En la zona donde está el Fonna Glacier Ski Resort nieva tanto en invierno, que no se ponen en marcha hasta ya la primavera. Entonces primero una fresadora se va abriendo camino entre grandes espesores de nieve para crear un pasillo por el que puedan llegar los trabajadores. Lo primero que hacen es empezar a desenterrar remontes para poder trabajar cuando antes en su puesta a punto.
En algún momento del mes de mayo dan el pistoletazo de salida a la temporada de esquí. Este año lo hicieron con 13 metros de nieve. Unos espesores que le han permitido mantener una buena campaña de esquí durante el verano. Aunque se ve algún turista que aún quiere pegarse una bajada, lo que más acoge Fonna Glacier Ski Resort son clubs de esquí y hasta algún equipo profesional de Copa de Europa o incluso del Mundo. Este año cerraron al público a finales de julio, pero como se mantenían bien las condiciones, todavía abrieron una semana de agosto para entrenamientos.
Dadas las circunstancias, nada hacía indicar que si algún día decidiesen no abrir, no sería por falta de nieve como excusa. Pero esta semana la empresa ha emitido un comunicado anunciando su cierre definitivo por culpa de que las condiciones de nieve son cada vez más complicadas.
La prensa local ha informado que Fonna Glacier cierra tras varios años de resultados negativos. Que tiene una deuda de 15 millones de coronas noruegas (1,2 millones de euros) y que Trond Mohn, un inversor ligado al sector del petroleo de Noruega que hasta ahora estaba poniendo el dinero para abrir cada primavera, se ha cansado y les ha dicho que no suelta una corona más.
A esto se suma que el remonte que tiene, un telesquí doble, se montó en los años '70 y que necesita un cambio urgente para el que ni hay dinero ni se ha encontrado alguien que les fie un crédito.
La empresa que gestiona la estación de esquí asegura además que los últimos cinco años han sido un desafío para luchar contra las condiciones de nieve. Que el deshielo se hace cada vez más patente y que está provocando que el glaciar se esté dividiendo en dos. Un sistema de producción de nieve podría solventar en parte este problema, pero desde Fonna Glacier Ski Resort aseguran que no es más que retrasar su cierre.
"Tenemos claro que el sistema de remontes existente, que data de mediados de los años 70, no puede seguir funcionando. La instalación necesita un nuevo remonte para seguir funcionando. Se trata de una inversión importante.
Por otra parte, cada vez nos falta más nieve en la parte de acceso al remonte, mientras que al mismo tiempo el glaciar se está dividiendo apareciendo montañas a la altura de la pilona7, lo que a su vez obstruye el descenso y también la zona turística y del snowpark.
La producción de nieve puede retrasar el deshielo, pero no se sabe cuánto tiempo podrá continuar, ya que el deshielo es mucho mayor de lo previsto en un principio."
Ante la falta de un inversor que sustituya a Trond Mohn, la empresa ha decidido acogerse a la quiebra voluntaria para vender los activos y liquidar la mayor parte de la deuda y pagar el despido de los 4 empleados.
Folgefonna es, o era, el lugar de entrenamiento preferido de casi todo el equipo nacional alpino noruego. Tener un glaciar para entrenar les da una ventaja frente a otras selecciones especialmente por el tema de costes de traslado a otros paises del hemisferio sur. Los austriacos (Hintertux), suizos (Zermatt y Saas Fee) e italianos (Stelvio y Val Senales) tienen sus sedes de verano.
A los noruegos les queda ahora Galdhøpiggen e incluso el centro indoor de Snø Oslo. Stryn - Sommerskisenter es un tercer glaciar en el país, pero no prepara pistas para entrenamiento de esquí alpino.