojaron en Garmisch y fue cuando descubrieron que habia una montaña que se llamaba Wank. Se hizo eco la prensa escocesa y se viralizó en las redes. El El Scottish Sun, un diario aficionado a los titulares provocativos escribió: «Desde el hotel se ve una montaña. Tiene el nombre más travieso imaginable». Un periodista incluso posó con una camiseta que ponía I Love Wank.

Todo eso pasó este verano, así que pocos meses después al departamento de marketing de Garmisch-Partenkirchen se le ocurrió que no había mejor manera para promocionar la visita a la montaña de Wank, que diseñar carteles para colgarlos por la estación de esquí y hacer más camisetas, calcetines y todo lo que se pudiera vender.
Todo iba bien hasta que llegaron los técnicos de la FIS para hacer las comprobaciones en el estadio Kandahar de Copa del Mundo de esquí alpino, cuando se toparon con ese cartel en uno de los telecabinas. Y desde la federación les dijeron que aunque eso era una frase muy local para los británicos, podía crear cierta confusión y no se querían ver mezclados.
La FIS teme que casi nadie vea la ironía del eslogan, y en cambio sí perjudique la imagen de la Copa del Mundo en Garmisch-Prtnekirchen. El mensaje publicitario podría «despertar asociaciones equivocadas y desviar la atención del aspecto deportivo».
Se calcula que unos ocho millones de espectadores en todo el mundo ven la retransmisión de la Copa del Mundo por televisión, lo que hace 24 millones para las tres carreras, entre ellos muchos aficionados al esquí de habla inglesa.
