Invadir paises se ha puesto de moda. Aunque esto es una tradición ancestral que Roma perfeccionó y la Alemania Nacionalsocialista quiso llevarlo a límites nada vistos, nunca se ha perdido y parece que está tomando un nuevo empuje estos últimos años.
Lo intentó Estados Unidos con Afganistán en 2001, siguió Rusia quedándose Crimea en 2014; se sumó Israel destrozando literalmente Gaza; y ahora Trump ha asegurado que se quedará Groenlandia, una nación constituyente del Reino de Dinamarca. Y si tiene tiempo, también Panamá mientras ya va avisando a Canadá.
Mientras Dinamarca sigue esperando a que el mundo se decida entre si está será una invasión buena o mala para aplaudir o insultar, los que si están a la expectativa son los poseedores de uno de esos forfaits de temporada multiestaciones que se venden en Norteamérica, ¿se incluirán los remontes de ese trozo de Dinamarca?
En Groenlandia vive algo más de 55.000 personas. Tienen menos vecinos que en un barrio de cualquier gran ciudad. Así que por mucha nieve que tengan, que hay para aburrir, montar remontes no es un negocio que salga muy rentable, así que las que hay son subvencionadas por los Ayuntamiemtos. Sobre todo si se tiene en cuenta que además la gente vive bastante repartida por la isla. Por ejemplo en Nuuk su capital, apenas residen 16.000 personas.
Pero hay estaciones. Pequeñas, con un remonte aquí y otro allá, con el que se puede acceder un puñado de pistas. La más grande está al lado de Nuuk y se llama Sisorarfiit. Casi pegada al único aeropuerto internacional de Groenlandia, cuentan con un par de telesquís y el mismo número de máquinas pisapistas.
Por lo que se puede ver en las fotos de sus redes sociales las instalaciones están bastante nuevas y cuidadas. Abren todos los días, aunque entre semana se esperan a las 14h, puede que esperando a que llegue la gente después de trabajar y los crios del cole. Como el sol se debe esconder rápido, tienen también iluminación nocturna.
Dentro de la misma ciudad cuentan con otro telesquí con el que se accede a un par de pistas, seguramente como zona de aprendizaje escolar.
Esquí nocturno, una moderna cafetería, un par de máquinas pisapistas y hasta cañones de nieve artificial. ¡A Sisorarfiit en Groenlandia no le falta de nada!
Más al norte de Groenlandia, en el poblado de Sisimiut se encuentran dos pequeñas instalaciones para esquiar. Una de ellas es Solbakken Skilift, la más grande y con un telesquí para tres o cuatro pistas, aunque los fines de semana un catsnow transporta esquiadores un poco más arriba. Dentro de esta pequeña población de apenas 5.000 habitantes lo que hay es un telebaby, también como en Nuuk, seguramente para clases escolares.
Y nada más. Hay varias empresas que ofrecen esquí de travesía por Groenlandia. Algunas te llevan hasta un punto en helicóptero, y otras en snowcat.
De todas maneras Groenlandia podría no ser el único territorio que se quede Trump. Ha avisado a Canadá. Insiste en que debería ser el Estado número 51. Ahí el bocado en estaciones de esquí sería importante. Eso si, se acabó la sanidad gratuita y puede que esa amabilidad tan famosa de los canadienses!.
Sisorarfitt cuenta con un puñado de pistas que se arreglan con máquina y también con este curioso rodillo acoplado a una moto de nieve