S.K.I. (Ski Konstruktions Institut) pone fin a casi medio siglo de construcción de esquís. El fabricante alemán, que ha tenido diferentes nombres a lo largo de su historia, se había convertido en una de las marcas más prestigiosas para los saltadores de trampolín, especialidad a la que se había centrado exclusivamente.
Los orígenes de este fabricante le sitúan totalmente ajenos al mundo del esquí, como pasa con muchas otras marcas europeas. La República Democrática de Alemania creó la fábrica estatal de instrumentos musicales (Musikinstrumente und Kulturwaren Plauen), y en 1976 creó en el estado de Turingia la Sportgeräte Schmalkalden, especializada en la producción de esquís, trineos y material deportivo para la nieve.
En 1981 se le cambió el nombre por el de VEB Kombinat Sportgeräte Germina Schmalkalden reuniendo un total de 14 empresas dedicadas a la fabricación de artículos deportivos con una plantilla de más de 8.000 personas. Fue una época dorada en que bajo la marca Germania se consiguieron muchos éxitos, triunfos y medallas olímpicas.
Para entonces Germania fabricaba material para gimnasios, pesca, zapatillas para correr, para caminar o montaña. Patines, artículos de acampada y un largo etcétera en los que hasta 1989 se incluía deportes de nieve. Se calcula que ese año salieron unos 700.000 pares de esquís y 400 empleados se dedicaban específicamente a este segmento.
Tras la caída del comunismo en 1989, la competencia de los fabricantes de esquí, especialmente los de fondo, fue enorme. Las empresas de la RDA fueron liquidadas, vendidas o escindidas parcialmente.
Fueron años de confusión, sin un rumbo claro. Estas empresas ex-comunistas no estaban acostumbradas a competir, como si las marcas en el lado occidental que llevaban décadas luchando en el mercado con técnicas de marketing de todo tipo. Germania no se adaptó, sus pedidos cayeron notablemente, hasta que en 1992 es comprada por dos inversores. Por entonces la plantilla era ya de solo 80 personas.
Desde entonces cambió varias veces de propietario. Cada tres, cuatro o cinco años, alguien lo intentaba de nuevo hasta que en 2001 dos inversores llamados Bernhard Seidl y Georg Reichart se hacen cargo de la empresa llegando a vender 3.000 pares al año. Pero en 2007 se separan. El primero de ellos monta la marca Crazy-Falcon, mientras que su ya ex-socio se queda la marca Germania que es la que finalmente sobrevivió.
Pero el mercado de los esquís de salto es el que es. Eslovenia, Polonia, Alemania, algún país escandinavo, y esporádicamente Austria, son los únicos países donde se sigue con cierta regularidad los trampolines. Pero en estos países se suelen retransmitir por la tele con una audiencia más que aceptable. Así que en 2010 cuando apenas se fabricaban 2.000 pares de esquís, Georg Reichart tuvo una idea: ofrecer la base de los esquís como plataforma publicitaria. La imagen que ofrecían ante cientos de miles de espectadores durante el vuelo era única.
Tras picar a la puerta de varias empresas, finalmente una agencia de viajes online aceptó la propuesta. No fue una tarea fácil por las restricciones de la FIS, que obliga a que en los esquís solo aparezca el logo y el nombre de la marca. Así que hecha la ley hecha la trampa, es así como nació la nueva marca Fluege.de.
Pero tras 14 años juntos, la agencia de viajes viendo la recesión que se venía por delante en Alemania decidió a finales de la pasada temporada que no quería seguir en esta aventura, y aunque posteriormente en el mes de mayo el fabricante de esquís pensó que podría continuar sin esa base publicitaria, la realidad es que ahora llegados a noviembre ha tenido que rendirse a la realidad y se ha declarado en quiebra.
Cuando se vio que se necesitaba una aportación extra para cubrir el millón de euros que costaba levantar la persiana todo el año, se buscaron nuevos patrocinadores, pero la economía alemana está pasando por una recesión preocupante y nadie está por la labor de meter tamaña cantidad de dinero en un mercado publicitario tan reducido.
Así que pese a que rozaron con los dedos algún nuevo acuerdo, e incluso la venta de la empresa a un ex-saltador o hasta algún tipo de ayuda desde la FIS, finalmente se acordó la disolución.
Los esquís de salto de S.K.I i Fluege.de gozaban de una muy buena reputación entre los saltadores. Ahora los que estaban bajo la marca alemana tienen que buscarse otro equipo rápidamente. Dentro de dos fines de semana comienza la Copa del Mundo de esquís de Saltos en Lillehammer (Noruega) y siete días después se trasladan a Ruka (Finlandia).
El Team Fluege.de tenia a 43 deportisras: 28 en salto de esquí y 15 en combinada nórdica. Todos ellos buscan ahora nuevos proveedores de equipamiento. Esquiadores de nivel como Marius Lindvik y Timi Zajc ya han pasado a marcas como Fischer y Slatnar.
No obstante la pérdida de esta marca, que apostaba mucho por los nuevos talentos, crea desafíos para los deportistas de categorías inferiores y jóvenes, que ahora pueden enfrentar dificultades para acceder a material especializado y de alta calidad.