El U.S. Ski Team ha solicitado a St. Moritz, una wild card para Lindsey Vonn. La estación de esquí suiza, que sin ninguna duda se la va a dar, va a ser de esta manera dónde la esquiadora norteamericana hará su regreso a la Copa del Mundo de esquí alpino. Lo hará con 40 años ya cumplidos y con una operación de sustitución de rodilla.
A diferencia de Marcel Hirscher, Lindsey Vonn decidió incorporarse a las filas de su federación para su regreso a la Copa del Mundo. Se encontrará ahora a un equipo muy joven, donde la estrella ahora ya no es ella, sino Mikaela Shiffrin. Eso si, sin duda alguna su enorme experiencia en la competición internacional servirá de mucho a las jóvenes esquiadoras que ahora engrosan las filas del U.S. Ski Team.
Estos días el grupo está entrenando en Copper Mountain, sede tradicional del grupo de velocidad del U.S. Ski Team durante el mes de noviembre. Allí se preparan para la apertura de las disciplinas más rápidas de la Copa del Mundo, Descenso y Super-G, cuyas primeras pruebas se hacen en Norteamérica después de dos infructuosos intentos de traerlas a Zermatt.
Lindsey Vonn ha estado entrenando tanto Descenso como Super-G. Antes de poder participar en la Copa del Mundo, deberá bajar hasta los 80 puntos FIS. Actualmente tiene 104 puntos en Descenso y 93 en Super-G, muy por encima del umbral para la competición de élite. No obstante el U.S. Ski Team ha buscando una estación para organizar carreras FIS estos días.
Probablemente sea en Copper Mountain, y se espera la presencia de un buen número de corredoras atraídas por la posibilidad de poder competir contra toda una leyenda. Esto permite rebajar muchos más puntos FIS.
Aunque en un principio se especulaba con que volviera a la Copa del Mundo en las carreras de velocidad de Beaver Creek, finalmente ya se sabe que no llegará, pero se la ha designado como 'abridora'.
Será el fin de semana del 21 y 22 de diciembre cuando veremos a Lindsey Vonn regresar a la Copa del Mundo. Ese sábado y domingo, en St. Moritz se organizan dos Super-G.
Durante estas semanas, después de que Lindsey Vonn anunciara sus intenciones de volver a competir en la Copa del Mundo, no han sido pocas las voces que han mostrado su temor a verla correr de nuevo. La edad, la rodilla operada en abril, los años que lleva sin correr y la peligrosidad de una carrera de velocidad, hace que muchos desaconsejen su participación.
Franz Klammer, Bernhard Russi, Sonja Nef, Bruno Kernen y ayer Michaela Dorfmeister, son algunos de los nombres de la Copa del Mundo que han mostrado su desacuerdo. Argumentan que ningún cirujano permitiría que alguien participase en una competición de ese tipo tras una operación de rodilla. Que una caída la puede dejar coja para toda la vida. Hay quién recomienda que antes se pase por un psicólogo.
En la otra cara de la moneda está quién recuerda a otros deportistas como el quarterback de la N.F.L. Tom Brady, que ganó una Super Bowl a los 43 años; Serena Williams, que dejó el tenis pocos días antes de cumplir 41 años con 23 títulos de Grand Slam; y Tiger Woods, que ganó el Torneo Masters a los 43- que prolongaron sus carreras hasta los 40.
Aunque sin duda alguna el regreso más espectacular fue el de George Foreman, quién regresó al boxeo a los 42 años. Tres temporadas después cuando estaba luchando por el cinturón mundial, la IBF y la WBA le prohibieron pelear por su edad. Les llevó a juicio por discriminación, ganó y pocos días después se coronó como campeón del mundo con... 45 años.
Nadie espera que Lindsey Vonn pueda pisar ni siquiera un podio, pero tampoco nadie esperaba su regreso. Es más, la esquiadora norteamericana tiene metas más ambiciosas, como es la participación en Milan - Cortina d'Ampezzo en 2026. Tendrá entonces 41 años, pero no será ni por asomo la participación más veterana en unos Juegos Olímpicos de Invierno.