La intensa nevada que empezó a caer este sábado por la tarde en todo el Pirineo, ha dejado en Boí Taüll espesores que superan el medio metro de nieve, con máximos de hasta 65 centímetros de nieve. Un episodio de precipitaciones que tiene previsión de continuar, aumentando de esta manera los espesores.
El personal de montaña está trabajando desde primera hora de la mañana para pisar la nieve caída e ir acondicionando más pistas de cara a este mismo lunes, cuando es festivo en algunas comunidades autónomas.
Boí Taull fue el primer complejo invernal de la península ibérica y Pirineos que abrió su temporada de esquí, y probablemente del sur de Europa, ya que en Italia las pistas de los Apeninos han tenido que retrasar su inicio de campaña por falta de nieve.
Se abrió un par de cintas para dar acceso a dos pistas verdes. El objetivo fue poder ofrecer un pequeño aperitivo a los clientes con forfait de temporada que habían llegado a la Vall de Boí para pasar el Puente de la Inmaculada, e incluso dar las primeras clases a aquellos que no quisieran esperar más.
Hoy domingo se ha tenido que cerrar las instalaciones por las fuertes rachas de viento. Ahora se trabajará intensamente durante toda la semana para acondicionar el máximo de dominio esquiable y poder abrir de nuevo el próximo sabado y ya ininterrumpidamente.
Los primeros esquiadores llegaron el viernes y actualmente se trabaja para acondicionar la intensa nevada que ha caido